Desde el pasado mes de septiembre un aproximado de 7000 productos han sido retirados del mercado europeo por tener en su contenido óxido de etileno, una sustancia tóxica que no debería estar presente en los alimentos.
Desde el pasado mes de septiembre un aproximado de 7000 productos han sido retirados del mercado europeo por tener en su contenido óxido de etileno, una sustancia tóxica que no debería estar presente en los alimentos.
De acuerdo con una publicación hecha por el diario El País, Desde septiembre del año 2020 hasta la fecha, “se han registrado 578 notificaciones debidas a esta causa en el sistema europeo de alertas alimentarias (Rapid Alert System for Food and Feed-RASFF), procedentes de 24 Estados miembros, entre ellos España, que ha emitido 38 alertas”.
La alerta se encendió en agosto de 2020 luego de que las autoridades belgas, informaran sobre la presencia de altas concentraciones de óxido de etileno en las siembras de semillas de sésamo, indicando que habían sido distribuidas en 33 países, 24 de ellos miembros de la Unión Europea.
Esto sin duda afecta a vendedores, fabricantes, distribuidores y un sin número de personas, pues en el caso particular de las semillas de sésamo, son utilizadas para diferentes productos como panes de hamburguesa, galletas, helados o hummus.
La dificultad para conseguir diferentes alimentos en los comercios ha empeorado, pues el óxido de etileno se ha encontrado, además en muchos otros productos importados, desde la India y desde otros países, como Turquía y China, tales como cilantro molido, pimienta negra, curry, espirulina, goma guar, goma garrofín y semillas de lino, entre otros.
El Instituto Nacional del Cáncer señala “a temperatura ambiente, el óxido de etileno es un gas incoloro, inflamable y de olor dulce. Se usa principalmente para producir otras sustancias químicas, como anticongelantes. En cantidades pequeñas, el óxido de etileno se usa como agente para fumigación y esterilización. El poder del óxido de etileno para dañar el ADN lo convierte en un eficaz agente para esterilización, pero esa capacidad da cuenta de su actividad como causante de cáncer”.
Por lo anterior, la UE prohíbe su uso, tanto en cultivos como en la elaboración de cualquier producto alimenticio y, para los alimentos importados desde terceros países, realizan controles analíticos y documentarles en las fronteras de la UE, y la Comisión Europea lleva a cabo auditorías de forma periódica en los países de origen.
Justamente debido a una de estas auditorías, se evidenció la presencia de óxido de etileno, que era usado desde hace poco en India, y se cree que lo usaron con la intención de eliminar la presencia de salmonella, pues en las dos últimas décadas las semillas de sésamo importadas desde la India habían sido rechazadas en las fronteras de la UE, pero acabaron contaminando los alimentos con restos de este compuesto tóxico.
Riesgos para la salud
En personas expuestas a su fabricación y que tienen una inhalación, de forma continua, pueden a lo largo del tiempo, 10 años o más, presentar un alto riesgo de desarrollar leucemia o linfoma.
Además, sustancias, como el óxido de etileno, son cancerígenas y mutagénicas, por lo que no se requiere de una dosis alta o exacta para afectar la salud, sino que su exposición ante cualquier cantidad es potencialmente perjudicial, pues daña directamente el ADN y se asocia con el desarrollo de cáncer de estómago.
Esto no significa que, al comer por ejemplo un pan con este contenido ya se va a tener cáncer, pero si cada vez que lo hacemos aumentan las probabilidades de que eso suceda, si el alimento en concreto está compuesto por estas sustancias tóxicas.
La UE establece unos límites máximos para la presencia de sustancias contaminantes, en el caso particular de las semillas de sésamo el límite para óxido de etileno es 0,05 mg/kg y por ello, las alertas se encendieron cuando Bélgica anunció en septiembre de 2020 el hallazgo de un contenido de 186 mg/kg, es decir, una cantidad 3.700 veces superior al límite legal, aunque en la mayoría de productos las cantidades detectadas se han encontrado en el rango de 1-10 mg/kg.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha publicado desde el mes de noviembre en su web diferentes notas dando a conocer detalles y anuncia, además, medidas para retirar del mercado los productos elaborados con ingredientes contaminados, evitando riesgos para la salud.