Guía clínica para el diagnóstico y el tratamiento del cáncer gástrico

La guía enfatiza en la importancia de un enfoque multidisciplinario en el manejo del cáncer gástrico, integrando oncólogos, cirujanos, radiólogos y patólogos para asegurar una atención integral y personalizada para cada paciente.

Katherine Ardila

    Guía clínica para el diagnóstico y el tratamiento del cáncer gástrico

    La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ha publicado recientemente una nueva guía clínica para el diagnóstico y tratamiento del cáncer gástrico, una enfermedad que, a pesar de su alta agresividad, muestra una distribución geográfica variable. 

    En España, el cáncer gástrico se clasifica como el décimo más frecuente y el séptimo en términos de mortalidad, destacando la necesidad de un enfoque preciso y actualizado para su manejo.

    Factores de riesgo identificados

    El cáncer gástrico está asociado con varios factores de riesgo bien establecidos. Entre estos se encuentran:

    - Infección por Helicobacter pylori: Bacteria que inflama la mucosa gástrica y está implicada en la carcinogénesis.

    - Uso del tabaco: Fumadores presentan un riesgo significativamente mayor de desarrollar cáncer gástrico.

    - Dieta: Dietas bajas en frutas y vegetales, altas en sal y con elevado consumo de carne procesada aumentan el riesgo.

    - Consumo de alcohol: Contribuye a la aparición de cáncer gástrico, especialmente en grandes cantidades.

    - Infección por virus de Epstein-Barr: Se ha relacionado con algunos casos de cáncer gástrico.

    - Obesidad: Aumenta el riesgo de desarrollo de la enfermedad.

    - Reflujo gastroesofágico: Condición crónica que puede predisponer a la enfermedad.

    Estrategias de diagnóstico para el cáncer gástrico 

    Se realiza principalmente mediante una endoscopia digestiva alta, ya que permite la visualización directa del estómago y la toma de biopsias, cuya precisión mejora con la toma de múltiples muestras. Además se realiza una tomografía computarizada, ecoendoscopia, PET-TC y laparoscopia con lavado peritoneal. Estos métodos se utilizan para el estadiaje y para descartar metástasis ocultas, especialmente en estadios potencialmente resecables (IB-III y cT3-4).

    Tratamiento según el estadio

    La guía de SEOM proporciona recomendaciones detalladas basadas en el estadio del cáncer y las características moleculares del tumor:

    1. Enfermedad resecable

       - Estadio inicial sin afectación linfática: La resección endoscópica es recomendada (clase III, nivel de evidencia C) debido a su menor tasa de eventos adversos y estancias hospitalarias más cortas, aunque con una menor tasa de resección completa y una mayor recurrencia. Es esencial un seguimiento endoscópico estrecho para detectar recurrencias tempranas.

       - Localmente avanzado: Se recomienda la quimioterapia perioperatoria seguida de cirugía. La decisión entre gastrectomía subtotal o total depende de la localización y tipo histológico del tumor. La esplenectomía no debería realizarse rutinariamente en cánceres proximales, a menos que haya afectación del bazo o adenopatías hiliares extensas, ya que aumenta la morbilidad sin mejorar la sobrevida. Es consenso realizar una resección de al menos 15 adenopatías para un estadiaje confiable.

       - Adenocarcinoma de la unión gastroesofágica: El tratamiento incluye quimiorradioterapia seguida de cirugía e inmunoterapia adyuvante con nivolumab, independientemente de la expresión del ligando-1 de muerte celular programada (PD-L1).

    2. Enfermedad metastásica

       - Perfil de biomarcadores: Se recomienda realizar un perfil de biomarcadores y aplicar la puntuación combinada positiva (CPS).

         - PD-L1: Para pacientes con CPS = 5, se sugiere quimioterapia combinada con inhibidores del punto de control inmunitario; CPS = 1, el tratamiento puede incluir pembrolizumab, con un beneficio mayor si el CPS es = 10.

         - HER2: Pacientes con sobreexpresión de HER2 deben recibir quimioterapia junto con inhibidores de HER2, como trastuzumab.

    La guía enfatiza en la importancia de un enfoque multidisciplinario en el manejo del cáncer gástrico, integrando oncólogos, cirujanos, radiólogos y patólogos para asegurar una atención integral y personalizada para cada paciente. Además de plantear un marco actualizado para abordar el cáncer gástrico, optimizando el diagnóstico y el tratamiento y, en última instancia, mejorando los resultados para los pacientes. 

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