El implante fue colocado de manera incorrecta, lo que facilitó su desplazamiento. En lugar de permanecer en la capa subcutánea del brazo, el dispositivo ingresó a una vena y comenzó un viaje inusual a través del cuerpo.
Un caso médico inusual ha captado la atención de la comunidad médica internacional: una mujer en Inglaterra descubrió, seis años después de haberse colocado un implante anticonceptivo en el brazo, que el dispositivo había migrado hasta su pulmón.
Este sorprendente suceso, documentado en un informe publicado en BMJ Case Reports, revela cómo un error en la colocación del implante permitió que este viajara a través del torrente sanguíneo y se alojara en una arteria pulmonar. El caso no solo es llamativo por la trayectoria del implante, sino también porque la paciente no presentó síntomas graves a pesar de la ubicación del dispositivo.
La paciente, una mujer de aproximadamente 40 años, acudió al médico después de notar que ya no podía palpar la varilla subdérmica en el lugar donde inicialmente se la habían insertado.
Los implantes anticonceptivos, como el que ella recibió, son pequeñas varillas flexibles que se colocan bajo la piel del brazo y liberan hormonas para prevenir embarazos. Sin embargo, en este caso, algo salió mal.
Según el informe, el implante fue colocado de manera incorrecta, lo que facilitó su desplazamiento. En lugar de permanecer en la capa subcutánea del brazo, el dispositivo ingresó a una vena y comenzó un viaje inusual a través del cuerpo.
El estudio, realizado por especialistas del Hospital Universitario de North Midlands NHS Trust en Inglaterra, detalló el sorprendente recorrido del implante. Después de ingresar a una vena del brazo, el dispositivo viajó a través del torrente sanguíneo, pasando por la aurícula y el ventrículo derechos del corazón, hasta llegar a la arteria pulmonar izquierda.
Finalmente, el implante se alojó en la rama segmentaria anterobasal del pulmón, donde permaneció durante años sin ser detectado.
Lo más llamativo del caso es que la paciente había notado cierto movimiento en el implante apenas una semana después de la inserción, pero no lo reportó a su médico. En los primeros meses, experimentó alteraciones en su ciclo menstrual, aunque con el tiempo sus períodos se regularizaron, lo que hizo que no le prestara mayor atención a la situación.
Fue solo años después, cuando notó que el implante ya no estaba en su brazo, que decidió buscar ayuda médica.
Tras identificar la ubicación del implante mediante una radiografía, los médicos se enfrentaron a una decisión complicada. Aunque el dispositivo estaba alojado en una arteria pulmonar, la paciente no presentaba síntomas ni signos de inflamación.
Después de evaluar los riesgos y beneficios, se le ofreció la opción de someterse a una cirugía para extraerlo. Sin embargo, la mujer optó por no intervenir, ya que no experimentaba molestias significativas.
Para asegurarse de que el implante no continuara desplazándose, los médicos realizaron una tomografía computarizada, que confirmó que el dispositivo estaba estable. Como medida preventiva, los especialistas le recomendaron acudir de inmediato en caso de presentar síntomas como dolor en el pecho, dificultad para respirar o expectoración con sangre.
Aunque este caso es inusual, no es el primero de su tipo. Los implantes anticonceptivos subdérmicos son un método de larga duración considerado seguro y efectivo, pero existen registros de migraciones similares.
Según se documentó, entre 1998 y 2019 se reportaron al menos 107 casos en todo el mundo en los que los implantes migraron a otras partes del cuerpo, como los pulmones, el corazón o incluso el hígado.
Entre los principales factores de riesgo que pueden favorecer este tipo de desplazamientos se encuentran la inserción profunda del implante y su colocación en brazos con menor cantidad de tejido graso. Estos casos resaltan la importancia de que los profesionales de la salud sigan estrictamente los protocolos de inserción y que los pacientes estén atentos a cualquier anomalía.
Este caso subraya la necesidad de un seguimiento médico riguroso después de la inserción de implantes anticonceptivos. Aunque son raros, los casos de migración pueden tener consecuencias graves si no se detectan a tiempo.
Los expertos recomiendan que los pacientes palpen regularmente el área donde se colocó el implante para asegurarse de que esté en su lugar. Además, cualquier movimiento o cambio en el ciclo menstrual debe ser reportado inmediatamente al médico.
Por otro lado, este incidente también destaca la importancia de la educación y capacitación de los profesionales de la salud que realizan estos procedimientos. Una inserción adecuada puede prevenir complicaciones y garantizar la seguridad de los pacientes.