Alex David Pérez
Miembro de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico
En ciertas películas de ciencia ficción las enfermedades se curan con pequeños aparatos con luces que los doctores tienen consigo y parecen operar de forma que solo puede estar en la imaginación. No obstante, los días en que soñábamos con que la ciencia médica alcanzara ese nivel de desarrollo parecen estar cada vez más cerca.
En Ponce los gastroenterólogos Álvaro Reymunde y Nilda Santiago, comenzaron a realizar en el Hospital Damas el procedimiento conocido como enteroscopia, el cual permite hacer una evaluación completa del intestino delgado. El estudio se hace sólo con sedación y dura aproximadamente una hora.
La Revista Puertorriqueña de Medicina y Salud Pública (MSP) entrevistó al Dr. Álvaro Reymunde un gastroenterólogo graduado de la Universidad de Pensilvania dedicado a las investigaciones clínicas y a la práctica privada de su especialidad.
Profesor asociado en la Escuela de Medicina de Ponce concentra sus estudios en el hígado, intestinos y estómago. Producto de su dedicación ha logrado desarrollar el primer Centro de Aprendizaje o “learning center” de la región caribeña donde prepara a futuros especialistas en gastroenterología que reciben una educación con el beneficio de contar con lo más avanzado en tecnología a su disposición.
Y enfocado en la innovación abre las puertas a un genuino turismo médico de pacientes de diversos países que llegan a la ciudad de Ponce ante la indiferencia de las autoridades municipales y estatales incapaces de visualizar el potencial económico de este sector.
Entre los procedimientos clínicos que realiza se destaca la Abliación del Esófago de Barret. Reymunde hace un efectivo uso de una nueva tecnología basada en la radiofrecuencia y con una sonda ha logrado remover exitosamente el epitelio en riesgo. Este procedimiento se ha comenzado a dar a conocer internacionalmente a partir de una participación del Dr. Reymunde en un congreso en Panamá donde hizo varias demostraciones con pacientes que comprobaron los beneficios de esta tecnología.
Otro procedimiento que realiza es el llamado Estreta, que consiste en una endoscopía para el reflujo esofágico. Esta intervención se resume en la reparación del esfínter esofágico con el uso de radiofrecuencia y detener así una condición crónica de reflujo en una persona sin que tenga que someterse a una cirugía.
Un beneficio adicional que conlleva la nueva tecnología es que puede realizarse de forma ambulatoria y apenas toma cerca de 45 minutos. En lo que consiste es en la introducción de un catéter por el esfínter esofágico que se infla a determinada presión. Del mismo salen seis agujas pequeñas que se entierran internamente y liberan energía de radiofrecuencia a seis niveles de ondas para abarcar las medidas de energía con que se contrae y se expande dicho órgano.
Como resultado, hasta un 85% de los pacientes con prescripciones de medicamentos para el reflujo, monitoreados en un periodo de 7 años no han necesitado recurrir a los mismos.