Cómo gestionar los síntomas y prevenir complicaciones de la Hiperplasia Prostática Benigna

A nivel mundial, la hiperplasia prostática benigna afecta a más del 50% de los hombres mayores de 50 años, y esta cifra continúa aumentando debido al envejecimiento de la población.

Jineth Rodríguez

    Cómo gestionar los síntomas y prevenir complicaciones de la Hiperplasia Prostática Benigna

    La próstata es una glándula pequeña que ayuda en la producción de semen. Se encuentra justo debajo de la vejiga y suele aumentar de tamaño con la edad, lo que hace que la hiperplasia prostática benigna (HBP) sea un problema de salud común entre los hombres mayores. 

    También conocida como "agrandamiento de próstata", esta condición puede causar molestias significativas, como bloquear el flujo de orina desde la vejiga, además de afectar la vejiga, las vías urinarias y los riñones.

    Mario Álvarez Maestro, director de Actividades Científicas de la Asociación Española de Urología (AEU), explica en una entrevista con Europa Press que "los hombres con mayor riesgo son aquellos de 50 años o más, aquellos con antecedentes familiares de problemas prostáticos, y los hombres con sobrepeso, especialmente los que tienen grasa abdominal". 

    Los factores de riesgo para una próstata agrandada incluyen:

    • Envejecimiento: La próstata rara vez se agranda antes de los 40 años, pero a medida que la persona envejece, aumenta la posibilidad de que ocurra y se presenten síntomas.

    • Antecedentes familiares: Tener familiares cercanos con problemas prostáticos incrementa la probabilidad de desarrollar la condición.

    • Diabetes y enfermedades cardíacas: Estudios sugieren que la diabetes y las afecciones cardíacas pueden aumentar el riesgo de HBP.

    • Estilo de vida: La obesidad incrementa el riesgo, mientras que el ejercicio regular puede ayudar a reducirlo.

    Síntomas principales de la HBP

    El Dr. Álvarez Maestro señala que "los síntomas de la hiperplasia prostática benigna suelen empeorar lentamente", aunque también menciona que "a veces no cambian e incluso mejoran con el tiempo". 

    Los síntomas más frecuentes incluyen:

    • Necesidad de orinar con frecuencia o urgencia.

    • Micción frecuente durante la noche.

    • Dificultad para comenzar a orinar.

    • Flujo de orina débil o interrumpido.

    • Goteo después de orinar.

    • Dificultad para vaciar completamente la vejiga.

    El especialista también destaca síntomas menos comunes, como:

    • Infecciones urinarias.

    • Incapacidad para orinar.

    • Sangre en la orina.

    Es importante mencionar que el tamaño de la próstata no siempre refleja la gravedad de los síntomas: "Algunas personas con próstatas ligeramente agrandadas pueden tener síntomas importantes, mientras que otras con próstatas muy agrandadas pueden no tener problemas significativos".

    Complicaciones derivadas de la HBP

    Las complicaciones más comunes de la HBP incluyen:

    - Incapacidad para orinar o retención urinaria: En algunos casos, se requiere el uso de un catéter o cirugía para aliviar los síntomas.

    - Infecciones de las vías urinarias: La incapacidad de vaciar completamente la vejiga aumenta el riesgo de infecciones, que pueden necesitar cirugía.

    - Cálculos en la vejiga: Estos pueden desarrollarse por no vaciar la vejiga adecuadamente y causar obstrucción o irritación.

    - Daño a la vejiga: Si la vejiga no se vacía completamente, puede debilitarse y dificultar la expulsión de orina.

    - Daño renal: La presión provocada por la retención urinaria puede afectar los riñones o permitir que las infecciones urinarias lleguen a ellos.

    Tratamientos para la HBP

    El tratamiento para la hiperplasia prostática benigna busca reducir los riesgos de complicaciones graves, como la retención urinaria y el daño renal. 

    Sin embargo, el Dr. Álvarez Maestro aclara que "no se considera que tener agrandamiento de próstata aumente el riesgo de cáncer de próstata". Antes de decidir el tratamiento farmacológico, se deben evaluar factores de riesgo como la edad, la severidad de los síntomas, el tamaño de la próstata y el nivel de PSA.

    El objetivo del tratamiento farmacológico es aliviar los síntomas urinarios, mejorar el vaciamiento de la vejiga y tratar problemas como la inestabilidad del detrusor (músculo de la vejiga). 

    En casos más graves, puede ser necesario realizar una cirugía laparoscópica o robótica, o una intervención endoscópica para eliminar el tejido prostático que bloquea la uretra. Las opciones de cirugía incluyen la resección prostática transuretral (RTU) o la fotovaporización prostática con láser.

    Observación expectante

    En los casos de síntomas leves, la "observación expectante" puede ser una opción viable, aunque el Dr. Álvarez recomienda no usarla a largo plazo debido a las posibles secuelas.

     "En los casos de síntomas más severos que no son molestos, la observación expectante puede ser adecuada", comenta. Entre los consejos generales para manejar la condición, se incluyen:

    • Orinar cada 2 o 3 horas y no esperar más de 3 horas durante el día.

    • Evitar bebidas alcohólicas y con cafeína, que pueden empeorar los síntomas.

    • Evitar el frío, que aumenta la urgencia para orinar.

    • No demorar la micción para evitar daños a largo plazo al músculo vesical.

    Este enfoque ayuda a gestionar los síntomas y prevenir complicaciones adicionales mientras se evalúa la mejor opción de tratamiento.

    Fuente de consulta: aquí

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