Algunos tipos de procedimientos pueden venir acompañados de repercusiones, por lo que es necesario un cuidado y prevención de posibles comorbilidades.
Trasplante de hígado sueles ser un procedimiento efectivo, no obstante, pueden desarrollarse algunas condiciones a corto o largo plazo.
Eduardo Najar
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
El trasplante suele ser una alternativa que devuelve la vida a un paciente que presenta una condición avanzada o un estadio bastante crítico hepático.
Para que un trasplante sea totalmente efectivo se requiere de algunos protocolos o elementos como la compatibilidad, factor primordial para que un trasplante sea totalmente seguro y ante todo eficaz. No obstante, cuando se realiza una intervención de esta índole es necesario que se lleven a cabo cuidados y seguimientos específicos para que no se desarrollen comorbilidades que suelen estar asociadas con la aceptación de un nuevo órgano.
De acuerdo con las Licenciadas en nutrición Glorivette González y Geraldine Mayo en una intervención en vivo del Hospital de Auxilio Mutuo, la obesidad suele ser una condición que acompaña al trasplante de hígado, es por eso que, se debe prevenir para evitar complicaciones a futuro y la manifestación de otras enfermedades que causa un índice de masa corporal elevado.
“La obesidad es la acumulación excesiva de grasa y actualmente es considerada como una epidemia,también es considerada una condición médica. Existen dos tipos de obesidad, actualmente está la ginoide que es la que toma el cuerpo de forma de pera y la grasa se acumula en la parte posterior del cuerpo en glúteos y piernas, el otro tipo de obesidad se conoce como el androide el cuerpo toma forma como una manzana y la grasa se encuentra en los órganos y esta es la que más influye en las condiciones médicas ya que es la que no permite que los órganos no funcionen de forma adecuada”, agrega la Licenciada Geraldine.
La obesidad predomina a gran escala en la isla de Puerto Rico, de acuerdo a las licenciadas este factor suele ser trascendental a la hora de realizar un trasplante, pues las complicaciones suelen incrementar. Además puede también manifestarse luego del procedimiento quirúrgico y generar algunas patologías crónicas.
“La prevalencia de la obesidad va en aumento y aproximadamente desde 1975 los casos de obesidad se han triplicado a nivel mundial y solo en Puerto Rico alrededor del 66% de la población se encuentra dentro de los parámetros de sobrepeso y obesidad. Es algo muy preocupante y esto no limita a nuestra población de pacientes que están en proceso de pre-trasplante y postrasplante”, afirma la licenciadas Mayo.
De acuerdo a un estudio que se ha hecho por parte de estas dos licenciadas, la indicación principal es que el individuo que ha sido trasplantado a largo plazo puede ganar peso y un poco más del 50% de estos pacientes suelen presentar la condición.
La Licenciada Glorivette González indica “en un estudio se vio que entre los primeros 2 y 16 meses del trasplante se gana peso y se continúa la ganancia de peso durante el primer y tercer año, pero va bajando la velocidad en la que se sube de peso en esta etapa. También se habla que pacientes que no sufrían obesidad antes del trasplante en su quinto año más del 66% pueden sufrirla”.
Es importante que se lleven a cabo evaluaciones para que el paciente que llegue a ser intervenido no tenga ninguna complicación, por el contrario pueda beneficiarse y en poco tiempo lleve una mejor calidad de vida. Esto dependerá de un factor importante: la etapa o el tipo de enfermedad hepática que padece.
“Nosotros evaluamos a los pacientes desde el pretrasplante, tenemos dos tipos de pacientes, los que están comenzando con su condición hepática y los pacientes que están en una etapa más avanzada, lo principal que trabajamos es la restricción de sodio”, explica la licenciada González.
Luego de que un procedimiento se realiza y el nuevo órgano cumple todas las funciones requeridas en el paciente, el apetito y demás factores suelen regularse, lo que provoca una inevitable alza de peso, ya que el individuo puede comer todo lo que anteriormente se le tenía restringido.
“Luego del trasplante todos los factores mejoran, empieza a tener mejor apetito, tolera mejor los alimentos, ya no se siente lleno, se siente más libre de poder comer los alimentos que antes no podía comer y esta libertad es la que hace que los pacientes suban mucho más de peso”, finaliza la licenciada Glorivette.