El mieloma múltiple es un cáncer de células plasmáticas. Hay ciertas recomendaciones para vivir con mejor calidad de vida.
Las células plasmáticas normales se encuentran en la médula ósea y son importantes para el sistema inmunitario, ya que están compuestas de otros tipos de células que, en conjunto, funcionan para combatir algunas enfermedades e infecciones.
Los síntomas más comunes que pueden presentar los pacientes con mieloma múltiple son los dolores óseos, el cansancio, la aparición de bultos, anemia, infecciones recurrentes, insuficiencia renal, entre otras. Por ello, se recomienda un estilo de vida saludable para estos pacientes.
La buena nutrición
Tener una buena nutrición puede ayudar a que el paciente oncológico tenga más éxito en los tratamientos.
Aunque no existe una dieta especial recomendada para los pacientes con mieloma, siempre se recomienda seguir una alimentación balanceada, lo cual puede significar aumentar la ingesta de alimentos como verduras y frutas y disminuir las cantidades de otros, como aquellos que contienen mayor grasa.
Seguir una dieta equilibrada puede ayudar a mantener un buen estado de salud en general, lo cual incluye muchas frutas y verduras, productos altos en fibra, como el pan y los cereales integrales, el pescado, el pollo, pocas carnes rojas, menor cantidad de comidas grasas o fritas, así como también se recomienda disminuir el azúcar y la sal.
Esto puede ayudar a que el paciente se sienta con más energía y gane más resistencia, lo cual le puede ayudar a recuperarse más rápido de los tratamientos.
En cuanto a las bebidas, especialmente el café y el té, o la coca-cola, estas se podrían consumir, pero con moderación, al igual que el alcohol.
Los suplementos dietéticos
Algunas personas optan por tomar suplementos de vitaminas cuando se dan cuenta que no están recibiendo el aporte adecuado a través de la dieta habitual. Pero, se debe recordar que la vitamina C no se debe tomar en grandes dosis, porque podría generar daño renal.
Otros suplementos se pueden tomar, pero es mejor evitar aquellos que aumenten la respuesta del sistema inmunológico, tal como la equinacea, porque podría tener un efecto adverso en el mieloma.
Gestión de la fatiga
La fatiga y el cansancio prolongado es otro de los problemas presentes en estos pacientes, incluso, pueden sentir agotamiento si realizan actividades que les interesan. Pero, hay ciertas indicaciones para disminuir este cansancio, tales como:
Asegurarse de comer correctamente y recibir la dosis necesaria de energía. Para ello, el cuerpo necesita hierro, el cual facilita el transporte del oxígeno por la corriente sanguínea. Por ello, se recomienda una alimentación rica en hierro. También, se deben incluir las vitaminas y lo hidratos de carbono.
Se recomienda hacer un poco de ejercicio diario, ya que esto ayudará a aumentar la resistencia muscular y a hacer frente a la fatiga. Pueden ser ejercicios ligeros, como caminar o nadar. Si te sientes cansado, podrías hacer ejercicios sentado en un sillón, levantando los brazos, las piernas, rotando las muñecas hacia adelante y hacia atrás o rotando los tobillos.
Además, se sugiere:
· Dormir el tiempo necesario para sentirse fresco;
· tratar de levantarse y acostarse a la misma hora cada día, para que el cuerpo tenga una rutina;
· reducir el ruido en la habitación o dormitorio;
· mantener una buena temperatura;
· tomar algún alimento antes de dormir, para no despertar con hambre en la noche;
. evitar la ingesta de estimulantes, como el café, el té o la coca-cola, durante la tarde/noche;
· limitar la ingesta de alcohol;
· emplear técnicas de relajación para dormir;
· procurar hacer aquellas cosas que son importantes para ti cada día;
· comentar con el médico y la familia si no se tiene la energía de la que antes se disponía y pedir ayuda;
· usar un albornoz luego del baño, en lugar de secarte a mano;
· dejar que los platos se escurran luego de lavarlos y no secarlos con la mano;
· colocarse ropa fácil de colocarse y de quitarse;
· tomar momentos de reposo y de descanso durante el día;
· preparar comidas cuando sientas fuerza y congelarla para tenerla lista;
· comer cantidades menores, pero más frecuente;
· intentar hacer tareas, como preparar alimentos o planchar, sentado;
· hacer las compras cuando hay menor afluencia de personas.
Actividades físicas y ejercicios
Ejercitarse de forma habitual puede ayudar al paciente, no solo a mantenerse en forma, sino también a sentir bienestar físico y mental.
A la hora de plantearse cualquier tipo de ejercicios, los pacientes con mieloma deben recordar el cuidado de sus huesos, ya que su sistema óseo puede estar debilitado, por lo que deberían evitar deportes de contacto o de aventura, y así no sufrir de lesiones.
Mejorar la fuerza y el tono muscular es importante porque esto ayuda a disminuir la presión sobre los huesos, pero, si acude a un gimnasio, debe explicar esta situación al instructor y solicitarle consejos sobre los ejercicios más apropiados para mejorar la fuerza muscular.
Los ejercicios ligeros, sin contacto, como el ciclismo, la natación, el caminar, el yoga o el tai-chi, son los más recomendados. Sin embargo, siempre se debe consultar con un fisioterapeuta antes de iniciar cualquier programa.
El paciente debe comenzar con ejercicios suaves y moderados para que aumente su resistencia y siempre seguir las indicaciones que le vaya dando su cuerpo. Solo puede hacer el tipo de ejercicio que le resulte satisfactorio.
En algunos casos, luego del tratamiento, el paciente puede sentir menos energía y esto le puede hacer sentir frustración. También es usual cansarse después del ejercicio, pero esto puede ser de ayuda para conciliar el sueño. Si aparece el dolor, el ejercicio se debe suspender de forma inmediata.