Los exámenes anuales son vitales para el tratamiento oportuno.
En entrevista exclusiva con la Revista de Medicina y Salud Pública, dos destacados especialistas explicaron a detalle los procesos de aparición y diagnóstico del cáncer de próstata, una condición que, pese a no ser frecuente, ha aumentado en Puerto Rico.
En este sentido, el Dr. Gilberto Ruiz Deyá, urólogo, destacó que esta condición no presenta síntomas, y que de presentarse significa que ya está avanzado, y que además intervienen factores genéticos y epigenéticos.
“Por muchos años, se pensaba que era la genética era el mayor factor de riegos, pero encontraron que también lo es la epigenética. Y la epigenética es que muchas de las cosas que hacemos pueden afectar a los genes, como por ejemplo la alimentación, estilo de vida y el agente naranja, eso aumenta el riesgo, entonces tenemos la genética y los agentes externos haciendo que nuestros genes trabajen como no tienen que trabajar”, explicó.
En Estados Unidos, el 12 por ciento de la población padece cáncer de próstata, y en Puerto Rico, el 39 por ciento, incluso en la Isla, el cáncer de próstata supera al cáncer de colón y representa el 18 por ciento de muertes por cáncer.
Hace unos años se escribió un estudio, donde se comparó la incidencia de cáncer de próstata entre las diferentes razas y la mortalidad de cáncer de próstata y se encontró que la mortalidad más alta, de hecho, existía en los puertorriqueños. “Es decir, nuestra incidencia es mayor que en los anglosajones y afroamericanos en Estados Unidos”.
“Tenemos que tener en consideración que el cáncer de próstata no tiene síntomas al comienzo de la enfermedad y lo ideal es encontrar ese cáncer antes de los síntomas. Sin embargo, hay señales que los pacientes pueden identificar como titubeo al orinar y la frecuencia inusual, pero la mayor parte del tiempo esto no sucede”, dijo.
Por esa razón, para el especialista es importante que el paciente se haga la prueba rectal una vez al año y un PCA, para detectar antes de que haya síntomas, porque sí lo detectamos a tiempo es un cáncer que se puede curar.
Uno de los problemas que enfrentan los especialistas, es que estos síntomas se pueden confundir con infecciones o una obstrucción por crecimiento de la próstata, pero si no lo buscamos no lo vamos a encontrar, por lo que un examen a tiempo puede salvar vidas.
En el proceso diagnóstico, según indicó el especialista, es importante la medicina de precisión, un término que en estos casos, ya que entre un 15 y 20 por ciento de los pacientes pueden tener tumores en áreas que usualmente no se realiza la biopsia. Por esa razón destacó la labor de los radiooncólogos, quienes se encargan en gran medida del proceso de cernimiento.
“Cuando encontramos un tumor en una cápsula, eso se traduce en que los podemos curar. Dividimos los pacientes en grupos de alto riesgo o riesgo moderado. Lo más importante es estratificar y a través de la biopsia realizar el diagnóstico temprano, porque en estos casos hay opciones de tratamientos asertivas que limitan el alcance de las células”, dijo.
Diagnóstico oportuno del Cáncer de Próstata
El Dr. Juan Ramos, radiólogo, indica que el sonograma para diagnosticar si la próstata está grande o no, también efectúa estudios para verificar si hay metástasis o si esta se ha esparcido por el cuerpo, pero este se realiza cuando ya hay un diagnóstico de cáncer.
"El estudio que más se practica hoy día es el emaray prostático, el cual, por diferentes secuencias, permite detectar si hay un cáncer agresivo o no, de próstata", dijo.
Agregó que este estudio es similar al de la mamografía y también se clasifica del 1 al 5. Para realizar este estudio, la máquina debe ser la adecuada, es decir, la que tenga mayor capacidad, ya que se requiere de una resolución bien específica y un alto detalle para ver la próstata y las glándulas por dentro. No todas las máquinas tienen la capacidad de reflejar estas imágenes, destaca Ramos.
La tecnología está basada en secuencias especializadas, pues, se pueden presentar pequeños nudos, pero malignos, por lo que lo más recomendable es diagnosticarlo temprano. El emaray permite detectar el tamaño, la localización (si está en área periferal, central, posterior, anterior), si el nódulo invadió la cápsula, salió fuera de la glándula, si invade los vasos sanguíneos adyacentes o si es un tumor agresivo. También, se observa si tiene metástasis o adenopatías. Este primer paso es importante porque influirá en el posterior tratamiento.
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