El precio de la prevención

Invaluables los esfuerzos preventivos en la salud pública

Marga Parés Arroyo

    El precio de la prevención

    Menos de cinco por ciento de cada dólar destinado a los gastos médicos se invierte en esfuerzos de prevención a través de la salud pública. Sin embargo, el retorno de inversión generado por la atención preventiva de diversas enfermedades ha sido respaldado por múltiples estudios clínicos, así como por resultados de programas comunitarios.

    Por ejemplo, el "Nurse Family Partnership" es un programa gratuito que apoya a madres primerizas durante el embarazo y los dos primeros años de vida de sus bebés. Esta intervención ha demostrado ser costoefectiva, generando un ahorro de $2.88 por cada dólar invertido, según un estudio realizado por el Washington State Institute for Public Policy, un grupo de investigación pública no partidista.

    Un informe de la Organización Mundial de la Salud realizado en el 2021 informó que por cada dólar invertido en la prevención de enfermedades no transmisibles se podrían ahorrar hasta $7, lo que para el 2030 podría generar un ahorro de hasta $230,000 millones. Además, puede evitar siete millones de muertes, según este estudio.

    "Los dos roles más importantes de la salud es ser proactivo y mantener la salud de la población. Esto significa que las personas saludables se mantengan saludables", explicó el doctor Heriberto Marín, catedrático de la Escuela Graduada de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico.

    Sin embargo, sostuvo, el sistema de salud generalmente responde a las necesidades y demandas de la población, que generalmente solicita servicios de salud cuando están enfermos o sospechan estarlo. El experto en salud pública advirtió que esto produce una alta prevalencia de enfermedades agudas o crónicas. 

    Mientras, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), el 90 por ciento de los $4.5 billones en gastos anuales de servicios médicos en Estados Unidos se dirigen a la atención de pacientes de enfermedades crónicas y de salud mental. 

    Datos del Departamento de Salud advierten que las enfermedades crónicas son las primeras causas de muerte en los adultos mayores de Puerto Rico, siendo las más comunes: hipertensión, colesterol elevado, artritis, diabetes y depresión.

    "El problema es que, cuando miras los números, lo que se gasta en el sistema de salud (a nivel) proactivo y para mantener la salud de la población es menos de un 5 por ciento del gasto total de salud, usualmente entre tres y cuatro por ciento", dijo Marín.

    Agregó que todos los programas y esfuerzos en favor de la salud pública usualmente generan efectos a mediano y largo plazo. Sin embargo, sostuvo, resultan menos costosos en comparación con servicios e intervenciones clínicas de corte curativo y terapéutico, como hospitalizaciones o visitas a salas de emergencias.

    Desde hace más de 20 años se ha validado que muchas enfermedades crónicas se pueden prevenir lo que, entre otras consecuencias, ayuda a reducir la carga de morbilidad y sus costos asociados. En el 2004 los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades advirtieron que la prevención podría evitar hasta el 70 por ciento de estos casos.

    Según el Instituto Nacional del Cáncer (NIC, por sus siglas en inglés), la prevención se define como las "medidas que se toman para reducir las probabilidades de contraer una enfermedad o afección". En el caso de esta enfermedad, la segunda de mayor prevalencia en Puerto Rico, el NIC señala que la prevención incluye evitar factores de riesgo como tabaquismo, obesidad, falta de ejercicio y exposición a la radiación. Además, destaca la importancia de aumentar factores de protección, como hacer actividad física regularmente, mantener un peso normal y adoptar un régimen de alimentación saludable.

    Varios niveles de prevención

    El Manual Merck, un reconocido texto médico que ofrece información clínica sobre diagnósticos y tratamientos, detalla que hay tres niveles de prevención: primaria, secundaria y terciaria. El objetivo de la primaria es impedir el desarrollo de una enfermedad, por ejemplo, mediante la promoción de hábitos saludables y pruebas de cernimiento. El secundario detecta y trata pronto la enfermedad, por ejemplo, el control del azúcar en sangre en diabéticos. El terciario trata una enfermedad existente, generalmente crónica, por ejemplo servicios de rehabilitación y tratamiento farmacológico.

    "Los chequeos rutinarios (pediátricos) se hacen anualmente a partir de los 24 meses y menos seriados dependiendo de las edades. En los primeros meses (de vida del infante) cotejamos (el desarrollo) motor y físico, lenguaje, nutrición", indicó el doctor Gerardo Tosca, pasado presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría.

    De acuerdo con el pediatra, muchos padres no están llevando a sus hijos a las visitas preventivas, cuando están saludables, especialmente durante la etapa de la adolescencia, cuando las visitas médicas deben ser anuales.

    Tosca también lamentó el que no muchos planes médicos pagan el costo real de una visita médica de tipo preventivo.

    "Hablan de prevención, pero (muchos) no pagan. Hay unos códigos exclusivos de visitas de prevención y hay planes que lo que pagan es una diferencia de $5, $3 o a veces nada (adicional), en comparación con una visita aguda", dijo.

    Esta situación, indicó, podría redundar en una limitación en los servicios pediátricos. Como ejemplo, mencionó que los reembolsos de las vacunas no van cónsonos con su costo real ni la inversión que requiere, incluyendo los gastos por su administración. Por esto, dijo, menos de diez pediatras a nivel privado vacunan en sus oficinas médicas. 

    Por su parte, el doctor Pedro Benítez, especialista en medicina interna, explicó que cada organización médica emite unas guías sobre las pruebas de cernimiento recomendadas por género y edad. Mencionó, por ejemplo, que las colonoscopías (pruebas de detección de cáncer colorrectal) se recomiendan a partir de los 45 años, a menos que haya otros factores de riesgo.

    "A la larga la prevención ahorra dinero. No vamos a tener que hospitalizar tantos pacientes o llegan en mejores condiciones, con menos comorbilidades (dos o más enfermedades al mismo tiempo). Con prevención pueden llegar a una edad avanzada con mejor estado de salud y usar menos recursos de salud, como hospitalizaciones y medicamentos", dijo Benítez, director de la Oficina de Educación Médica Graduada del Hospital Damas, en Ponce.

    Fortalecer iniciativas comunitarias y crear alianzas con municipios, centros de salud primaria y la academia fueron algunas recomendaciones emitidas por los expertos entrevistados.

    "El estado tiene un rol importante en promover la inversión en programas de promoción y prevención", indicó, por su parte, el doctor Marín.

    Agregó que la prevención de condiciones crónicas está atada a una mayor expectativa de vida, mejor calidad de vida y productividad, lo que beneficia a toda la sociedad.

    El nuevo secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy, respalda un programa que denominó "Hacer a América Saludable de Nuevo", el cual urge a agencias de salud pública a enfocarse en las enfermedades crónicas, como la obesidad. También ha solicitado la reestructuración de importantes agencias salubristas, como los Institutos Nacionales de la Salud, la Administración federal de Drogas y Alimentos y los CDC.



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