Calor extremo y cáncer: ¿Cómo el cambio climático aumenta los riesgos de salud en Puerto Rico?

La exposición a rayos solares, la alteración de los ecosistemas y el impacto en la infraestructura de salud son solo algunas de las formas en que el cambio climático puede influir en el desarrollo de cáncer.

Ivana Gonzalez Arroyo

    Calor extremo y cáncer: ¿Cómo el cambio climático aumenta los riesgos de salud en Puerto Rico?

    El cambio climático ha emergido como un tema crucial en las discusiones científicas y políticas tanto a nivel nacional como internacional. Las consecuencias de este fenómeno, como las olas de calor y el incremento en el riesgo de huracanes, no solo impactan el medio ambiente, sino que también repercuten en los sistemas de salud, aumentando la probabilidad de contraer enfermedades.

    Actualmente, se están experimentando episodios extremos recientes como resultado del calentamiento global, según confirmó el Dr. Pablo Méndez Lázaro, científico e investigador del Centro Comprensivo de Cáncer

    El galeno explicó que se está almacenando más energía de la que se almacenaba anteriormente, debido a los gases de efecto invernadero y a las emisiones generadas durante los últimos 200 años por la quema de combustibles fósiles. 

    Esto se refleja en la intensidad, duración y frecuencia de los eventos atmosféricos que afectan a Puerto Rico. Aunque el calor extremo ha sido objeto de estudio durante más de 14 años, es ahora cuando varios sectores están notando un cambio en la temperatura y la sensación térmica, lo cual nos está afectando, señaló Méndez.

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    Interacción entre las alteraciones climáticas y la salud

    Por otra parte, según mencionó la doctora Ana Patricia Ortiz, investigadora del Centro Comprensivo de Cáncer de Puerto Rico, esta entidad colaboró con diversos investigadores de Puerto Rico, Estados Unidos y el Caribe en una investigación que se basó en un análisis de experiencias para evaluar el posible impacto del cambio climático en los pacientes de cáncer, así como en la prevención y el control de la enfermedad.

    En la isla, al igual que en otras poblaciones a nivel mundial, se habla del calor extremo y de cómo este está relacionado con el deterioro de la capa de ozono, lo que aumenta la exposición a ciertos rayos solares y, por ende, el riesgo de cáncer de piel, según explicó la doctora Ortiz. 

    Además, la doctora añadió que en la isla existen múltiples áreas geográficas designadas como altamente contaminadas. Estas áreas, junto con aquellas que sufren inundaciones, presentan un riesgo adicional, ya que los agentes químicos asociados a diferentes tipos de cáncer pueden filtrarse en otros cuerpos de agua, incluso llegar a la cadena alimenticia, aumentando así el riesgo de cáncer en la población.

    En cuanto a la prevención y detección temprana, la doctora destacó que los eventos atmosféricos que Puerto Rico ha sufrido en los últimos años han impactado gravemente los servicios de prevención del cáncer, incluyendo la vacunación y los programas de cernimiento. Explicó que, debido a que las instalaciones de salud se vieron afectadas y estaban gestionando emergencias, muchas personas no tuvieron acceso a realizarse pruebas. Además, el prolongado periodo sin electricidad y el tiempo que tomó la recuperación de la isla provocaron retrasos en la prestación de servicios de salud, lo que afectó directamente los tratamientos contra el cáncer.

    Recientemente, se publicó un artículo científico basado en un estudio realizado con muestras de mujeres que padecían cánceres ginecológicos en Puerto Rico. El estudio documentó que las pacientes que interrumpieron su tratamiento dentro del grupo analizado tuvieron una mortalidad mayor en comparación con aquellas que continuaron con el tratamiento, explicó Ortiz. "Sabemos que la interrupción del tratamiento para un paciente de cáncer es fatal", añadió.

