Si bien el fallo renal agudo es reversible, puede afectar considerablemente la calidad de vida de los pacientes a largo plazo.
La convención anual de la Sociedad Puertorriqueña de Nefrología es reconocida como el evento científico más importante en esta disciplina en la isla.
"Es una actividad muy buena porque no solamente contamos con los médicos nefrólogos de Puerto Rico que ofrecen conferencias, sino que anualmente también traemos expertos internacionales que vienen a aportar al conocimiento de la nefrología", comentó el Dr. Melvin Bonilla, nefrólogo pediátrico y secretario-tesorero de la Sociedad Puertorriqueña de Nefrología a la Revista Medicina y Salud Pública.
La importancia de esta reunión radica en la necesidad de actualizarse constantemente en un campo que está en constante evolución, especialmente con la introducción de nuevas pruebas genéticas y técnicas de diagnóstico.
Vea el programa completo aquí.
Según el especialista, en Puerto Rico miles de pacientes padecen enfermedades renales, y la clave está en diagnosticar y tratar esas condiciones en sus etapas iniciales.
"Es importante definir la enfermedad crónica de riñón en sus cinco estadios, y nuestro enfoque cada vez más es prevenir que los pacientes lleguen a la etapa de diálisis," explica.
A pesar de no contar con cifras exactas, se estima que hay miles de pacientes en la isla en distintas etapas de la enfermedad, con un número significativo que requiere diálisis.
Sin embargo, el Dr. Bonilla alertó sobre un fenómeno en crecimiento que preocupa a la comunidad médica: adolescentes previamente saludables están desarrollando fallo renal agudo como resultados del uso frecuente de antiinflamatorios como el ibuprofeno.
"Estamos viendo nosotros en el grupo del hospital pediátrico, no menos de un paciente adolescente al mes que viene con fallo de riñón, secundario a utilizar estos medicamentos", advirtió el especialista.
Los antiinflamatorios no esteroides, comúnmente utilizados para aliviar dolores menores, fiebre e inflamaciones, pueden ser peligrosos si se consumen en exceso, especialmente en combinación con otros factores de riesgo como la deshidratación.
"El uso de estos medicamentos en pacientes deshidratados o con fiebre puede llevar al fallo de riñón, y es una condición que, aunque reversible en muchos casos, puede dejar daños permanentes," explicó el Dr. Bonilla.
Aunque el fallo renal agudo puede ser tratado, el daño inicial al riñón puede tener repercusiones a largo plazo.
"Lo importante de esto es que aunque es agudo, una vez yo tengo un fallo de riñón y hubo un daño, aunque ya recupere, quedó un daño. Si en el futuro tengo otro, ya son insultos añadidos y aumenta el riesgo de problemas serios".
Dicho esto, el especialista hizo un llamado a la educación y concienciación sobre el uso de estos medicamentos, especialmente entre los jóvenes y sus familias.
"La disponibilidad de estos medicamentos over-the-counter hace que muchos los utilicen sin entender los riesgos asociados. Es crucial que tanto pacientes como profesionales de la salud sean conscientes de los peligros que conlleva su uso inadecuado".
