Se estima que es un trastorno mental poco frecuente, aunque no se sabe a ciencia cierta la cantidad de personas que lo padecen debido a la falta de estadísticas.
El trastorno facticio se trata de una enfermedad mental grave mediante la cual una persona desarrolla la capacidad de fingir enfermedades graves y/o potencialmente mortales con un propósito específico.
Por lo general, los síntomas de este trastorno varían de leves, como la exageración de algunos síntomas, a graves como la manipulación de instrumentos médicos para la distorsión de los resultados de algunos exámenes.
Sin embargo, es importante resaltar que el trastorno facticio (anteriormente conocido como Síndrome de Munchausen) no es lo mismo que fingir afecciones médicas con objetivos prácticos, como una incapacidad médica. Pues quienes padecen esta condición, rara vez entienden la raíz de su comportamiento y no son conscientes de tener un trastorno mental.
La historia de Dee Dee y Gypsy ha sido muy popular desde que la madre de Gypsy, Clauddine "Dee Dee" Blanchard, mencionó en varias ocasiones que su hija padecía múltiples condiciones como epilepsia, apnea del sueño, distrofia muscular e, incluso, anunció que era mentalmente incompetente, por lo que no podía llevar una vida normal.
Del mismo modo, la alimentaba por sonda, la mantenía en silla de ruedas aún cuando Gypsy no tenía ningún problema a la hora de caminar; le impedía hablar con los médicos que la atendían y cambiaba de especialistas cuando estos no le hallaban la razón.
De esta forma, Dee Dee obtuvo beneficios materiales y económicos de importantes organizaciones, vecinos y amistades. Sin embargo, este caso terminó en un fatídico homicidio perpetrado hace 8 años por la entonces pareja de Gypsy, quien fue diagnosticado con un trastorno del espectro autista nivel 2.
Dentro de los signos que se pueden tomar en cuenta para la detección de este trastorno, van desde la simulación y producción de algunas enfermedades, o la exageración de síntomas y discapacidades para engañar a otras personas.
Sin embargo, estas personas tienden a poseer amplios conocimientos de terminología médica y enfermedades, así como el empeoramiento de los síntomas sin razón aparente, afecciones que no mejoran con tratamientos, hospitalizaciones frecuentes, insistencia en el sometimiento de pruebas frecuentes y procedimientos quirúrgicos, entre otros.
Dentro de los principales detonantes o factores que predisponen a padecer esta condición, se encuentra la existencia de traumas infantiles, como el abuso sexual, maltrato emocional o físico; traumas por abandono, muerte o enfermedad de un ser querido, baja autoestima, trastornos de la personalidad, depresión, entre otros.
Se estima que es un trastorno poco frecuente, aunque no se sabe a ciencia cierta la cantidad de personas que lo padecen.
En este punto, es importante entender que las personas con trastorno facticio están dispuestas a arriesgar su vida, o la de otros, para que les consideren enfermos. Por ende, estas personas están a riesgo de sufrir lesiones, o incluso morir, por afecciones autoinfligidas, cirugías, tratamientos farmacológicos y procedimientos innecesarios, alto consumo de alcohol u otras sustancias, entre otros.
