Dr. Christian Bravo recibe el Premio al Educador Científico por su iniciativa pionera NeuroBoricuas

NeuroBoricuas no solo se destaca por el objetivo de establecer laboratorios de investigación en escuelas secundarias, sino también, por promover activamente la enseñanza de la neurociencia.

Mariana Mestizo Hernández

    Dr. Christian Bravo recibe el Premio al Educador Científico por su iniciativa pionera NeuroBoricuas

    En el marco de los Premios de Educación y Divulgación Científica, la Sociedad para la Neurociencia (SfN por sus siglas en inglés) ha anunciado que cinco destacados neurocientíficos serán reconocidos por sus contribuciones significativas. Estos premios, que incluyen el codiciado Premio a la Educación en Neurociencia, el eminente Premio al Educador Científico y los elogiables Premios a la Próxima Generación, serán otorgados durante la próxima reunión anual de SfN, Neuroscience 2023.

    El presidente de SfN, Oswald Steward, expresó que, "La Sociedad se siente honrada de reconocer a este grupo creativo de neurocientíficos que trabajan para educar al público sobre la ciencia y combatir la desinformación". 

    "Sus enfoques innovadores, incluidos los juegos y los videos virales de las redes sociales, inspiran no solo a la próxima generación de neurocientíficos, sino también a los no científicos de todo el mundo, brindan experiencia práctica a las comunidades desatendidas y aumentan la comprensión del público sobre la neurociencia", agregó.

    Dr. Christian Bravo Rivera y la psiquiatría

    Uno de los laureados con el prestigioso Premio al Educador Científico es el Dr. Christian Bravo Rivera, director del Laboratorio del Miedo y Placer y profesor del Departamento de Psiquiatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico. El especialista ha sido reconocido por su iniciativa pionera, NeuroBoricuas, que busca estimular el conocimiento de la neurociencia en Puerto Rico.

    NeuroBoricuas: pionero en Puerto Rico y el mundo

    NeuroBoricuas no solo se destaca por su objetivo de establecer laboratorios de investigación en escuelas secundarias, sino también por promover activamente la enseñanza de la neurociencia entre educadores y fomentar colaboraciones fructíferas entre instituciones de investigación y escuelas. La iniciativa ha creado una plataforma única que permite a los estudiantes participar en experimentos prácticos, talleres interactivos y oportunidades de tutoría, generando así un ambiente propicio para el intercambio de ideas y el desarrollo académico.

    En una entrevista, el experto compartió que la iniciativa tuvo sus inicios en 2017, mientras se encontraba en la etapa de postdoctorado. Destacó la sorprendentemente positiva respuesta de colegas y voluntarios, lo que llevó al proyecto a expandirse rápidamente. A lo largo de los años, la iniciativa ha evolucionado, inicialmente centrada en estudiantes de secundaria y posteriormente ampliando su alcance para incluir a estudiantes universitarios.

    La iniciativa ha cambiado su enfoque conforme pasa el tiempo

    Además, el científico mencionó cómo la iniciativa ha cambiado su enfoque a lo largo del tiempo, inicialmente centrada en impactar a estudiantes de secundaria y posteriormente concentrándose en brindar recursos a estudiantes universitarios. La respuesta entusiasta de estudiantes universitarios que se ofrecieron como voluntarios inspiró la creación de capítulos universitarios en diversas regiones, facilitando esfuerzos de extensión localizados.

    En cuanto a la pregunta sobre cómo equilibra su investigación con las actividades de divulgación y organización, el galeno destacó la importancia de contar con un equipo de investigación sólido en su laboratorio. Resaltó que, mediante la rotación de responsabilidades, todos en el equipo participan activamente en charlas y visitas a escuelas y universidades.

    Impacto de NeuroBoricuas a la comunidad puertorriqueña

    La entrevista concluyó con una reflexión sobre el impacto de NeuroBoricuas en la comunidad. Bravo-Rivera expresó su deleite al descubrir la pasión de los estudiantes no solo por la neurociencia, sino también por la enseñanza de la misma. Se destacó la satisfacción de ver las reacciones de asombro de los estudiantes al aprender conceptos fascinantes de neurociencia, recordando así su propio entusiasmo cuando adquirió esos conocimientos.

    Al dirigirse a colegas científicos interesados en la divulgación, Bravo-Rivera compartió que su mentor, Gregory J. Quirk, desempeñó un papel fundamental en la configuración de su enfoque, enfatizando la importancia del alcance comunitario.

    "Mi consejo es que encuentres colegas que compartan tu pasión por la divulgación y confíes en que encontrarás personas sedientas de lo que tienes que enseñar", concluyó.


    Fuentes consultadas aquí y aquí.


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