Recibir un diagnóstico tardío de cáncer de colon puede comprometer la vida. Aprende cómo reconocerlo desde su estadio inicial
La presentadora de la BBC, Deborah James, falleció hace unos meses de cáncer de colon, a los 40 años, y difundía la campaña con el lema: “Revisa tus heces”. Recientemente, también se supo que la actriz estadounidense Kirstie Alley falleció a causa de este mismo cáncer, luego de haber recibido un diagnóstico tardío.
Son tres las señales a las que se les debe prestar atención:
- Sangre en las heces, sin un motivo aparente. Esta puede ser de color rojo brillante u oscuro;
- cambio en la forma de evacuar, tal como ir al baño con más frecuencia o que la materia fecal sea más dura o líquida;
- dolor o hinchazón en la parte inferior del abdomen.
- Pérdida de peso;
- sentir que no se ha vaciado bien el intestino, luego de defecar;
- sentir más cansancio o mareos.
Algunas veces, el cáncer colorrectal impide que los desechos pasen por el intestino, lo cual puede provocar obstrucción y con ello dolor de estómago y estreñimiento.
Ante cualquiera de estos síntomas lo recomendable es consultar con el médico, si bien el padecerlos no significa necesariamente que se trate de cáncer de intestino.
Lo ideal es recibir atención médica pronto, ya que mientras más rápido se diagnostique un cáncer, es más fácil tratarlo.
- Cánceres en etapa 1: son pequeños, pero no se propagaron.
- Cánceres en etapa 2: son más grandes, pero aún no se propagaron.
- Cánceres en etapa 3: se diseminaron a algunos de los tejidos circundantes, como los ganglios linfáticos.
Cánceres en etapa 4: se propagaron a otro órgano del cuerpo, creando un
Se debe observar si hay sangre en la materia fecal. La sangre roja brillante puede provenir de vasos sanguíneos inflamados (hemorroides), pero también puede ser una causa del cáncer colorrectal.
Si la sangre es roja oscura o negra, esta puede provenir del intestino o el estómago. Cuando hay un problema, el hábito intestinal puede cambiar, como materia fecal menos sólida, o evacuaciones más frecuentes de lo usual.
Pese a que no sabe con exactitud qué lo causa, algunos motivos podrían ser los siguientes:
- A mayor edad, más posibilidad. Generalmente, aparece en adultos mayores de 50 años;
- seguir una dieta con mucha carne roja y procesada, tal como tocino o salchichas;
- fumar cigarrillos;
- beber alcohol en exceso;
- tener sobrepeso u obesidad;
- antecedentes de pólipos en el intestino, los cuales se pueden convertir en tumores.
El cáncer colorrectal no suele ser hereditario, pero es importante informar al médico si se tienen antecedentes familiares cercanos con este diagnóstico. Afecciones genéticas, como el síndrome de Lynch, pueden hacer que la persona tenga más riesgo de desarrollar el cáncer de colon.
Con un estilo de vida saludable se puede prevenir el cáncer de intestino. Esto implica hacer más ejercicio, comer menos grasa y más fibra, beber de seis a ocho vasos de agua al día, entre otros.
Igualmente, se debe acudir al médico ante cualquier síntoma preocupante. El diagnóstico se hace a través de una colonoscopia, la cual permite mirar dentro del intestino, o una sigmoidoscopia flexible, para ver parte de él.
Si es diagnosticado en su etapa temprana, hay altas probabilidades de sobrevivir, pues las posibilidades se han duplicado en los últimos 40 años.
Este tipo de cáncer es curable, los tratamientos son personalizados y prometen años adicionales de vida.
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