Esta enfermedad funge como la segunda causa de muerte en mujeres, debido a la infección con un subtipo oncogénico del Virus del Papiloma Humano.
El Dr. Ricardo Gómez Martínez, ginecólogo oncólogo del Centro Médico Episcopal San Lucas, en Ponce, recalcó nuevamente que la infección del Virus del Papiloma Humano (VPH) lo puede desarrollar cualquier persona activa sexualmente, independientemente si es hombre o mujer.
En cuanto al comportamiento del virus, este infecta las células que están en la base del tejido cutáneo y se multiplica, pues, toma el control de la división de esa célula, hasta que muta de forma maligna y se convierte en cáncer. Sin seguimiento médico, las pacientes pueden llegar a padecer cáncer.
Por lo general, toma de 5 a 10 años la progresión de la infección a este tipo de cáncer. Los factores de riesgo se encuentran al tener muchas parejas sexuales, inmunosupresión por medicamentos, HIV, diabetes y otros factores.
Respecto al diagnóstico, se hace el seguimiento con la Prueba del Papanicolaou, biopsia u otras pruebas con imágenes, aunque generalmente se detecta con la biopsia.
No hay mucha genética involucrada, sino el estar expuesto, reiteró el especialista. O, en el caso de las personas que tienen enfermedades autoinmunes.
De acuerdo con el estadio del cáncer, variará el tratamiento. En etapas iniciales, cuando el cáncer está en el cérvix, se hace una cirugía pequeña, tomando un segmento, a diferencia de otras cirugías que son más agresivas. Si está más avanzado, se utiliza la radiación y la quimioterapia y, cuando el cáncer se ha diseminado por el cuerpo, usan quimioterapia como terapia principal. En este punto es terapia paliativa y no se puede esperar una cura para el paciente, explicó.
Los avances en este tipo de cáncer
Con el transcurrir del tiempo, no ha habido grandísimos avances, sino que se ha mejorado un poco. Sí, hay mejores medicamentos y protocolos, pero no han hecho un gran avance para que la paciente sobreviva.
“En cérvix no hemos logrado algo que impacte de manera significativa”, aclara el especialista, ya que no solo se desea curar a algunas personas, sino a una población importante.
Luego de haber iniciado el tratamiento, la mujer puede quedar infértil porque los ovarios se verán afectados, pese a que hay diferentes formas de ayudar a la paciente para preservar la fertilidad. A veces, hay mujeres que deciden la remoción de tejido ovárico.
El cáncer de cuello uterino se da en mujeres jóvenes porque nunca se hicieron Papanicolaou, en edades de 30 o 35 años, así como en edad más avanzada.
“Cuando comienzan los síntomas, la mujer puede presentar un sangrado anormal que puede impactar su vida”, agrega el doctor Gómez, también puede sentir dolor, incluso en el acto sexual y las mujeres no sospechan que se trata de un cáncer de cuello uterino hasta que se somete al examen, puesto que puede ser silencioso.
El sangrado anormal, dolor pélvico, dolor al momento del acto sexual y el no haberse hecho un Papanicolaou a tiempo, pueden ser indicios de que se trate de cáncer de cuello uterino.
El doctor también recomienda la vacuna porque esta cubre un 90% de los genotipos que causan el cáncer de cérvix. La meta es que la paciente se cure y tenga su vida normal de vuelta, incluyendo su vida sexual.
La prevención
La mejor manera de controlar este tipo de cáncer es la vacunación, tanto para mujeres como hombres, si tiene 26 años, resalta el especialista. Si por alguna razón la persona decide no vacunarse, lo mejor sería el seguimiento con la prueba del Papanicolaou.
Es un cáncer prevenible y curable si se ataca a tiempo, pero el trabajo debe orientarse hacia la prevención.
En los Estados Unidos, la prevalencia de la infección oral por VPH fue del 8.1% durante el período 2009-2012. Sin embargo, los estudios entre hispanos aún son limitados. En Puerto Rico, las estimaciones de prevalencia del VPH son de 6.7% en adultos seleccionados de la población general, 12.5% en usuarios de drogas inyectables y 20% en hombres, según estudios.
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