La mayoría de los cánceres de tiroides se pueden curar con tratamiento. Sin embargo, para que un paciente sea sometido a alguna de las opciones terapéuticas que existen es indispensable tener un diagnóstico precoz para evitar metástasis y alteraciones adversas.
César Fuquen Leal
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
La mayoría de los cánceres de tiroides se pueden curar con tratamiento. Sin embargo, para que un paciente sea sometido a alguna de las opciones terapéuticas que existen es indispensable tener un diagnóstico precoz para evitar metástasis y alteraciones adversas.
La Revista Medicina y Salud Pública (MSP) consultó con el Dr. José García Mateo, endocrinólogo y presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Endocrinología y Diabetología quien explicó las dianas terapéuticas que existen para los diferentes estadios de cáncer de tiroides.
Los cánceres de tiroides muy pequeños que tienen un bajo riesgo de propagación en el cuerpo podrían no necesitar tratamiento de inmediato.
“Los tratamientos para estos cánceres de tiroides se pueden tratar con una cirugía. La gran mayoría se tratan con una cirugía, ya sea una traqueotomía total, pero muchos de los pacientes que tienen riesgo bajo o intermedio se tratan con una lobectomía. Yo estoy usando lobectomía para sacar solamente la mitad de la tiroides donde se encuentra cáncer de tiroides, que es la que tiene prácticamente el mismo riesgo de recurrencia que si hubieras sacado toda la tiroides. Si es un cáncer de bajo riesgo, se le hace una cirugía total; si es intermedio alto, se tiene que hacer total; si es intermedio bajo le haces una lobectomía a la gran mayoría”, explicó el endocrinólogo.
Un significativo porcentaje de pacientes con cáncer de tiroides se someten a una cirugía para extirpar la tiroides. El procedimiento al que se someta el paciente, dependerá del tipo de cáncer de tiroides, el tamaño del cáncer, si el cáncer se ha extendido más allá de la tiroides y de los resultados de un examen de ecografía de toda la glándula tiroides.
“Si el riesgo es intermedio alto o medio alto de recurrencia o de mortalidad, se hace con una tiroidectomía total. El riesgo alto es que ya tiene incidencia de metástasis, ya sea de nódulo linfático o metástasis distante, muchas veces al pulmón. Ahí uno tiene que tratar con radioyodo donde últimamente se han estado usando dosis más bajas. El paciente que tiene riesgo intermedio de recurrencia será una dosis de 30 miligramos, pero pacientes con metástasis más agresiva, en que se presentan con metástasis o desarrollan metástasis más adelante, se pueden tratar con dosis más alta de 100. Luego de eso, si el paciente se le saca la tiroides, muchas veces pueden necesitar una traqueotomía total. Va a necesitar terapia de hormona tiroidea donde al principio tratamos de dar una dosis más alta para que los niveles de TSH, que es la hormona estimuladora de tiroides que viene de la pituitaria, se mantengan bajos y no estimulen cualquier tejido que quede ahí de cáncer. Después, a través del tiempo, vemos si es necesario seguir así con los niveles altos o bajarlos”, ahondó el galeno.
En algunas personas, el cáncer puede no crecer nunca y no requerir tratamiento. Sin embargo, hay pacientes en que el crecimiento puede finalmente ser detectado y se puede iniciar el tratamiento. El Dr. García explicó algunos métodos que existen.
“No a todos los pacientes con cáncer de tiroides se les da terapia con yodo, últimamente se les da menos yodo. Hay muchos pacientes que no les doy tratamiento de yodo porque son de bajo riesgo porque los detectamos más temprano. Hay pacientes que tienen cánceres más agresivos que no responden a yodo a través del tiempo así que tenemos quimioterapia dirigida o inhibidores de quinasa de tiroides, que son medicamentos que van directamente a la replicación de este tipo de cáncer. Son medicamentos orales y ayudan mucho. Es bien raro que necesitemos otro tipo de radioterapia por oncología, pero hay pacientes que tienen metástasis a nivel de hueso y otros sitios que podemos utilizar terapia de radiación diferente a la de radioyodo”, determinó el presidente de SPED.
El diagnóstico temprano del cáncer de tiroides “podría evitar la aparición de una presentación más agresiva como lesiones metastásicas y un pobre pronóstico de la enfermedad”. Es así como el doctor García recomienda a sus pacientes realizar un diagnóstico oportuno y evitar futuras manifestaciones.
“Si el paciente tiene algún historial familiar de cáncer de tiroides o si nota alguna lesión o masa en el cuello en su autoexamen, debe buscar ayuda de su médico. El especialista para determinar si esos nódulos necesitan una evaluación más profunda es el endocrinólogo. El endocrinólogo va a determinar por medio de un examen clínico y una sonografía cuán a riesgo está ese nódulo de ser cáncer y la necesidad de realizar una biopsia. No todos los nódulos tiroideos necesitan una biopsia, pero de ser necesaria, del resultado determinamos si es necesario realizar una operación o dar un tratamiento más agresivo”, puntualizó el Dr. José García Mateo en diálogo con MSP.