La cirugía robótica en pacientes con endometriosis destaca por su capacidad para preservar la fertilidad, ya que su precisión minimiza el trauma en los tejidos circundantes y protege estructuras reproductivas como las trompas de Falopio y los ovarios.
La endometriosis es una enfermedad crónica en la que el tejido similar al revestimiento del útero (endometrio) crece fuera de la cavidad uterina, generalmente en los ovarios, las trompas de Falopio, la superficie exterior del útero y otros órganos pélvicos.
Este tejido sigue respondiendo a los cambios hormonales del ciclo menstrual, lo que provoca inflamación, dolor y formación de tejido cicatricial.
Los síntomas más comunes incluyen dolor pélvico intenso, especialmente durante la menstruación, dolor durante las relaciones sexuales, sangrado abundante o irregular, infertilidad y problemas digestivos.
El Dr. Luis Flores, ginecólogo especializado en cirugía robótica, compartió su perspectiva sobre los beneficios, retos y aplicaciones de esta técnica en el tratamiento de pacientes con endometriosis.
Uno de los mayores avances de la cirugía robótica es la visión tridimensional. Esto es útil en casos de endometriosis, donde las lesiones pueden ser profundas y estar adheridas a órganos como la vejiga, el intestino o los uréteres.
De hecho, según el experto "la visión para el cirujano es muy buena comparada a la laparoscopia tradicional, porque vemos tridimensionalmente, es decir, a profundidad, y en muchas ocasiones con la laparoscopia no podemos".
Así pues, este método tan preciso resulta beneficioso para las pacientes con endometriosis, pues reduce significativamente el trauma en los tejidos circundantes. "Eso quiere decir menos riesgo durante el procedimiento, menos sangrado y más rápida recuperación", aseguró el especialista.
Además, explicó que las incisiones son pequeñas (entre 4 y 5) y que el robot aplica una presión constante, lo que reduce el dolor postoperatorio. "La mayoría de los pacientes no usan medicamentos para la molestia después del procedimiento porque es muy poco invasivo para el tejido".
Uno de los aspectos que consideramos clave de la cirugía robótica en pacientes con endometriosis, es su capacidad para preservar la fertilidad. La endometriosis puede afectar órganos reproductivos, y la precisión de la cirugía robótica ayuda a proteger estas estructuras.
"Siendo más precisos con la cirugía, minimizamos el trauma del tejido alrededor, preservando la fertilidad a futuro", señaló el Dr. Flores. Además, explicó que al proteger órganos reproductivos como las trompas de Falopio y los ovarios, aumentan las posibilidades de embarazo después de la cirugía.
"Ese menor trauma al tejido va a significar que esa paciente aumente la posibilidad de embarazo a largo plazo", añade qué "cuando removemos toda la endometriosis, muchas pacientes dejan de necesitar medicamentos para el dolor, y esto es especialmente importante para quienes buscan quedar embarazadas".
Por otro lado, el Dr. Flores resaltó que la cirugía robótica es especialmente beneficiosa para pacientes con obesidad y endometriosis, ya que la laparoscopia convencional puede presentar limitaciones en estos casos.
"En pacientes con obesidad mórbida, la cirugía robótica ofrece una visión mucho mejor para el cirujano y facilita el acceso a áreas pélvicas que pueden estar obstruidas por el tejido adiposo", explicó.
Además, mencionó que esta técnica reduce el riesgo de complicaciones como infecciones y sangrado, comunes en cirugías abiertas. "Yo entiendo que la mejor cirugía al momento para pacientes con obesidad mórbida, aquellas pacientes con endometriosis, con cirugías previas, que tienen muchas adherencias, ciertamente, si es robótica, para mí es el estándar del cuidado al momento".
Aunque la cirugía robótica es altamente efectiva, el Dr. Flores señaló que no es recomendable en pacientes con problemas cardiovasculares graves o que no toleran la posición requerida durante el procedimiento.
"Algunos pacientes no toleran muy bien la posición necesaria para la cirugía robótica, especialmente aquellos con problemas serios cardiovasculares", explicó. En estos casos, se evalúan otras opciones quirúrgicas.
Además, mencionó que pacientes con úteros muy grandes o desfigurados (por encima del ombligo) también pueden enfrentar limitaciones. "Cuando el útero es muy grande, la visión puede estar comprometida y aumenta el riesgo de sangrado. En esos casos, la cirugía abierta puede ser una mejor opción".
De este modo, el Dr. Flores recomendó en realizar estudios de imagen previos, como resonancias magnéticas pélvicas o ultrasonidos vaginales con preparación intestinal, para planificar este tipo de cirugía. "Un MRI pélvico o un ultrasonido vaginal con preparación intestinal nos ayuda a identificar si el intestino está adherido al útero o si hay lesiones profundas que requieran resección".
Finalmente, el ginecólogo mencionó que "casi el 100% de las cirugías son ambulatorias. Los pacientes se van a casa el mismo día y se recuperan en su entorno natural, lo que acelera la recuperación". Además, mencionó que la mayoría de los pacientes no requieren medicamentos para el dolor después del procedimiento. "En una o dos semanas, están de vuelta a su vida cotidiana", concluyó.