Al realizar resonancias magnéticas, los investigadores observaron que, a medida que se recuperaba el control sobre sus extremidades posteriores, se activaba intensamente el hipotálamo lateral.
Un avance científico abre nuevas opciones para personas con movilidad limitada a causa de lesiones medulares.
Un equipo de investigadores suizos, liderado por el neurocientífico Gregoire Courtine y la neurocirujana Jocelyne Bloch, ha logrado que dos pacientes con la médula espinal parcialmente seccionada recuperen la capacidad de caminar, utilizando una técnica que activa el hipotálamo lateral mediante estimulación cerebral profunda (ECP).
Esto, publicado en Nature Medicine, está dando a conocer el papel inesperado de esta diminuta región del cerebro en el control locomotor y representa un punto de inflexión en la investigación neurológica y la rehabilitación de lesiones medulares.
Con un peso de apenas cinco gramos, el hipotálamo es conocido por su papel en funciones esenciales como la regulación de la temperatura, el hambre, el ritmo cardíaco y las motivaciones.
Sin embargo, hasta este estudio, su relación con el aparato locomotor era desconocida. Según Jordan Squair, coautor del estudio y miembro del centro NeuroRestore, "el descubrimiento del papel del hipotálamo lateral en la recuperación de la marcha fue posible gracias a la investigación básica que mapeó el cerebro tras una lesión medular".
El hallazgo se dio inicialmente en ratas con lesiones parciales en la médula espinal. Al realizar resonancias magnéticas, los investigadores observaron que, a medida que los animales recuperaban el control sobre sus extremidades posteriores, se activaba intensamente el hipotálamo lateral.
Esta región cerebral mostró una conexión clave con la médula espinal a través de un conjunto de neuronas que modulan el glutamato, un neurotransmisor crucial para la comunicación neuronal.
El paso siguiente fue trasladar esta técnica experimental a humanos. El equipo implantó electrodos en el hipotálamo lateral de dos pacientes, quienes también participaron en un programa de rehabilitación intensiva de seis meses. El resultado fue sorprendente: ambos lograron caminar nuevamente, incluso tras años de movilidad reducida.
La primera paciente reaccionó de inmediato a la estimulación, diciendo: "Siento mis piernas". Al intensificar los impulsos eléctricos, añadió: "¡Siento la necesidad de caminar!. Esta respuesta confirmó que los electrodos estaban activando la región correcta, a pesar de que nunca antes se había relacionado con el control motor en humanos.
El segundo paciente, Wolfgang Jäger, de 54 años, llevaba en silla de ruedas desde 2006 tras un accidente de esquí que casi seccionó por completo su médula espinal. Después de meses de estimulación y rehabilitación, Jäger pudo caminar pequeños tramos y subir escaleras. Aunque aún depende de apoyos, describió su experiencia como "una gran sensación de independencia".
Es un gran avance, pero tiene limitaciones. Bloch explicó que esta técnica solo es efectiva en lesiones medulares parciales, ya que requiere conexiones residuales entre el cerebro y la médula para funcionar. "Este tratamiento no será útil en casos de secciones completas de la médula espinal", aclaró la experta.
No obstante, uno de los aspectos más prometedores del estudio es que, tras apagar los electrodos, las mejoras en la movilidad se mantuvieron. Esto sugiere que la estimulación cerebral puede desencadenar procesos de reorganización neuronal que persisten más allá del tratamiento activo.
El doctor Antonio Oliviero, jefe de Neurología del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, destacó el descubrimiento del papel modulador del hipotálamo, aunque planteó interrogantes sobre si este mecanismo mejora las conexiones existentes o promueve su regeneración.
Por su parte, Eduardo Fernández, director del Grupo de Neuroingeniería Biomédica del Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández, mencionó que el estudio es un ensayo piloto con solo dos pacientes, lo que requiere investigaciones adicionales para confirmar su efectividad y determinar qué tipo de lesiones podrían beneficiarse más.
Courtine y Bloch planean ampliar el ensayo a un mayor número de pacientes e integrar la estimulación cerebral profunda con implantes en la médula espinal, una tecnología que su equipo ya ha probado en estudios previos.
Según Courtine, "la combinación de estos enfoques ofrecerá una estrategia de recuperación más integral para los pacientes con lesiones medulares".
Aunque aún queda camino por recorrer antes de que esta técnica pueda implementarse de manera generalizada, el estudio demuestra el potencial para renovar la esperanza de quienes enfrentan los desafíos de la paraplejia y la tetraplejia.
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