Amoxicilina no sirve para tratar la bronquiolitis en pacientes pediátricos

A pesar del incremento de niños en salas de urgencia por problemas respiratorios como la bronquiolitis, expertos descartan que la amoxicilina sea el mejor tratamiento.

Alexander Triana Yanquén

    Amoxicilina no sirve para tratar la bronquiolitis en pacientes pediátricos

    Recientemente se dio a conocer por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, que hay un problema de suministro de amoxicilina de 250 miligramos en suspensión oral (sobres). El medicamento derivado de la penicilina, que es usado para combatir enfermedades como bronquitis, neumonía, infecciones de los oídos, nariz, garganta, vías urinarias y la piel, se encuentra escaso. 

    Teniendo en cuenta que estamos en la temporada de proliferación de los virus respiratorios, esto tiene en alerta a los sistemas de salud pública. Claro está, la casualidad hizo que un retraso en el suministro de los prospectos de uno (Normon) y un problema en la línea de etiquetado del otro (Sandoz) coincidieran en el tiempo y, a su vez, lo hicieran con otra situación: el auge de los casos de infecciones respiratorias en niños este otoño, que está alcanzando niveles de intensidad con un 40 % más que durante la pandemia del Covid-19.

    Sin embargo, "la amoxicilina es un antibiótico y los antibióticos no sirven para tratar virus", resume Roi Piñeiro, miembro del comité de medicamentos de la Asociación Española de Pediatría. Por tanto, "este problema de disponibilidad de amoxicilina no afecta al tratamiento de ninguna infección respiratoria", originadas por virus como el VRS (virus respiratorio sincitial).

    La Agencia ha señalado que el "incremento de la demanda, debido a la alta incidencia de infecciones respiratorias y la coincidencia de problemas de producción en los dos laboratorios, puede retrasar la normalización en el suministro de algunas farmacias", aunque prevé que la normalidad vuelva en los próximos días. Además, la falta del antibiótico también se está dando en otros países como Portugal, Francia o Estados Unidos. 

    ¿Es momento de preocuparse?

    Ambos hechos, la escasez de amoxicilina y el auge de las infecciones respiratorias infantiles, puede dar la sensación de que están emparentados creando una tormenta perfecta para la salud de los niños, pero nada más lejos de la realidad: el antibiótico no sirve para curar estas infecciones, ni siquiera para tratarlas.

    El problema de suministro está solventado y la Agencia del Medicamento solicitó a otros laboratorios fabricantes aumentar su producción pero, hasta que la normalidad regrese a las farmacias, el pediatra Piñeiro explica que se puede cambiar de forma farmacéutica u optar por otro antibiótico "con un espectro de acción similar".

    Por su parte, el presidente de la Sociedad Española de Pediatría Interna Hospitalaria, Pedro Jesús Alcalá Minagorre, también manda un mensaje de tranquilidad. Aunque los hospitales están viviendo un aumento inusitado de ingresos por bronquiolitis, el 90% de los niños que la tienen no necesita ser hospitalizado. "Pueden estar en su casa tranquilamente".

    Los niños ingresados por bronquiolitis tampoco recibirán amoxicilina. Esta infección de las vías respiratorias inferiores está causada por el VRS en su gran mayoría y, a nivel hospitalario, se trata con "soporte respiratorio, es decir, oxígeno, y tratando de garantizar la nutrición y la hidratación correctas".

    Oxígeno, nutrición e hidratación y amoxicilina

    Hay dos medicamentos aprobados para el VRS, ambos de forma profiláctica, que reciben aquellos niños que, por sus condiciones especiales, pueden sufrir complicaciones por las bronquiolitis: prematuros y aquellos que tienen enfermedades crónicas.

    La ficha técnica de los medicamentos explica que la amoxicilina está indicada para un buen número de infecciones en adultos y niños, entre las que se encuentran la sinusitis bacteriana, la amigdalitis o la cistitis, así como la la enfermedad de Lyme y la erradicación de Helicobacter pylori.

    También está indicada para la otitis o la neumonía adquirida en comunidad, y ahí es donde sí puede jugar un papel en las infecciones respiratorias, indica Roi Piñeiro. "Algunas infecciones víricas se pueden sobreinfectar con bacterias o complicarse, por ejemplo, con una otitis. En esos casos sí puede ser necesario el uso de antibióticos, pero no para una infección vírica sin más, que son las más comunes en niños".

    Alcalá Minagorre reconoce lo paradójico que resulta que se informe "en paralelo" de las bronquiolitis y de los desabastecimientos de amoxicilina. A nivel hospitalario, el uso del antibiótico es similar: complicaciones bacterianas. Pero recuerda: "No se trata de evitar las infecciones con antibióticos, sino de tratarlas". La amoxicilina no se da de forma preventiva.

    El problema de la amoxicilina

    El problema de dar amoxicilina cuando no se debe es más grave de lo que parece. No se trata ya sólo de los efectos secundarios que pueda tener, como una reacción de hipersensibilidad inmediata, diarreas, náuseas o erupciones cutáneas.

    La cuestión es que el uso inadecuado de antibióticos ha generado problemas de resistencias a los mismos. Las bacterias son organismos que evolucionan muy rápido ya que se dividen a grandes velocidades, por lo que la probabilidad de aparición de mutaciones resistentes aumenta con su utilización indiscriminada e incorrecta.

    Esto es más serio de lo que parece. En 2019, las bacterias resistentes a los antibióticos causaron más muertes que el sida o la malaria, advirtió un estudio reciente publicado en The Lancet: 1,27 millones de fallecimientos en todo el mundo se debieron a infecciones que antes hubieran sido tratables.

    Resistencias antibióticas

    Son dos las clases de antibióticos más afectadas por las resistencias adquiridas por los patógenos: las fluoroquinolonas y los antibióticos betalactámicos se relacionan con más del 70% de las muertes. La amoxicilina pertenece al segundo grupo.

    Las resistencias antibióticas son uno de los principales problemas de salud pública para la Organización Mundial de la Salud. Se estima que para 2050 pueden provocar 10 millones de muertes anuales, y uno de cada cinco fallecimientos infantiles estaría relacionado con ellas.

    Por eso es importante no dar amoxicilina fuera de la receta. Aunque este medicamento sólo está disponible bajo prescripción médica, normalmente no se consumen todos los sobres o comprimidos de una caja con un solo tratamiento y puede existir la tentación de usarlos ante infecciones posteriores sin pasar por el profesional sanitario. Acudir al médico antes de su consumo es fundamental aunque nos sobren medicamentos en casa.

    Fuente consultada aquí.

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