La toxicidad de la radioterapia de mama a menudo se pasa por alto

Normalmente, los especialistas no detectan los síntomas de toxicidad en las mujeres que se someten a radioterapia mamaria, sugiere un nuevo análisis.

Estefanía Santos

    La toxicidad de la radioterapia de mama a menudo se pasa por alto

    Más de la mitad de las mujeres con cáncer de mama experimentaron al menos un síntoma importante durante la radioterapia que no fue reconocido por su médico, según estudio.

    Para los autores, lo que es "particularmente preocupante", es que la falta de reconocimiento de los síntomas, incluidos dolor intenso, prurito, edema y fatiga, fue más frecuente en pacientes de grupos minoritarios raciales y étnicos, y en pacientes más jóvenes.

    El estudio se publicó en versión electrónica el 21 de abril en JAMA Oncology.

    Los efectos tóxicos del tratamiento contra el cáncer pueden afectar la calidad de vida de los pacientes. Reconocer estos síntomas significa que los pacientes pueden recibir cuidados de soporte antes. Además, la integración de más información sobre los síntomas relacionados con el tratamiento en los ensayos clínicos y los registros de datos puede ayudar a los médicos a tomar mejores decisiones sobre el tratamiento.

    Para investigar el subreconocimiento de los síntomas, la Dra. Reshma Jagsi, D. Phil., del Departamento de Radiooncología en la University of Michigan de Ann Arbor, Estados Unidos, y sus colaboradores compararon los resultados informados por los pacientes entre las mujeres que recibieron radioterapia mamaria después de la lumpectomía con los criterios evaluados por médicos Common Toxicity Criteria for Adverse Events (CTCAE).

    El equipo se centró en cuatro síntomas relacionados con la radioterapia (dolor moderado/intenso, prurito, edema y fatiga) basándose en 9.868 síntomas informados por pacientes y 37.593 observaciones pareadas independientes de informes de pacientes y médicos. Los médicos subreconocieron un síntoma cuando, por ejemplo, un paciente informó dolor moderado (puntuación: 4 a 6) que un médico calificó como 0 (ausente) en el CTCAE o cuando un paciente informó dolor intenso (puntuación: 7 a 10) que un médico calificado como 1 o menos.

    Los investigadores encontraron que el médico no reconoció uno o más síntomas al menos una vez durante la radioterapia en más de la mitad de los pacientes (53,2%).

    Más específicamente, los médicos subreconocieron el dolor moderado o intenso informado por el paciente en 31% de los casos (2.094 de 6.781), prurito y edema en 37% (748 de 2.039) y 51% (2.309 de 4.492) de los casos, y fatiga sustancial en 19% (390 de 2.079).

    En el análisis multivariado, los factores asociados de forma independiente con el reconocimiento insuficiente de los síntomas fueron la raza negra (odds ratio [OR]: 1,56; p < 0,001) y ser de otra raza no blanca (OR: 1,52; p = 0,01).

    El subreconocimiento de los síntomas también se asoció con una edad más joven. Los pacientes de 50 años o menos (OR: 1,35; p < 0,001) y los de 50 a 59 años (OR: 1,19; p = 0,02) tenían más probabilidades de minimizar sus síntomas que los pacientes de 60 a 69 años.

    Los pacientes tratados por un médico varón (OR: 1,54) y los que recibieron fraccionamiento convencional (OR: 1,26) también tenían una mayor probabilidad de subreconocimiento de los síntomas.

    Si bien los hallazgos muestran que los médicos "sistemáticamente pasan por alto síntomas sustanciales en ciertos pacientes", los autores señalan que esta brecha en la comunicación puede remediarse.

    "Mejorar la detección de síntomas puede ser un objetivo accionable para reducir las disparidades en las experiencias y los resultados de la radioterapia", escribieron los autores. La Dra. Jagsi y sus colaboradores aconsejan a todos los médicos que "indaguen directamente sobre los posibles efectos tóxicos en detalle con todos los pacientes para evitar pasar por alto los síntomas que podrían ayudar a aliviar".

    El apoyo para el estudio fue proporcionado por Blue Cross Blue Shield de Michigan, que apoya al Michigan Radiation Oncology Quality Consortium, y por la Susan G. Komen Foundation. La Dra. Jagsi recibió subvenciones de Blue Cross Blue Shield de Michigan para el Michigan Radiation Oncology Quality Consortium y de la Susan G. Komen Foundation durante la realización del estudio; subvenciones de los National Institutes of Health (NIH), Genentech y Doris Duke Foundation; honorarios personales de Greenwall Foundation, Dressman y otros; y acciones en Equity Quotient fuera del trabajo presentado.

    Fuente consultada aquí 

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