El Día de Acción de Gracias, profundamente arraigado en la tradición estadounidense, es una ocasión que fomenta la reflexión sobre las bendiciones personales y colectivas.
Cada año, en la noche del cuarto jueves de noviembre, familias y grupos de seres queridos se reúnen para celebrar una de las tradiciones más emblemáticas de Estados Unidos: el Día de Acción de Gracias. Esta festividad rememora la cena de agradecimiento por la abundante cosecha que compartieron los colonos ingleses y los pueblos indígenas en1621, apenas unos años después de la llegada de los primeros británicos al continente americano.
Aunque la celebración ha evolucionado con el tiempo, sigue siendo una oportunidad para reflexionar sobre las bendiciones recibidas y para estrechar los lazos familiares y comunitarios.
El menú clásico de acción de gracias en la actualidad
El plato principal es el pavo relleno, una pieza grande y jugosa que se cocina al horno, acompañada de un rico relleno de pan y una espesa salsa a base de caldo, conocida como "gravy".
A este suculento pavo se le suman guarniciones igualmente tradicionales, como el puré de papas, la salsa de arándanos, los ejotes (también conocidos como judías o frijoles verdes) y la infaltable tarta de calabaza, que cierra la celebración con un toque dulce. Estos platillos, cada uno con su propia historia y variaciones regionales, componen una cena que no solo sacia el hambre, sino que también simboliza la unión, el agradecimiento y el legado cultural.
¿Es este el menú que realmente compartieron los colonos y los wampanoag en Plymouth, Massachusetts, durante el siglo XVII?
La respuesta es no. Por ejemplo, las papas, originarias de Sudamérica, aún no habían llegado al norte del continente en esa época. Los ejotes, por su parte, fueron incorporados siglos después. Además, el pavo probablemente no formaba parte de la cena original; en su lugar, es más probable que se consumieran aves más pequeñas, como gansos o patos.
Kathleen Wall, especialista en gastronomía del museo histórico viviente Plimoth Patuxet, explicó a la revista *Smithsonian* que la comida de ese primer encuentro incluía aves de caza, maíz en grano para hacer pan o papilla, y venado. Tras su investigación, Wall sugirió que también pudieron haber comido carne de cisnes y palomas migratorias, una especie nativa de América que se extinguió hace más de un siglo.
Existen dos testimonios históricos que detallan el banquete celebrado por los colonos y los wampanoag para celebrar la abundante cosecha, una festividad que no se limitó a una noche, sino que se extendió por tres días.
Uno de los relatos proviene de una carta escrita por el líder político Edward Winslow a un amigo, en la que describe cómo se preparó el festín:
"Cuando tuvimos nuestra cosecha, nuestro gobernador envió a cuatro hombres a cazar aves para que pudiéramos celebrarlo juntos de una manera especial, tras recoger los frutos de nuestro trabajo", relata Winslow. "Los cuatro mataron tantas aves en un solo día que, con algo de ayuda extra, las aves fueron suficientes para alimentar a toda la compañía durante casi una semana."
Winslow continúa describiendo cómo, durante las celebraciones, "ejercitamos nuestras armas, y muchos de los indios se unieron a nosotros, incluyendo a su gran rey Massasoit, quien vino acompañado de unos 90 hombres. Los recibimos y festejamos durante tres días. Ellos salieron a cazar cinco ciervos, que trajeron a la plantación como regalo para nuestro gobernador, el capitán y otros miembros de la comunidad."
El gobernador mencionado por Winslow es William Bradford, quien también dejó un testimonio sobre el evento y lo que se sirvió en la celebración. "Además de aves acuáticas, había una gran cantidad de pavos salvajes, que capturaban en abundancia, así como venado y otros alimentos", comentó Bradford.
Por su parte, Kathleen Wall, especialista en gastronomía, recordó que "las palomas migratorias eran tan abundantes en la década de 1620 que se podía escuchar su vuelo hasta un cuarto de hora antes de verlas. Se dice que un hombre podía disparar al vuelo y derribar hasta 200."
Wall también sugirió que, dado el entorno costero, es probable que el menú incluyera anguilas y mariscos, que eran comunes en la región en esa época.
La forma de cocción
Según Wall, las aves se hervían primero y luego se asaban para terminar de cocerlas. O se asan primero y luego se hierven. Debido a que el asado les da un sabor más agradable, como que las carameliza por fuera y hace que el caldo sea más oscuro, según la especialista.
"En el siglo XVII existía un relleno maravilloso para el ganso que consistía simplemente en castañas peladas", añadió la experta.
La calabaza sí era un ingrediente de la cocina wampanoag, por lo que probablemente estuvo en 1621, aunque no como tarta.
"No tengo ninguna duda de que si un día se asan las aves, los restos se tiran en una olla y se hierven para hacer un caldo al día siguiente. Ese caldo se espesa con cereales para hacer un potaje", dijo.
El Día de Acción de Gracias fue descontinuado al año siguiente del banquete original y no se estableció como una celebración nacional hasta el siglo XIX.
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