La encefalopatía TDP-43 relacionada con la edad es un trastorno cognitivo común, similar a la enfermedad de Alzheimer, pero frecuentemente no diagnosticado.
El alzhéimer es la forma más común de demencia en el mundo, afectando a aproximadamente 6.7 millones de estadounidenses.
Sin embargo, otro trastorno cognitivo con síntomas muy similares, conocido como encefalopatía TDP-43 relacionada con la edad y predominante en el sistema límbico (LATE), es a menudo confundido con el Alzheimer, lo que lleva a diagnósticos erróneos.
Aunque LATE es un trastorno cognitivo bastante prevalente en personas mayores, su falta de reconocimiento es alarmante.
Según los expertos, más del 25% de las personas mayores de 80 años padecen LATE, un trastorno que no solo contribuye a la pérdida de memoria, sino que también acelera el progreso del alzhéimer cuando ambos trastornos coexisten.
A pesar de compartir varios síntomas con el alzhéimer, como la pérdida de memoria y el deterioro cognitivo, LATE se distingue por cambios específicos en la proteína TDP-43 en el cerebro.
En muchos casos, LATE coexiste con las características del Alzheimer, como la acumulación de placas de beta amiloide y enredos de tau, pero su evolución tiende a ser más lenta. No obstante, cuando ambas condiciones están presentes, LATE puede acelerar el curso de la enfermedad.
Hasta hace poco, no existían criterios claros para diagnosticar LATE, lo que significaba que solo se podía identificar en autopsias post-mortem.
Sin embargo, un reciente informe publicado en Alzheimer´s & Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association subraya la necesidad urgente de establecer criterios más objetivos para diferenciar LATE de otras formas de demencia.
Según David Wolk, profesor de neurología en la Universidad de Pennsylvania, los nuevos criterios propuestos permitirán a los médicos identificar la enfermedad de manera más precisa y mejorar los tratamientos disponibles.
Aunque aún no existe una prueba definitiva para medir LATE, los nuevos criterios ofrecen una guía para que los médicos puedan evaluar la probabilidad de esta enfermedad.
Rebecca M. Edelmayer, vicepresidenta de compromiso científico en la Alzheimer´s Association, señala que los avances en biomarcadores en el futuro permitirán una diferenciación más clara entre todos los tipos de demencia, lo que abrirá la puerta a un enfoque más personalizado para el tratamiento y la atención de los pacientes.
Además, estos nuevos criterios representan un paso importante para orientar futuras investigaciones sobre la enfermedad y mejorar la calidad de vida de quienes padecen LATE.
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