Durante las festividades, el exceso de alimentos ultraprocesados, sal y alcohol puede causar deshidratación y dañar la salud renal.
En una entrevista exclusiva de la revista Medicina y Salud Pública con la Dra. Laura Pineda, nefróloga y pediatra de la Clínica Farallones de Cali Colombia, advierte sobre los riesgos de la deshidratación, el exceso de sal, alcohol y proteínas, y la importancia de mantener hábitos saludables desde la infancia.
En este contexto, la Dra. Laura Pineda recalca la importancia de los riñones, órganos vitales para el control de los desechos corporales y la regulación de sustancias clave para el organismo.
"Los riñones se encargan de controlar los desechos de nuestro cuerpo, toda la sangre de nuestro cuerpo pasa por los riñones y ellos se encargan de filtrar y tomar lo que a nosotros nos sirve y desechar lo que a nosotros no nos sirve, son importantes en la absorción del calcio, en la vitamina D, y también en prevenir la anemia", explica la especialista.
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Los riñones se encargan de filtrar la sangre de nuestro cuerpo. Entonces, en estas festividades, aumenta el consumo de dietas ricas en sal, fósforo, ultraprocesados, embutidos y poca ingesta de agua. El consumo de alcohol también contribuye a la deshidratación.
"Todos estos excesos tienen un impacto directo en el riñón porque el riñón tiene que trabajar mucho más de lo que estaba acostumbrado", añade la doctora Pineda.
El consumo excesivo de alcohol, un fenómeno habitual durante las celebraciones, puede deshidratar el cuerpo, lo que a su vez afecta la función renal. La Dra. Pineda explica que el alcohol provoca una vasoconstricción renal, lo que disminuye la capacidad de los riñones para filtrar adecuadamente la sangre.
La vasoconstricción, es el estrechamiento (constricción) de vasos sanguíneos por parte de pequeños músculos en sus paredes. Cuando los vasos sanguíneos se constriñen, la circulación de sangre se torna lenta o se bloquea.
"El exceso de alcohol genera deshidratación, porque son sustancias ricas en sodio, lo que hace que salga agua dentro de las células y genere una deshidratación. Esto provoca una vasoconstricción renal, lo que impide una adecuada filtración", asegura la especialista.
"Es común ver pacientes deshidratados por el exceso de alcohol durante las festividades, especialmente aquellos que padecen lo que conocemos como 'guayabo' en Colombia", afirma. Por lo cual se recomienda, si va a ingerir alcohol, también debe tomar agua en paralelo para evitar la deshidratación.
Además, la Dra. Pineda advierte sobre los efectos a largo plazo de la obesidad y el exceso de proteína en la salud renal. Aunque la obesidad se asocia con hipertensión, diabetes y problemas de lípidos, también puede afectar directamente la función renal.
El consumo elevado de proteínas, especialmente entre los jóvenes que siguen dietas "fitness", puede sobrecargar los riñones.
"La obesidad genera mayor hipertensión, diabetes y trastornos en los lípidos, lo que afecta la formación de los vasos renales y aumenta la resistencia a la filtración renal", explica. "También se ha demostrado que la obesidad está relacionada con un aumento en la eliminación de proteínas en la orina, lo que daña el tejido renal a largo plazo", subraya.
Asimismo, la ingesta excesiva de proteína en polvo, es un hábito común entre los adolescentes que buscan mejorar su musculatura, también es un factor de riesgo para los riñones.
"El consumo excesivo de proteínas también afecta la salud renal. Es algo que está aquejando mucho a nuestros jóvenes, quienes van al gimnasio y consumen grandes cantidades de proteína para ayudar en la formación de músculo", advierte la Dra. Pineda.
Para la Dra. Pineda, la clave para prevenir enfermedades renales a largo plazo está en los hábitos adquiridos desde la infancia. "Cuando empezamos a formar hábitos saludables en nuestros niños, eso nos va a garantizar un adulto sano. A veces desestimamos la obesidad infantil, pero está demostrado que la obesidad en los niños también genera hipertensión y diabetes tipo 2", señala.
De acuerdo con la especialista, es esencial evitar alimentos con exceso de sodio y fomentar la actividad física en los niños, ya que estas medidas pueden prevenir enfermedades renales en el futuro.
"Si en un adulto, en pocos años, la obesidad puede terminar dañando los riñones, imagínate a nivel de los niños. Los niños que presentan estas comorbilidades podrían llegar a la adolescencia con insuficiencia renal", agrega.
La Dra. Pineda también destaca la importancia de estar atentos a las señales de alarma que indican un problema renal.
"La orina es una sustancia clave para saber cómo están funcionando nuestros riñones. Si se observan cambios como orina espumosa o de color rojizo, es necesario consultar a un nefrólogo", advierte. "También, los edemas en las piernas, la cara o la zona genital son señales de que el riñón no está filtrando adecuadamente", añade.
De igual forma, además de los cambios y disminución de la orina, la sed excesiva, los edemas (hinchazón) en ciertas zonas y dolor lumbar, pueden ser signos de disfunción renal.
La Dra. Pineda hace énfasis en la importancia de la hidratación: "El agua es vital para el cuerpo, no es reemplazada ni por gaseosas ni por refrescos"
Por último, en pacientes con condiciones renales, la ingesta de proteínas debe ser cuidadosamente controlada. "Cuando un paciente ya tiene una condición renal, debe limitar la ingesta de proteínas. En los niños, la proteína no debe ser eliminada, pero sí ajustada según la edad", concluye.