¿Por qué sangre y proteína en la orina son señales que identifican inflamación en el riñón?

Las infecciones renales en las cuales el síntoma más persistente es la fiebre, son relativamente frecuentes durante los primeros dos años de vida de los niños. Estas pueden provocar un considerable daño renal irreversible si no se manejan adecuadamente.

Katherine Ardila

    ¿Por qué sangre y proteína en la orina son señales que identifican inflamación en el riñón?

    En el ámbito de la pediatría, uno de los problemas de salud más críticos pero a menudo pasados por alto es la salud renal debido a su variedad de síntomas no específicos. Para abordar esta importante cuestión, en la Revista MSP conversamos con el Dr. Melvin Bonilla, un destacado nefrólogo pediátrico, sobre las causas más comunes de los problemas renales en los niños y su diagnóstico.

    ¿Cuáles son los problemas renales más comunes en niños?

    Según el Dr. Bonilla, la causa más común por la que un niño es referido a su consultorio es la presencia de sangre (hematuria) o proteína (proteinuria) en la orina. Estos hallazgos suelen descubrirse durante exámenes rutinarios de orina. "La mayoría de esos niños no tienen una condición seria", explica el Dr. Bonilla. "Sin embargo, puede ser el primer signo de una enfermedad renal grave. Nuestro rol es detectar a aquellos que pueden tener una enfermedad renal que, si bien apenas está comenzando, si no se detecta a tiempo puede llevar hasta el fallo de riñón."

    Puedes ver la entrevista completa aquí.

    ¿Qué es la hematuria y proteinuria?  Señales de alerta

    La hematuria se define como la presencia de sangre en la orina y puede presentarse de dos formas principales: macrohematuria y microhematuria. La macrohematuria, también conocida como hematuria macroscópica, se caracteriza por la presencia de sangre en la orina que es visible a simple vista. La orina puede aparecer de color rosado, rojo o parduzco.

    Por otro lado, la microhematuria, o hematuria microscópica, se refiere a la presencia de sangre en la orina que no es visible a simple vista y solo puede detectarse mediante un análisis de laboratorio. "No es sangre que los padres ven" comenta el Dr., "en la hematuria microscópica, en la mayor parte de pacientes, hablamos de una condición benigna que ocurre tanto en niños y en adultos" dijo. "Yo le he explicado a los padres esto: Significa que no es nada serio, que se va a morir de viejo y no de problemas en los riñones". 

    "Sin embargo, La hematuria microscópica asintomática, puede ser también el primer signo de que este paciente tenga alguna enfermedad de riñón que puede ir desde un tumor en el riñón, obstrucción, quistes en el riñón, o también puede ser el primer signo de lo que llamamos una glomerulonefritis ( inflamación de los glomérulos, los filtros pequeños de los riñones que eliminan el exceso de líquido y desechos del torrente sanguíneo a través de la orina. Puede ser aguda, apareciendo de repente, o crónica, desarrollándose progresivamente)" explica el Dr. Bonilla. 

    De manera similar, la proteinuria, o presencia de proteínas en la orina, puede ser un hallazgo benigno, especialmente en adolescentes con proteinuria ortostática. Sin embargo, también podría indicar enfermedades renales graves que requieren una evaluación y tratamiento detallados.

     Por ejemplo, la proteinuria ortostática es común en adolescentes y ocurre cuando están de pie, desapareciendo al estar acostados. Sin embargo, si la proteinuria es persistente, el pronóstico cambia ya que existe una relación directa entre la cantidad de proteína en la orina y la posible lesión renal. La proteinuria persistente es el primer indicador de una enfermedad renal silente.

    En casos donde se detecta sangre y proteína en la orina simultáneamente, puede ser un signo alarmante de inflamación renal "cuando uno tiene una orina que tiene sangre y proteína, las 2 cosas juntas, usualmente identifica una inflamación en el riñón e identifica una nefritis que puede progresar" explicó.

    Es crucial identificar temprano a estos pacientes para prevenir complicaciones futuras, especialmente en niños que presentan retraso en el crecimiento, lo cual es común en aquellos con enfermedades renales.

    Sintomatología de las infecciones urinarias y malformaciones renales

    Las infecciones urinarias, especialmente con fiebre, son relativamente comunes en los niños y pueden causar daño renal permanente si no se tratan adecuadamente. "Especialmente en esos 2 primeros años de vida, tienen una peculiaridad importante con la infección urinaria con fiebre llamada pielonefritis" dice el Dr. Bonilla. "Estamos hablando de una infección que afecta al riñón directamente. Esta infección le puede dejar cicatrices al niño y dejar un daño permanente".

    Este es un tipo de infección de las vías urinarias que puede comenzar en la uretra o en la vejiga y propagarse a uno o ambos riñones. Los síntomas de una infección renal incluyen fiebre, escalofríos, dolor o escozor al orinar, necesidad de orinar con frecuencia y una necesidad intensa y persistente de orinar. A menudo, estos niños tienen malformaciones congénitas del tracto urinario.

    Por otro lado, los cálculos renales, aunque menos comunes en niños que en adultos, también son una preocupación. "En Puerto Rico son comunes quizá por nuestro clima cálido" comenta el Dr. Bonilla. Los cálculos renales pueden presentarse con síntomas que incluyen un dolor intenso en la parte baja de la espalda o en el costado, que a menudo se irradia hacia el abdomen y la ingle. Este dolor puede ser agudo y aparecer en oleadas, conocido como cólico renal. Además, es común experimentar náuseas, vómitos y notar sangre en la orina, lo que se conoce como hematuria.

    Otros síntomas pueden incluir dificultad y dolor al orinar, necesidad frecuente y urgente de orinar, y la presencia de orina turbia o con mal olor, esto puede variar en intensidad dependiendo del tamaño y la ubicación del cálculo dentro del tracto urinario. 

    Sin embargo, el Dr. también comenta sobre la importancia de una evaluación metabólica completa en todos los niños con cálculos renales para identificar la causa subyacente y prevenir recurrencias.

    ¿Es posible identificar daños renales en niños que aún no nacen? 

    El fallo renal en bebés que aún no han nacido puede ser detectado mediante sonogramas prenatales, una herramienta crucial que permite identificar anomalías o problemas en el desarrollo renal antes del nacimiento. "Cuando la mamá está embarazada, estos pacientes se van a detectar con un sonograma prenatal... Nosotros queremos verlo antes de nacer para intervenir y darle recomendaciones - a los padres -." argumenta el experto. En casos donde se confirma daño renal antes del nacimiento, es esencial derivar al paciente a centros especializados con equipos de nefrología y urología pediátrica, donde se pueda iniciar un manejo intensivo desde temprano para minimizar complicaciones a largo plazo.  

    Centros médicos especializados, como el Centro Médico de Puerto Rico, ofrecen un entorno donde se puede proporcionar atención intensiva y tratamiento especializado desde las etapas iniciales de la vida del paciente. Esto incluye estrategias para gestionar y, en algunos casos, revertir el daño renal potencialmente grave que podría surgir durante el desarrollo fetal.

    Asimismo, otro síntoma de alerta en los bebés, con el que el  experto concluye, es la falla en el crecimiento de los niños, "niños que no están creciendo bien, es un signo bien común de pacientes que tienen enfermedad de riñón". 

    Fuentes complementarias aquí y aquí



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