Implantes electrónicos enlazan el cerebro y las extremidades mediante la médula espinal

Los implantes cerebrales se implementarían en pacientes paralíticos.

Mariana Mestizo Hernández

    Implantes electrónicos enlazan el cerebro y las extremidades mediante la médula espinal

    Un hombre paralítico ha logrado recuperar la capacidad de caminar gracias a implantes electrónicos en su cerebro, en un proceso médico innovador que ha tenido un impacto significativo en su vida.

    Hace 12 años, Gert-Jan Oskam, un hombre neerlandés de 40 años, sufrió un accidente ciclístico que lo dejó paralizado. Sin embargo, gracias a un sistema experimental, se ha abierto una nueva esperanza para él. 

    El dispositivo está en fase experimental

    Este sistema utiliza implantes electrónicos que transmiten de manera inalámbrica sus pensamientos a sus piernas y pies, a través de un segundo implante en la médula espinal. Aunque aún se encuentra en fase experimental, una institución benéfica especializada en el tema en el Reino Unido ha calificado esta noticia como "muy alentadora".

    "Me siento como un bebé, volviendo a caminar otra vez", manifestó Oskam. El cual ahora es capaz de pararse y subir escaleras."Ha sido un largo camino, pero ahora puedo pararme y compartir una cerveza con mi amigo. Es un placer que poca gente se puede imaginar", agregó.

    Se requieren más estudios para pacientes con parálisis

    El proyecto, publicado en el sitio especializado Nature, fue dirigido por investigadores con base en Suiza. La neurocirujana Jocelyne Bloch de la Universidad de Lausana fue la encargada de realizar la delicada operación para insertar los implantes. Enfatizó que el sistema se encuentra en una fase temprana de investigación y se requieren varios años más antes de que pueda estar disponible para pacientes con parálisis.

    No obstante, la doctora Bloch manifestó que su equipo se encuentra comprometido en trasladar el proyecto desde el laboratorio al ámbito clínico en el menor tiempo posible. "Lo importante para nosotros no es solo contar con una prueba experimental sino, con el tiempo, darle mayor acceso a más personas con lesiones de la médula espinal que siempre han escuchado de los doctores que tendrán que acostumbrarse al hecho que nunca jamás volverán a moverse".

    Procedimiento

    La operación para restaurar el movimiento de Gert-Jan se llevó a cabo en julio de 2021 bajo la dirección de la profesora Bloch. Para lograrlo, la profesora Bloch realizó dos incisiones circulares de 5 cm de diámetro en cada lado del cráneo, sobre las áreas cerebrales involucradas en el control del movimiento.

    A continuación, se insertaron dos implantes con forma de disco que transmiten de manera inalámbrica las señales cerebrales, es decir, las intenciones de Gert-Jan, a dos sensores ubicados en un casco que se coloca en la cabeza.

    El equipo suizo desarrolló un algoritmo capaz de interpretar estas señales y convertirlas en instrucciones para mover los músculos de las piernas y los pies, a través de un segundo implante colocado cerca de la médula espinal de Gert-Jan. La profesora Bloch se encargó de conectar cuidadosamente este implante a las terminaciones nerviosas relacionadas con el movimiento de caminar.

    Después de unas semanas de entrenamiento, los investigadores observaron que Gert-Jan era capaz de ponerse de pie y caminar con la ayuda de un andador. Si bien su movimiento es lento, es constante, según el profesor Grégoire Courtine de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), quien lideró el proyecto.

    Antecedentes

    Los implantes cerebrales se desarrollan a partir de las investigaciones previas del profesor Courtine, quien inicialmente utilizó implantes medulares para restaurar el movimiento. Estos implantes medulares tienen la capacidad de potenciar las señales cerebrales débiles hacia la sección lesionada de la médula espinal. Además, estas señales pueden ser amplificadas aún más mediante el uso de algoritmos preprogramados en un sistema informático.

    En 2018, David M'Zee se convirtió en el primer paciente en recibir un exitoso tratamiento con un implante medular. Este avance fue tan significativo que pudo lograr algo que antes era imposible: concebir un bebé con su esposa.

    Además, el año pasado se informó otro caso extraordinario utilizando la misma tecnología. Michel Roccati se convirtió en el primer hombre con una médula espinal completamente cercenada en recuperar la capacidad de caminar. Este hito destacado demuestra el potencial transformador de esta innovadora tecnología.

    El dispositivo no puede ser utilizado continuamente

    Si bien ambos pacientes han experimentado grandes beneficios, es importante destacar que su capacidad de caminar está preprogramada y su movimiento puede parecer robótico. Además, deben mantener una sincronización constante de sus movimientos con la computadora y, en caso de desajuste, deben detenerse para reprogramarlos.

    Antes de recibir los implantes cerebrales, Gert-Jan solo había experimentado el implante de médula espinal. Sin embargo, ahora afirma tener un control mucho mayor sobre su movimiento y funciones. Tanto el sistema antiguo como el nuevo aún se encuentran en su fase experimental y no pueden ser utilizados de manera continua debido a su tamaño y complejidad.

    En cambio, los pacientes los utilizan durante aproximadamente una hora, un par de veces a la semana, como parte de su proceso de rehabilitación. Durante la acción de caminar, los músculos se fortalecen y, en cierta medida, se ha observado que el movimiento se recupera incluso cuando el sistema está apagado, lo cual sugiere que los nervios lesionados podrían estar regenerándose.

    El objetivo final es lograr la miniaturización de esta tecnología. La empresa derivada del Dr. Courtine, Onward Medical, está trabajando en mejoras para comercializar la tecnología de manera que los pacientes puedan utilizarla en su vida diaria.

     

    Fuente consultada aquí.

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