La Dra. Alejandra Santiago, directora de la residencia transicional en el Hospital Damas de Ponce, comparte su visión sobre la formación de médicos comprometidos con el cuidado del paciente.
El programa, que incluye rotaciones clínicas generales y un enfoque integral de bienestar, busca prepararlos para una futura especialidad médica bajo principios de calidad, ética y humanismo cristiano.
El Hospital Damas, reconocido centro médico de la comunidad de Ponce, no solo forma a médicos, sino que los prepara para enfrentar uno de los mayores desafíos en la medicina: asumir la responsabilidad directa del cuidado del paciente.
En una conversación exclusiva de la revista MSP, según la Dra. Alejandra Santiago, endocrinóloga y directora del programa de residencia transicional, este es un paso crucial que marca la diferencia entre ser estudiante y convertirse en un profesional de la salud.
"El desafío es asumir la responsabilidad ante el cuidado del paciente, la cual no se tenía cuando se es estudiante de medicina", comentó la Dra. Santiago.
Un enfoque de formación integral y ética
La clave del programa en el Hospital Damas radica en su enfoque holístico, que combina la formación académica de alta calidad con una profunda orientación ética.
La Dra. Santiago explicó que el programa se basa en una "supervisión cercana" y el "buen ejemplo" por parte de la facultad, como pilares fundamentales para que los residentes desarrollen las habilidades necesarias para ejercer la medicina con ética y profesionalismo.
"Lo primero es el role modeling. El ejemplo de parte de la facultad es fundamental en la educación ética y habilidades de comunicación de los residentes", indicó la doctora.
Sumado a eso, el programa tiene un fuerte componente de bioética médica, con una estructura académica que incluye milestones exigidos por el ACME (Accreditation Council for Graduate Medical Education), lo que asegura que los residentes adquieran las competencias necesarias en áreas clave de la medicina.
Innovación tecnológica y bienestar emocional
El Hospital Damas no solo está comprometido con el desarrollo académico de sus residentes, sino también con su bienestar emocional. En este sentido, la institución ha implementado herramientas como la plataforma ACME y cuestionarios de bienestar emocional que los residentes deben completar tres veces al año.
"Los resultados de estos cuestionarios son discutidos con ellos, lo que nos permite identificar áreas de mejora y apoyo", explicó la Dra. Santiago.
Adicionalmente, los residentes tienen acceso a tecnologías de vanguardia, como la plataforma ACP PrepWards, y a la biblioteca virtual de la Ponce Health Science University. Este acceso permite que los médicos en formación estén siempre actualizados con los últimos avances médicos.
Promoviendo un ambiente de trabajo colaborativo, de liderazgo y saludable
El programa también promueve la interacción social entre residentes y personal médico, organizando actividades como los breaks, que fomentan la camaradería y el apoyo mutuo fuera del ambiente laboral.
"Esto nos permite compartir en un ámbito distinto al laboral", comentó la Dra. Santiago, quien enfatizó la importancia de estas actividades para el bienestar general de los residentes.
Una de las metas principales del programa de residencia es preparar a los futuros médicos para roles de liderazgo dentro de sus equipos clínicos.
Según la Dra. Santiago, los residentes asumen responsabilidades y toman decisiones como jefes de equipo, siempre bajo la supervisión de la facultad, lo que les permite desarrollar un liderazgo ético y profesional.
"Ellos ven como tratamos a los pacientes y así nos van a imitar", reflexionó la doctora.
Para la Dra. Santiago, la medicina es una vocación y un servicio. Citando las competencias de profesionalismo del ACME y el LCMI, afirmó que la verdadera esencia de ser médico radica en subordinar el interés personal en beneficio del paciente.
"Aquel estudiante de medicina que es incapaz de subeditar su propio interés en beneficio de los pacientes, equivocó la profesión de médico", concluyó con firmeza.
