Consecuencias de la acumulación de ácido úrico a largo plazo y el impacto de la nutrición en la gota

Los residuos de ácido úrico que no se eliminan, se acumulan en las zonas del cuerpo donde la temperatura es más baja, como el dedo gordo del pie.

María Camila Sánchez

    Consecuencias de la acumulación de ácido úrico a largo plazo y el impacto de la nutrición en la gota

    La gota, por lo general, se relaciona con la inflamación del dedo gordo del pie debido a la acumulación de niveles altos de ácido úrico en la sangre. Sin embargo, esta condición va mucho más allá, y puede llegar a impactar varias partes del cuerpo, incluido los riñones.

    Esta condición ha sido ampliamente descrita a lo largo de la historia, porque era común en la realeza, dado el alto consumo de carnes rojas y vinos, por lo que llegó a ser conocida como "la enfermedad de los reyes".

    Acumulación de ácido úrico

    El ácido úrico se produce ante la descomposición de purinas que realiza el organismo. Los niveles altos de ácido úrico en la sangre, facilitan la formación de cristales de urato que pueden acumularse en las articulaciones generando inflamación y dolor.

    Si bien las purinas son sustancias que naturalmente están presentes en el cuerpo, también se pueden encontrar en algunos alimentos como la carne roja, especialmente en las vísceras, los mariscos, las bebidas alcohólicas y las bebidas azucaradas, por lo que su consumo constante promueve niveles más altos de ácido úrico.

    Este último, por lo general, se disuelve en la sangre y se filtra a través de los riñones. Sin embargo, cuando los niveles de ácido úrico son más altos de lo normal, y los riñones no excretan su totalidad, esta sustancia tiende a generar los cristales de urato.

    Aún así, el Dr. Guillermo Valenzuela, reumatólogo y pasado presidente de la Sociedad de Reumatología de la Florida, explicó para la Revista Medicina y Salud Pública, que esta condición, "en ciertos individuos, es mucho más frecuente debido a un fallo en el que el cuerpo no puede eliminar el ácido úrico".

    Vea el programa completo aquí.

    Etapas de la gota

    Cuando los niveles de ácido úrico comienzan a elevarse, el paciente no presenta ningún síntoma. Luego, los residuos de la sustancia que no se eliminan, se acumulan en las zonas del cuerpo donde la temperatura es más baja y donde la acidez del sistema es más alta.

    "De ahí que los pies, las manos y las orejas sean los sitios más comunes donde estos cristales de ácido úrico se depositan, y al hacerlo pasan a una segunda fase que son los brotes agudos, que es lo que todos conocen como gota".

    Los brotes agudos, que suelen incluir inflamación de las zonas afectadas, tienden a resolverse, y es común que en esta etapa la gente olvide que la gota es crónica. 

    Posteriormente, el paciente entra a la fase de periodos intercríticos, en los que puede no presentar ningún síntoma, para después, alcanzar la gota avanzada, en donde experimenta dolor articular frecuente, y la aparición de protuberancias en estas zonas del cuerpo (tofos).

    Nutrición y gota

    En cuanto a la relación de los alimentos con el desarrollo de esta enfermedad, la Lcda. Vanessa Lopes, nutricionista dietista, mencionó que la dieta es fundamental para esta patología ya que hay alimentos que deben evitarse por completo.

    "Los alimentos ricos en purinas pueden hacer que estas crisis empeoren, por ejemplo las vísceras, como el hígado que la gente consume muchísimo, las carnes rojas, o el paté son alimentos que nos pueden empeorar", mencionó. "Los alimentos con mucha cantidad de purina van a hacer que la enfermedad sea mucho más progresiva o que empeore".

    Consecuencias a largo plazo de la gota

    Riñones: Los niveles altos de ácido úrico se relacionan con la enfermedad renal crónica.

    Corazón: El ácido úrico está relacionado a las enfermedades cardiovasculares.

    Huesos y articulaciones: Los tofos pueden asociarse a lesiones articulares permanentes y erosión ósea.

    Pies: La gota no controlada disminuye la fuerza de los pies y los tobillos.

    Según explica el Dr. Valenzuela, la gota ocasiona "inflamación en los tejidos, fundamentalmente del sistema músculo esquelético, destrucción de los tejidos excepto en el sistema nervioso central".

    Además, el especialista señaló que el ácido úrico se deposita en arterias y se estudia la posibilidad de que contribuya a la inflamación vascular.

    Ahora bien, el manejo farmacológico adecuado de la gota puede mejorar el pronóstico de los pacientes en cuanto a la función renal, muscular, entre otros.

    Más noticias de Reumatología