El cáncer de páncreas no es de los tipos de cáncer más frecuentemente diagnosticados, pero sí de los más letales.
La sintomatología del cáncer de páncreas es muy silenciosa y a menudo los síntomas aparecen ya en las últimas fases de la enfermedad, cuando los tumores muchas veces no pueden ser eliminados mediante cirugía. Por ello, un grupo de especialistas investigó y encontró que mediante pruebas de heces se puede hallar la detección temprana de adenocarcinoma ductal pancreático (PDAC).
El estudio publicado en Gut y realizado por investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), liderados por Núria Malats, y del Laboratorio Europeo de Biología Molecular de Heidelberg (Alemania), dirigidos por Peer Bork, han descubierto que sus datos respaldan que la detección en sangre del panel sAXL y CA19-9 por ELISA representa una buena estrategia para la detección temprana de adenocarcinoma ductal pancreático (PDAC).
En el estudio, también se encontraron varias muestras de cáncer con una tinción baja o incluso nula de AXL, lo que sugiere que la activación de la expresión de AXL puede regularse de manera diferencial en los subtipos de PDAC. Los análisis de los conjuntos de datos de ARN de TCGA indican que la expresión de AXL en pacientes con PDAC está relacionada con firmas genéticas específicas, y está sobrerrepresentada en los subgrupos basales/escamosos, según la clasificación genómica reciente de PDAC.
De igual manera, han encontrado una firma molecular de 27 microorganismos en muestras de heces que podría identificar a pacientes de alto riesgo de adenocarcinoma pancreático ductal, el cáncer de páncreas más frecuente, e incluso diagnosticar a pacientes en estadios más tempranos de la enfermedad.
Se ha solicitado una patente sobre estos resultados para desarrollar un kit diagnóstico de cáncer de páncreas que detecte estos genomas microbianos en muestras de heces de forma rápida, no invasiva y barata.
Algunas de las razones de esta alta tasa de letalidad son el diagnóstico tardío de la enfermedad y las limitadas opciones terapéuticas.
"En muchos casos, una vez se detecta el cáncer de páncreas es demasiado tarde. Necesitamos diagnosticar la enfermedad en estadios mucho más tempranos, antes de que aparezcan los síntomas, y para ello tenemos que identificar y definir la población de riesgo y disponer de buenas pruebas de cribado para detectar el cáncer cuando todavía es curable", indican los investigadores.
Datos obtenidos recientemente sugieren que el microbioma podría desempeñar un papel en el origen y desarrollo del adenocarcinoma pancreático ductal. Para estudiar en profundidad esta posible relación, los investigadores realizaron un estudio de casos y controles único con 136 individuos (57 pacientes recién diagnosticados, 50 controles y 27 pacientes con pancreatitis crónica) con información epidemiológica y clínica muy detallada, y a los que se les extrajeron muestras de saliva, heces y tejido pancreático para analizar su microbioma. Las pacientes procedían de dos hospitales españoles de Madrid (Hospital Ramón y Cajal) y Barcelona (Hospital Vall d'Hebron).
Al contrario de lo que pensaban originariamente, el microbioma fecal estaba mayormente asociado al cáncer de páncreas, no así el oral. "Análisis sofisticados a nivel bioestadístico y bioinformático nos han permitido construir una firma de 27 microbios procedentes de heces, la mayoría bacterias, que discriminan muy bien los casos con cáncer de páncreas de los controles, tanto en sus fases más avanzadas como en las más tempranas", apuntan Malats y Bork.
Esta firma genética ha sido validada en un estudio independiente llevado a cabo en dos hospitales de Alemania y en 5.792 metagenomas fecales procedentes de 25 estudios de 18 países. Actualmente, se está estudiando en población japonesa.
Pero el cáncer de páncreas es una enfermedad con una etiología muy compleja con múltiples factores de riesgo como la edad, la obesidad, la diabetes, la pancreatitis crónica, el tabaco, el consumo elevado de alcohol, el grupo sanguíneo y la historia familiar de cáncer.
Para evitar sesgos y asegurarse de que los microbios identificados están asociados al cáncer de páncreas y no a la obesidad, la diabetes, etc., los autores controlaron estas variables clínicas y demográficas en el análisis. "No hay estudios que tengan esta profundidad de información", sostiene el equipo.
Según escriben, el alto valor predictivo de esta firma genética en heces podría servir como biomarcador para definir la población de riesgo y, de validarse en ensayos clínicos, podría utilizarse para el diagnóstico temprano del cáncer páncreas.
"Actualmente, los programas de cribado están dirigidos a familias con agregación de cáncer de páncreas, que representa solamente un 10 por ciento de los pacientes con este tumor. La inclusión en estos programas de cribado de un análisis de heces para identificar esta firma microbiótica podría servir para detectar el resto de la población de riesgo", avanzan.
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