En qué consiste el plasma frío y por qué se usa en la medicina y la investigación oncológica

Este gas se está comenzando a implementar en la curación de heridas y tratamiento de tumores.

María Camila Sánchez

    En qué consiste el plasma frío y por qué se usa en la medicina y la investigación oncológica

    El plasma frío tiene múltiples aplicaciones en el campo de la medicina y la investigación científica. Las ventajas van desde su uso en tratamientos de esterilización y cicatrización de heridas como en la descomposición de contaminantes del aire. 

    El plasma frío es el cuarto estado de la materia, después del sólido, líquido y gaseoso. De hecho, diversas fuentes refieren que este estado de la materia tiene la particularidad de contener partículas con diferentes niveles de energía, lo que puede ser aprovechado para diversas aplicaciones.

    Tradicionalmente, el plasma frío se usaba para tratar superficies. Las pantallas de los televisores son de plasma o también los fluorescentes. Pero donde es más habitual el plasma es en la naturaleza. El sol, por ejemplo, es un plasma muy, muy caliente, o las auroras boreales que aparecen cuando se ioniza el gas de la atmósfera.

    Plasma frío y su utilidad en la medicina actual

    Las áreas médicas en las que se está empezando a usar el plasma frío son para el tratamiento de heridas y para tratar tumores. En estas dos áreas se está investigando con más intensidad porque hay resultados muy prometedores. 

    Cabe destacar que ya existen empresas en todo el mundo que están desarrollando estos dispositivos médicos de plasma frío para la curación de heridas y el tratamiento de tumores.

    "En este momento hay muchos equipos en todo el mundo investigando el tratamiento de tumores con plasma frío. Hay varios estudios clínicos en marcha. En Europa hay un estudio clínico liderado por Alemania que está investigando en tumores de cabeza y cuello. Y en Estados Unidos hay otro ensayo clínico para probar un equipo muy potente en varios tipos de tumores sólidos", comentó Cristina Canal, profesora y directora del laboratorio PlasmaMED de Plasmas para aplicaciones biomédicas.

    Uno de los agentes más activos que contiene el plasma son las especies reactivas de oxígeno y nitrógeno. Las especies reactivas son moléculas muy pequeñas y muy reactivas (muy capaces de reaccionar en presencia de otras moléculas) porque tienen una capa de electrones. 

    ¿Qué rol juega el estrés oxidativo?

    La herramienta con la que se trabaja es el estrés oxidativo. El estrés oxidativo está causado por un desequilibrio entre la producción de especies reactivas de oxígeno y la capacidad de un sistema biológico para reparar el daño que esa producción provoca. Está relacionado con multitud de enfermedades. 

    Si el estrés oxidativo se da en dosis bajas con estos dispositivos de plasma frío para el tratamiento de heridas, se puede estimular la regeneración de tejidos que son sanos. Ayuda a que se regenere el tejido de la herida y a la vez, por ejemplo, en heridas crónicas como las úlceras diabéticas que son muy difíciles de curar, es capaz de atacar a las bacterias que hay en esa herida. 

    En el caso de los tumores, lo que se hace es dar dosis más altas para atacar de forma selectiva a las células cancerígenas. Si se compara una célula sana con una cancerígena, se observa que estas últimas se reproducen mucho más rápido, por lo que tienen un estado metabólico muy alto y contienen más especies reactivas que las células sanas. 

    Cuando se le da al tumor una dosis importante de plasma frío que contiene especies reactivas, como las células cancerígenas ya de entrada tienen mayor cantidad de estrés oxidativo propio, se le aumentan sus niveles hasta un límite en el que se induce la muerte celular. 

    Fuente consultada aquí.

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