investigadoras puertorriqueñas crean conciencia sobre las expresiones genéticas que pueden alterar la eficacia de los tratamientos, genes asociados al desarrollo de distintos tipos de cáncer
Dra. Ivette Suárez Arroyo, de la Escuela de Medicina de la Universidad Central del Caribe, Dra. Yamixa Delgado, del Departamento de Bioquímica de la Escuela de Medicina Escuela de Medicina San Juan Bautista y Yancy Ferrer Acosta
Belinda Z. Burgos
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
Los medicamentos contra el cáncer más comunes como lo son el cisplatino, doxorrubicina, paclitaxel y fluorouracilo han desarrollado resistencia a las células cancerosas, en sus distintos mecanismos de acción y la variación en las expresiones genéticas que pueden afectar tipos específicos de cáncer.
Por tal razón, investigadoras puertorriqueñas se dieron a la tarea de viajar en las páginas más profundas de la literatura científica para desarrollar un arma clínica que ayude a científicos, médicos, profesionales de la salud y pacientes a estar conscientes de las sobre-expresiones genéticas que pueden alterar la eficacia de tratamientos, los genes asociados al desarrollo de distintos cánceres y sobre todo, la importancia de promover tratamientos no citotóxicos y más específicos hacia la actividad tumoral registrada, como lo son los medicamentos desarrollados a base de nanopartículas.
En esta colaboración científica se unen: Zally Torres Martínez, del Departamento de Química de la Universidad de Puerto Rico; Dra. Yamixa Delgado, del Departamento de Bioquímica de la Escuela de Medicina San Juan Bautista; doctoras Yancy Ferrer Acosta e Ivette Suárez Arroyo, ambas de la Escuela de Medicina de la Universidad Central del Caribe (UCC), entre otros autores pertenecientes al Departamento de Neurociencia de la misma institución.
El estudio fue publicado recientemente en la revista “Cancer Drug Resistance”. Cabe destacar que, tal cual la resistencia de antibióticos se convirtió hace años en un problema de salud pública, asimismo la resistencia de terapias contra el cáncer han afectado la prognosis contra estas enfermedades en distintas poblaciones de pacientes, a causa de, por ejemplo, mutaciones genéticas.
“Fueron más de 232 publicaciones analizadas donde quisimos buscar las brechas”, quien se ha destacado en trabajos científicos en el área de la resistencia de drogas al cáncer. Nuestra intención es que tanto los médicos como los investigadores, incluyendo pacientes, supieran en una sola pieza científica cuáles son los genes principales que influyen sobre el desarrollo de una variedad de cánceres en distintos órganos y promuevan su resistencia a tratamientos por parte de estos tumores”, explicó en primera parte la doctora Delgado en entrevista con Medicina y Salud Pública (MSP).
“Parte de mi experiencia es con vehículos de entrega de drogas, como las nanopartículas, incluimos en este trabajo cómo estos sistemas de entrega de drogas pueden ayudar a disminuir esta resistencia conferida con las quimioterapias regulares que conocemos”, añadió.
Por su parte, la Dra. Suárez enfatizó que la medicina del presente se está moviendo a combinar terapias contra el cáncer para evitar la resistencia o, buscar alternativas y herramientas para que la misma sea aún más específica, como por ejemplo el uso de nanopartículas, favorecidas científicamente por figurar como herramientas no citotóxicas.
“Por ejemplo, el medicamento cisplatino es un tratamiento aprobado de primera línea para cáncer de pulmón hace años, pero es conocido la resistencia de pacientes a este tratamiento. Esto hace que aunque en un principio el tumor disminuya, la resistencia creada luego no haga efecto sobre el mismo”, sostuvo por su parte la Dra. Ferrer.
“Estas herramientas le ofrecen a los investigadores el poder conocer todos estos genes de resistencia que se activan con distintos tratamientos como por ejemplo, el cisplatino”, enfatizó.
De hecho, el artículo describe cómo la Administración Federal de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado drogas a base de nanopartículas a base de nanopartículas de material orgánico, de polímero, liposomas (se comparan con pequeñas burbujas de fácil absorción), entre otros.
A modo de ejemplo, el artículo menciona a los genes CHD4, p53, MDRI, BRCA1 y BRCA2, GLIPR1, EGFR, entre otros, como aquellos que de mutar, pueden dar pie al desarrollo de distintos cánceres o promueven la resistencia a tratamientos.
“Con esto pueden modificar los tratamientos o reemplazarlos por otros si conocen ya que un paciente tiene alguno de estos genes mutados y que los pacientes no desarrollen resistencias a terapias”, concordaron.
El desarrollo de nuevas modalidades terapéuticas no citotóxicas constituyen la nueva modalidad de hacerle frente a este problema de salud pública.
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