Situaciones críticas como lo son huracanes, terremotos o pandemias, suelen agotar los recursos disponibles en las instituciones de salud tradicionales, y contar con un cuerpo organizado de voluntarios capacitados permite atender las necesidades inmediatas.
El Cuerpo de Reserva Médica (MRC) es una organización nacional bajo el Departamento de Salud de los Estados Unidos, integrada por profesionales y voluntarios de diversos sectores.
En Puerto Rico, su labor se ha visto como un recurso necesario en la preparación y respuesta ante emergencias de salud pública.
Puedes ver la entrevista completa aquí.
Francis Galicia, coordinador estatal del MRC, explicó en entrevista para la Revista Medicina y Salud Pública que esta organización no solo se limita a responder durante crisis, sino que opera de manera constante.
"El Cuerpo de Reserva Médica es un programa nacional de Estados Unidos que integra profesionales de la salud y personal no profesional de la salud, que ofrecen sus servicios para aumentar la capacidad de respuesta en caso de una emergencia", dice. "Funcionamos todo el tiempo"
"Por ejemplo, cuando digo ´todo el tiempo´, es que durante el año, nos encargamos de reclutar personal voluntario que quiera afiliarse con el Cuerpo de Reserva Médica, y una vez reclutado, nosotros proveemos adiestramientos con el fin de fortalecer la respuesta en caso de un incidente que pueda surgir. Así que todo el año estos voluntarios están siendo capacitados".
De hecho, según explicó, la estructura del MRC en Puerto Rico está compuesta por más de 920 voluntarios, de los cuales el 67% son profesionales de la salud, incluyendo médicos, enfermeros, psicólogos y farmacéuticos.
Mientras tanto, el 33% restante está formado por personas de la comunidad, como bomberos, policías, maestros y también acuerdos de colaboración con diferentes organizaciones alrededor de la isla.
Su coordinador mencionó que cualquiera con "ese corazón dispuesto al servicio de nuestra gente" puede formar parte del programa.
A grandes rasgos, esta organización viene participando desde hace ya un tiempo apoyando el área de salud pública en la isla, como en desastres naturales y campañas de vacunación y prevención.
Por ejemplo, durante el huracán María, Galicia recordó: "Nuestra misión fue proveer apoyo principalmente el área central de la isla. Allí establecimos clínicas móviles. Comenzamos integrando organizaciones internacionales que llegaron a nuestra isla, esas organizaciones traían médicos, enfermeros y medicamentos. Organizamos las misiones, fuimos a las comunidades y las convocamos para que pudieran recibir atención primaria".
Este esfuerzo permitió atender a más de 10,000 personas, principalmente en las zonas más afectadas.
De igual forma, el coordinador también habló sobre la participación activa del MRC durante la pandemia de COVID-19:
"Estuvimos apoyando al departamento de salud y a diferentes organizaciones. En el departamento de salud, por ejemplo, realizabamos pruebas moleculares para la detección de COVID-19. Durante esa misión, comenzamos con aproximadamente 500 personas diarias por aproximadamente 6 semanas".
El impacto del MRC se extiende a toda la isla, movilizando recursos humanos y logísticos según las necesidades específicas de cada región.
Situaciones críticas que ya se han vivido, como lo son huracanes, terremotos o pandemias, suelen desbordar los recursos disponibles en las instituciones de salud tradicionales, y contar con un cuerpo organizado de voluntarios capacitados permite atender las necesidades inmediatas de la población afectada.
Además, también crea un puente esencial entre los recursos gubernamentales y las necesidades de la población, especialmente en regiones remotas o de difícil acceso.
Finalmente, Galicia resaltó: "Nuestra misión es, cuando ese personal no esté capacitado, poder brindar estas capacitaciones constantes en temas de preparación en salud pública. Y eso hace la diferencia para que este personal, cuando salga a alguna misión, o cuando salga a la calle, pueda tener las herramientas para ayudar a su gente."
En esencia, estas organizaciones no solo apoyan a la salud en emergencias, sino que también fortalecen la resiliencia comunitaria, asegurando que los recursos humanos y materiales estén disponibles y organizados para actuar eficazmente cuando más se necesiten.