Esto abre la puerta al desarrollo de nuevos biomarcadores y terapias neuroprotectoras que detecten de forma precoz a las personas afectadas.
El obtener estos medicamentos, según los investigadores, ayudaría a enfocarse en los aspectos negativos de las condiciones.
La alicina inhibe la proliferación de células que propagan el cáncer de colon y la luteolina ayuda a prevenir el cáncer y las enfermedades cardíacas, según algunos estudios.