    Impacto de las altas temperaturas en la calidad de vida de las personas con cáncer

    Las altas temperaturas son preocupantes, especialmente porque los meses con el mayor pico de calor aún no han comenzado. El doctor Méndez mencionó que se están experimentando episodios de calor extremadamente elevados, lo que afecta negativamente la calidad de vida de los pacientes con cáncer

    Añadió que se ha evidenciado que las personas sometidas a tratamientos como la quimioterapia pueden sufrir efectos secundarios como vómitos y diarrea, lo que lleva a la pérdida de apetito y, como consecuencia, a una mayor susceptibilidad a la deshidratación. Cuando se suman los episodios de calor extremo, la situación se vuelve alarmante para estos pacientes, subrayó Méndez.

    Adaptación al cambio climático

    Después de eventos atmosféricos como Irma y María, así como la pandemia de COVID-19, los especialistas han destacado que las pruebas de cernimiento no se restablecieron de la misma manera. En algunos casos, estos impactos afectan al sistema y a la población de tal manera que no se alcanza una normalidad completa.

    Pensando en el futuro, la doctora Ana Patricia Ortiz mencionó que el Centro Comprensivo de Cáncer está trabajando activamente en un Plan para el Control del Cáncer en Puerto Rico. Ortiz explicó que este plan está financiado por fondos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades. 

    Este, se elabora aproximadamente cada cinco años, y cada estado y jurisdicción de Estados Unidos debe tener un plan organizado. Por lo tanto, se está desarrollando una estrategia para la prevención y el control del cáncer en la isla, detalló Ortiz.

    El plan se retrasó debido al COVID-19, pero ahora se encuentra en las etapas finales. Por primera vez en Puerto Rico, se está desarrollando un plan de cáncer que probablemente será la primera jurisdicción en incluir metas sobre cómo considerar el cambio climático en la prevención y el control de la enfermedad para nuestra población. 

    Además, se busca coordinar con otras agencias de gobierno a nivel estatal y federal, mencionó la experta. Destacó que este plan es ambicioso y se está promoviendo para que se implemente en toda la región del Caribe. El objetivo es que Puerto Rico y toda la región puedan desarrollar un plan de preparación y respuesta que incluya estrategias de mitigación para volver a la normalidad.

    "Estos eventos van a ocurrir. No podemos controlar el planeta y los cambios que están ocurriendo, pero sí podemos ayudar a mitigarlos. Y todo ser humano puede contribuir; esa es otra discusión: cómo podemos contribuir a reducir un poco el cambio climático en el mundo," añadió Ortiz.

    Estrategias de mitigación

    Los expertos coinciden en que, a pesar de los esfuerzos por mitigar ciertos aspectos del cambio climático y su relación con esta enfermedad, lo que realmente se necesita es una adaptación integral en todos los sectores para mantener una calidad de vida adecuada para los ciudadanos, siendo la salud una prioridad.

    El enfoque de los especialistas es identificar acciones y estrategias que preparen mejor a la población para los episodios extremos de cambio climático, que son cada vez más frecuentes, intensos y duraderos. 

    Destacaron que este campo está en desarrollo desde hace seis o siete años y aún queda mucho por hacer. Por ello, están promoviendo actividades de investigación colaborativa a nivel nacional y trabajando hacia la creación de un centro de investigación para Puerto Rico y el Caribe en el área de cambio climático y cáncer. Este centro proporcionaría las herramientas necesarias para seguir explorando estas preguntas y tomar decisiones de salud pública basadas en evidencia.

    El sector privado, el gobierno y la comunidad deben colaborar para mitigar el impacto del cambio climático, dado que múltiples factores y sectores influyen en las condiciones de salud, explican los doctores. 

    Un ejemplo clave es el plan de adaptación al cambio climático en Puerto Rico, que incluye componentes de salud y requiere la implementación por parte del gobierno. Aunque los científicos proporcionan información y datos, son necesarias las decisiones políticas y sociales para establecer estrategias de adaptación efectivas.

    Las temperaturas en los próximos meses serán las más calurosas en Puerto Rico debido al aumento del vapor de agua y las aguas calientes. Por ello, los expertos exhortan a los pacientes con cáncer a estar preparados. 

    Se recomienda que mantengan una adecuada hidratación y eviten actividades al aire libre durante los horarios de mayor calor. Además, deben tener un plan de emergencia que incluya sus medicamentos, contactos médicos y copias de sus resultados clínicos para evitar interrupciones en su tratamiento durante emergencias.

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