La parte más bonita de mi área es ver la transformación humana del individuo, enfrentando su enfermedad. Hay mucha gente que pierde la batalla desde el punto de vista de un deceso o que no pudieron salir de la situación, pero sí, como personas cambiaron
Durante su tercer año de medicina tenía dudas entre iniciar un PH en Ciencias básicas o tomar otro camino y fue allí en donde su ahora esposa, quien para ese entonces era su novia, lleno la solicitud para la Escuela de Medicina, llevándolo así por este camino que le ha dejado tantas emociones y enseñanzas.
Al terminar los cuatro años de medicina y de pasar por diferentes áreas, se inclinó por la oftalmología, así obtuvo una beca para estar en Harvard, haciendo diferentes investigaciones, y aunque le gustó su experiencia, quería “un poco más de acción”.
Así inició su camino en la ginecología oncológica en la Universidad de Puerto Rico y luego viajó a Chicago.
“La parte más bonita de mi área es ver la transformación humana del individuo, enfrentando su enfermedad. Hay mucha gente que pierde la batalla desde el punto de vista de un deceso o que no pudieron salir de la situación, pero sí, como personas cambiaron y yo creo que la misma enfermedad le ayuda a ver el mundo de manera distinta y eso lo atesoro mucho, en realidad la oncología es un área muy bonita”, recalcó el Dr. Escobar.
En ginecología oncológica no solo se tratan pacientes mayores, llegan pacientes desde los 8 hasta los 90 años, pero sin duda en los niños al comunicar a los padres un diagnóstico como este, es un momento difícil.
“Yo he tenido pacientes que perduran en la memoria de batallas largas y batallas cortas, tantos casos, todos tan distintos, pero todos igual de importantes. Recuerdo mucho a una de mis pacientes que batalló por 25 años, una señora muy religiosa y me sorprendió que un año después de que ella falleció, su familia vino al consultorio a recordar su vida y esto fue especial porque es un reconocimiento al acompañamiento del paciente”, dijo a MSP el especialista.
Sin duda, la oncología requiere amor, ser más que profesional, un gran ser humano para entender las necesidades del paciente, y este tipo de actos como el que realizó esta familia demuestran que el Dr. Pedro Escobar lo ha hecho muy bien, por ello, la dificultad para recordar entre sus pacientes un caso especial, pues para él todos requieren la misma importancia y a todos los lleva en su corazón.
El Dr. Escobar tiene dos hijos, uno de ellos estudia Ciencias Agrícolas, un campo que también le fascina a su padre, mientras que su “niña” si muestra inclinación por la medicina y ya está cursando la misma.
Luego de ser entregado extremadamente a la vida académica, entre viajes de trabajo, conferencias, estudiar nuevas técnicas y el quirófano, en un punto de su vida paró y se detuvo a pensar en la importancia de brindar más tiempo a su familia, por lo que ahora, aunque sigue siendo entregado a su profesión, ama viajar por Europa y cada día recuerda que la familia siempre debe ocupar el primer lugar , por lo que en Puerto Rico, intenta disfrutar de su esposa, sus hijos y su padre, de quien habla con mucho amor.
“Sigo con mi trabajo académico, el próximo año haré una publicación, pero ahora lo importante como dice mi padre es tener en la vida un balance, todo en exceso es malo y lo difícil es mantener ese balance entre el paciente, la vida personal, lo académico y tener tiempo para vivir, para disfrutar. Pero es una cosa que, si no tienes ese balance, pierdes la batalla”, señaló el especialista.
El cáncer oncológico más común en Estados Unidos y Puerto Rico es el cáncer de endometrio y en la mayoría del cáncer del mundo es el de endometrio. En la isla solamente hay aproximadamente cuatro ginecólogos oncólogos y esto aún requiere mucho trabajo, así como mejoras en los equipos y en los espacios para que los pacientes puedan recibir la atención que requiere con el acompañamiento del médico formado en la especialidad correcta.
“Yo diría que el trabajo que hay que hacer a nivel mundial, es la concienciación de las especialidades y que la mujer independientemente del cáncer ginecológico, sea de vulva, de cuello uterino, de ovario, de endometrio, debe ser tratada por un ginecólogo oncólogo para que tenga los mejores resultados, sabiendo manejar puntualmente ese tipo de cáncer”, concluyó.