El Estado ha asumido un papel más activo en la protección de la infancia en Puerto Rico, logrando avances significativos, no obstante, persisten casos de maltrato, abuso sexual y trata de menores.
El maltrato infantil y la remoción de menores de sus hogares tienen graves repercusiones en la salud pública. Según la Administración de Familias y Niños del Departamento de la Familia de Puerto Rico, entre los años 2018 y 2023 se reportó un promedio de 5,000 casos de maltrato infantil anuales en la isla.
El Hogar de Niñas de Cupey, que principalmente presta servicios a niñas, celebra su 75 aniversario. En una entrevista con la Revista Medicina y Salud Pública, su directora ejecutiva, la hermana Dinah Sánchez, compartió detalles sobre el impacto de esta problemática en la isla y las acciones que realizan para abordarla.
"75 años desde que fue incorporado en el Departamento de Estado como institución y todos estos años sirviendo a la niñez, tenía ya un avance unos años antes porque fue fundado en Río Piedras una mujer que tenía la inquietud de ver a los niños llegar a Río Piedras y verlos que llegaban sin familia, los años 50 eran difíciles en muchos aspectos", señaló.
La religiosa destaca que, con el tiempo, el Estado ha asumido un papel más activo en la protección de la infancia, lo que ha resultado en cambios significativos. Aunque todavía existen casos de menores en situación de vulnerabilidad, la situación ha mejorado considerablemente en comparación con los años 50 como anteriormente se mencionó.
Actualmente, se observa una mayor protección, atención y conciencia comunitaria sobre la importancia de resguardar los derechos de los niños.
No obstante, la hermana señaló que los indicios de maltrato siguen siendo prevalentes y pueden manifestarse de forma física o emocional, así como por negligencia. También destacó que persisten numerosos casos de abuso sexual, lo cual representa una grave problemática en Puerto Rico.
"El abuso sexual en los menores suele ser de parte de personas conocidas. Eso de manera general y en todas partes. O sea, no son personas desconocidas, son o personas cercanas al círculo familiar o personas de la misma familia, padre, madre, padrastro, madrastra", afirmó.
Además, mencionó que en los últimos tiempos se ha identificado la trata de menores, incluyendo situaciones en las que niñas son vendidas, incluso por sus propios familiares, ya sea para ser utilizadas en actividades relacionadas con el tráfico de drogas o con fines de explotación sexual.
La hermana Sánchez explicó que estas instituciones establecidas legalmente deben contar con una especialización específica para poder operar. En el caso del Hogar de Niñas de Cupey, su enfoque está en la atención a niños maltratados, brindando un espacio de apoyo y cuidado que facilita su proceso de reubicación en entornos más seguros.
Además, la hermana Sánchez aclaró que, en muchos casos, los menores llegan con problemas adicionales relacionados con su salud física. Algunas de estas niñas presentan desnutrición debido a una alimentación insuficiente, mientras que otras enfrentan obesidad como consecuencia de una dieta inadecuada originada por las dificultades en sus entornos familiares.
"Nosotros tenemos todos estos servicios para las niñas, desde el pediatra, todo el acompañamiento social, psicológico, psiquiátrico que se le da, el acompañamiento, cariño, atención, educación a las niñas que residen aquí, todo el personal tenemos que estar informados en trauma es decir, tenemos que tener unos cursos para poder bregar con las situaciones que presentan las niñas", enfatizó.
La hermana Sánchez explicó que muchas de las niñas atendidas presentan diversas manifestaciones emocionales como autoagresión, depresión y ansiedad, situaciones que requieren un trabajo constante y especializado.
Asimismo, destacó que las menores enfrentan el desafío emocional de estar separadas de sus familias, lo que les genera tristeza y confusión. Aunque algunas logran comprender con el tiempo que no pueden regresar a sus casas debido a las circunstancias, este proceso puede ser largo y difícil, especialmente para las más pequeñas que no entienden por qué fueron removidas.
La hermana enfatizó que este lugar no es una institución rígida, sino un espacio diseñado para parecerse lo más posible a una familia. El Hogar de Niñas de Cupey está ubicado en una finca que ofrece un ambiente abierto y acogedor, descrito por su directora ejecutiva como "un oasis en medio de la ciudad".
Las niñas viven en pequeñas casas que recrean un ambiente familiar, compartiendo con una hermana que permanece con ellas las 24 horas del día, los 7 días de la semana, para brindarles cuidado y estabilidad, subrayando que el objetivo principal es ofrecerles una experiencia de vida que se asemeje a la de una familia, en un espacio donde puedan sanar y crecer.
Por otra parte, la hermana Sánchez señaló que el recinto también desarrolla un proyecto de prevención, reconociendo la importancia de crear conciencia en la sociedad puertorriqueña sobre esta problemática. "Yo me asombro a veces cuando comento y hablo del hogar, que hay gente que como que vive en la luna, ¿no? y dicen, ay, yo no sabía que eso pasaba, yo no sabía que eso existía, incluso uno se cuestiona. O sea, qué conciencia también comunitaria tenemos", cuestiona.
Actualmente, el hogar atiende a 12 niñas, cuyas edades oscilan entre los 5 y los 14 años, límite establecido por el Departamento de la Familia. El sostenimiento de este, es posible gracias al apoyo del Estado, la Legislatura, y el respaldo de diversas entidades y fundaciones privadas que contribuyen para continuar esta labor.
