Gracias a los avances de diversa índole clínica y científica, es posible que pacientes con leucemia y linfoma puedan verse beneficiados en recuperación y efectividad de terapias.
Para la medicina ha sido un reto encontrar tratamientos efectivos y seguros para aquellas condiciones que suelen ser crónicas como el cáncer, es por ello que a través de nuestra plataforma de Medicina y Salud Pública, el doctor Alexis Cruz Chacón, hematólogo-oncólogo del Hospital Auxilio Mutuo, explicó los avances en diagnóstico y tratamiento para el linfoma y la leucemia.
“El diagnóstico de un linfoma o leucemia se basaban únicamente en lo que el patólogo creía en el microscopio, en la morfología, (...) la forma y marcadores de la célula que solo se podían pintar con inmunocitoquímico.(...) Actualmente, la citogenética y las mutaciones han tomado un rol importante en el diagnóstico, existen tipos de leucemia y linfoma que no solo dependen de la morfología sino de alguna anormalidad genética”, explicó el doctor.
Los llamados “tumores de la sangre” como la leucemia y el linfoma, son afecciones que se desarrollan por una irregularidad celular hematológica, por lo que varios estudios han estado dirigidos en terapias mucho más eficaces que le permitan al paciente mejorar su pronóstico y calidad de vida.
En el caso del linfoma, los médicos no están seguros de las causas, pero han podido determinar que comienza cuando un glóbulo blanco que combate enfermedades, llamado linfocito, sufre una mutación genética. La mutación le dice a la célula que se multiplique rápidamente, y se crean muchos linfocitos enfermos que continúan multiplicándose.
Por su parte, la causa de la leucemia son generalmente desconocidas, sin embargo, se han identificado diversos factores asociados con un mayor riesgo para su desarrollo:
En un primer momento, la quimioterapia era una alternativa que se usaba para mejorar y frenar el avance de la malignidad, sin embargo, gracias a los avances en la medicina y sobre todo en la rama oncológica, es posible que se usen tratamientos como la terapia dirigida y la inmunoterapia, además del trasplante de médula ósea.
Para que una leucemia aguda ya sea de tipo mieloide o linfoide, la quimioterapia tiene un rol importante, de igual manera para el linfoma, (...) cualquier tratamiento para esas patologías incluía una quimioterapia tradicional. Actualmente, las leucemias crónicas tratadas con terapia dirigida e inmunoterapia no requieren de quimioterapia para controlar a los pacientes”, argumenta el doctor.
Sin embargo, para los estadios de leucemia y linfoma más avanzados, se está teniendo en cuenta incluir este tipo de terapias, ya que aun la quimioterapia sigue siendo eficaz para contrarrestar diversos ámbitos como la proliferación y el avance de la enfermedad.
"Para el tratamiento de linfomas agudos y linfomas más críticos, se está usando poco a poco la terapia dirigida e inmunoterapia,(...) ambas se están incluyendo tanto en el tratamiento inicial como en el tratamiento de rescate. Con el tiempo, estas terapias pueden ser usadas para los estadios más crónicos", sostiene el especialista.
Dr. Alexis Cruz Chacón, hematólogo-oncólogo del Hospital Auxilio Mutuo.
El trasplante siempre ha sido un método usado para aquellos pacientes que presentan diagnósticos graves o avanzados ,ya que este procedimiento suele ser eficaz y sobre todo funcional en el pronóstico y mejoraría de la enfermedad, además, favorece la expectativa de vida, no obstante, en algunos casos, puede ser complementario, ya que tanto la terapia dirigida como la inmunoterapia pueden hacer grandes labores.
"Hay algunos pacientes, sobre todo en la patología de leucemia aguda, dónde es necesario realizar el trasplante como parte del tratamiento, (...) se hace un procedimiento de tipo alogénico, donde las células madre se utilizan; para los linfomas, se requiere de un trasplante autólogo, sin embargo, gracias a la inmunoterapia y a la terapia dirigida, el paciente llega a su trasplante con una enfermedad más controlada", concluyó el Dr. Cruz Chacón.
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