Psicología del duelo en cáncer: “«Siento que me voy a morir». Eso no es un «siento», eso es un «pienso»”

El cáncer de seno, además de afectar en muchas cuestiones a la mujer, suele afectar en su parte emocional. Por eso, el acompañamiento de la familia y de un especialista en la salud, como algún psicólogo, hace parte de un tratamiento integral para estas pacientes.

Luisa María Rendón Muñoz

    Psicología del duelo en cáncer: “«Siento que me voy a morir». Eso no es un «siento», eso es un «pienso»”

    Aunque es de vital importancia el acompañamiento psicológico en tratamientos oncológicos, aún existe mucho desconocimiento frente al tema. Por ello, la psicóloga Sandra López, quien fue paciente de cáncer de seno, y ahora es profesional en esta área, habla sobre los factores por los cuales deben de pasar las pacientes y familiares de estas, antes de llegar a un consultorio psicológico. 

    Primer momento: duelo 

    Por lo primero que se enfrentan las mujeres diagnosticadas por cáncer de seno, es por empezar a reconocer que hacen parte de una condición que puede llegar a terminar en muerte. Por eso, cuando son diagnosticadas, la típica pregunta cuando termina el médico de hablar es: “Doctor… ¿Usted me está diciendo que yo tengo cáncer?”

    Desde el momento en que la paciente hace esta pregunta, hasta cuando puede asimilarlo, el proceso es largo. En este transcurso de tiempo estas mujeres tienen acumulado un montón de pensamientos que no las deja estar claras ni siquiera en lo que siente. 

    Por eso, la especialista en psicología recomienda no retener el llanto, porque es un proceso natural que sucede cuando apenas se conoce la situación que va a empezar a enfrentar.

    “Lo primero es entender que llorar está bien. Las emociones nos hacen más humanos, y es necesario validar tus emociones. ¿Cuándo es peligroso? Cuando el paciente se queda llorando, porque entonces entra la inactividad, no acuden a estas citas médicas, empieza la parálisis y se complica todo”, agrega la doctora. 

    No aceptar el cambio, no permite adherencia a los tratamientos   

    Cuando los pacientes se quedan en el lamento y el llanto, y no logran trascender al proceso del duelo y la aceptación, empiezan a sentir que ir a las citas médicas y empezar con un tratamiento oncológico no vale la pena. 

    “Cuando la persona no se adhiere al tratamiento, está atrapada en sus pensamientos, de pensar que es el fin, de que les va a ir mal, no tengo salvación’, etc. Estos pensamientos negativos bajan la posibilidad de adherencia al tratamiento y aumentan las probabilidades de convertirse en personas que se suman a estadísticas de muerte”, agrega la psicóloga. 

    Recomendación: reconocer los pensamientos

    Cuando las personas reciben el diagnóstico, lo primero a lo que se enfrentan es a un proceso de duelo, que poco a poco se va a ir estabilizando, pero que empieza por “guardar un duelo al perder la salud”, como agrega la especialista. Por eso, el proceso no es solo de la paciente, sino también de su entorno familiar que le ayudará a sobrellevar esta situación.

    Dentro de los consejos que da la experta, está el reconocer los pensamientos que constantemente están rondando sobre la situación, que por lo general se vienen como avalancha y no permiten situarse en algo más allá del lamento.

    “Escribir es lo mejor, primero intentar desglosar lo que está pasando arriba que está afectando a mi cuerpo, y de allí vamos al tratamiento en general”

    Por eso, ella recomienda identificar esos pensamientos, y una de las técnicas es buscar que el paciente empiece a trabajar en el tiempo presente y evitar pensar en el futuro. “Enfocarse  en el momento presente, ayudará a tomar acciones en el presente. Esto ayudará a no pensar en el “y si”, y “si me va bien, y si me muero”, agrega la doctora. 

    Hay que reconocer estas emociones y que estas hacen parte de un proceso de pensamiento. Un truco que la licenciada utiliza en sus terapias es cambiar el siento por el pienso. “Siento que me voy a morir. Eso no es un siento, eso es un ´pienso´que me voy a morir”.

    El ser humano puede sentir culpa, tristeza, coraje, angustia, soledad, etc. Pero no puede sentir que se va a morir, por ejemplo, ni que le va a hacer daño el tratamiento.  

    ¿Es bueno escuchar testimonios? 

    En el momento donde estamos en ese torbellino de emociones y pensamientos negativos, escuchar la historia de otros puede ser negativo. Por eso, es recomendable establecer límites que ayuden dentro de la salud mental. 

    “Uno puede poner el límite, si tú crees que me va a servir para mi condición, lo escucho, si tú crees que me hará daño, lo dejamos para otro día. Establecer hasta cuándo es saludable”, agrega la doctora. 

    Más noticias de Oncología-Hematología