Factores como la obesidad, una dieta rica en grasas y carbohidratos refinados, y ciertas afecciones médicas aumentan el riesgo de desarrollar cálculos biliares.
Los cálculos biliares son formaciones sólidas compuestas generalmente de colesterol o bilirrubina, que se desarrollan en la vesícula biliar. Estas estructuras pueden variar considerablemente en tamaño, desde partículas diminutas similares a granos de arena hasta dimensiones comparables a una pelota de golf. La vesícula biliar puede generar un cálculo grande, múltiples formaciones pequeñas o una combinación de ambas.
Cuando los cálculos biliares bloquean los conductos de las vías biliares, pueden provocar un dolor repentino e intenso en la parte superior derecha del abdomen, conocido como ataque de la vesícula biliar o cólico biliar. Si esta obstrucción no recibe tratamiento adecuado, puede derivar en complicaciones graves.
No obstante, en la mayoría de los casos, los cálculos biliares no generan bloqueos ni dolor. Estos se denominan "cálculos biliares silenciosos" y, por lo general, no requieren intervención médica.
Los cálculos biliares pueden causar síntomas cuando obstruyen los conductos biliares, lo que lleva a la acumulación de bilis en la vesícula biliar y provoca un ataque de la vesícula biliar o cólico biliar.
Síntomas comunes de un ataque de la vesícula biliar:
Los ataques suelen cesar cuando los cálculos dejan de bloquear los conductos biliares. Sin embargo, si la obstrucción persiste durante más de unas pocas horas, pueden desarrollarse complicaciones graves.
En la mayoría de los casos, los cálculos biliares no causan síntomas y se denominan cálculos biliares silenciosos. Estos no afectan el funcionamiento de la vesícula biliar, el hígado ni el páncreas y, por lo tanto, no requieren tratamiento.
Cuándo buscar atención médica
Es crucial buscar atención médica inmediata si durante o después de un ataque de la vesícula biliar se presentan los siguientes síntomas:
Estos síntomas podrían indicar una infección grave o inflamación de la vesícula biliar, el hígado o el páncreas.
Si no se tratan, los cálculos biliares pueden causar complicaciones graves, como:
Aunque las razones exactas no se comprenden del todo, factores como la obesidad, una dieta rica en grasas y carbohidratos refinados, o ciertas afecciones médicas aumentan el riesgo de desarrollarlos.
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