Una hernia de disco es una afección dolorosa que afecta la columna vertebral, especialmente en la región lumbar. Conoce los factores de riesgo y cómo prevenirla.
Una hernia de disco es un problema en los discos cartilaginosos entre las vértebras de la columna, donde el núcleo interno del disco sale a través de una grieta en su capa externa.
En una entrevista exclusiva de la revista Medicina y Salud Pública con el Dr. Julián Zuluaga, neurólogo, abordó el diagnóstico diferencial y las opciones de tratamiento más innovadoras para aliviar el dolor lumbar.
Aunque puede ocurrir en cualquier parte de la columna, es más común en la región lumbar. A veces se le llama disco deslizado o roto.
"Se puede dar en el cuello o en la parte lumbar y al comprimir las estructuras nerviosas pueden generar dolores, calambres, entumecimientos, hormigueos, debilidad en las manos y en las piernas." Afirma el Dr. Zuluaga.
A nivel cervical, se puede presentar con dolor en la parte detrás del cuello, escápulas o el hombro, según el Dr. Zuluaga, es un dolor intenso, como si quemara, "como si te caminaran hormigas en todo el brazo, saliendo desde el cuello, como si pasara una electricidad en las manos. Y que va por el hombro, antebrazo, brazo y la mano" Indica.
A nivel lumbar, se presenta dolor en la zona baja de la espalda, sin embargo, casi siempre empieza por el glúteo, según como lo describe el neurocirujano se siente un "corrientazo" muy intenso, una quemazón que pasa por el glúteo, por la parte de atrás de la pierna, y termina o en la pantorrilla, en la planta del pie, o en los dedos.
"Cuando la hernia está en el cuello, afecta más las manos, mientras que en la parte lumbar afecta más las piernas", detalla el Dr. Zuluaga.
La hernia de disco puede causar debilidad en las manos o piernas. En las manos, afecta la motricidad fina, dificultando tareas como escribir, abotonarse o sostener objetos. En las piernas, puede generar problemas para caminar. En casos raros, también puede alterar el control de la orina y la defecación.
¿Cuáles son los factores de riesgo que pueden llevar al desarrollo de una hernia discal?
Al envejecer, se pierde el contenido de agua de los discos de la columna vertebral, la pérdida de este líquido puede provocar volverse menos flexible, con menos rebote del disco, y su desgarro. Con la desestabilidad de las vértebras, se sale un fragmento del disco que es lo que genera los síntomas.
"Normalmente esto se presenta entre los 35 y los 40 años, ahí es cuando empieza, porque es en la edad media donde aparecen los síntomas. Lo segundo es que a medida que vamos ganando tiempo, 50, 60, 70 años, es más probable que tengamos una hernia de disco." Explica el especialista.
Sumado a eso, algunos factores de riesgo que pueden aumentar el riesgo de padecer de una hernia de disco son: "Sobrepeso, falta de actividad física de manera regular, el hacer ejercicios mal realizados o personas que trabajan muchas horas sentados, más de ocho horas sentados, o que cargan excesivo peso." Indicó el Dr. Zuluaga.
Diagnóstico de la hernia de disco
El diagnóstico de la hernia de disco comienza con una evaluación clínica, observando los síntomas característicos del dolor en brazos o piernas.
Sin embargo, la resonancia magnética es la herramienta más precisa para confirmar el diagnóstico. El Dr. Zuluaga lo explica:
"El mejor examen es la resonancia de columna. Nos permite evaluar qué nervio está comprimido y determinar el tipo de hernia. Si los síntomas son en las manos, se realiza una resonancia cervical. Si los síntomas son en las piernas, una resonancia lumbar".
Según el Dr. Zuluaga es muy raro las hernias en la parte dorsal, en la parte del tórax, que es de la base del cuello hacia abajo y en la parte lumbar hacia arriba, donde están todas las costillas. "Son muy raras las hernias ahí. Eventualmente se presentan y el diagnóstico se hace con una resonancia de columna dorsal, pero el 99% de las hernias están entre el cuello y la parte lumbar"
Tratamientos no quirúrgicos: una primera línea de acción
Aunque la cirugía es una opción, la mayoría de los pacientes mejoran con tratamiento conservador. "El 95% de los casos se resuelven sin necesidad de cirugía. Primero se recetan analgésicos y reposo, luego se recomienda fisioterapia. La gran mayoría mejora con esto", afirma el Dr. Zuluaga.
El tratamiento inicial consiste en analgésicos y reposo breve (3-4 días) con actividades limitadas. A partir del cuarto día, se retoman las actividades normales y se inicia la fisioterapia. Si no hay mejoría en el dolor después de cuatro semanas, se realiza un bloqueo para intervenir.
Esta intervención de bloqueos nerviosos, no es una cirugía, se realiza en cirugía porque se necesita la fluoroscopia que es un equipo de rayos X para poder guiar las agujas con la que se llevan los medicamentos directo al nervio afectado.
En casos más graves o cuando los tratamientos conservadores no son efectivos, la cirugía puede ser necesaria.
"La microdisectomía abierta es la opción más común, en la que se extrae la parte del disco que está presionando el nervio. Sin embargo, también existen técnicas menos invasivas, como la cirugía endoscópica, que utiliza un abordaje más pequeño y permite una recuperación más rápida", asegura el Dr. Zuluaga.
La importancia de la fisioterapia
La fisioterapia cumple dos funciones clave en el manejo de la hernia discal, según el Dr. Julián Zuluaga. "Lo primero es evitar que la hernia aumente de tamaño cuando se hace manejo médico."
Además de eso, la fisioterapia no solo ayuda a prevenir que la hernia se agrave, sino también a evitar su recurrencia y mantener la columna saludable a largo plazo. Después de una cirugía, la fisioterapia ayuda a fortalecer los músculos debilitados, mejorando la estabilidad de la marcha y la espalda.
En cuanto a las complicaciones de no tratar una hernia discal a tiempo, el Dr. Zuluaga destaca: "El 95% de las hernias se resuelven en seis meses a un año, pero en el 5% restante, el retraso en el tratamiento puede llevar a la cirugía. Si se demora, el nervio puede dañarse, lo que provoca debilidad, atrofia muscular y dificultad para caminar."
El tratamiento debe ser guiado por un profesional: medicamentos, fisioterapia, bloqueos nerviosos y, si es necesario, cirugía. Cuanto más temprano se intervenga, mejores son las posibilidades de recuperación.
Prevención y hábitos saludables
El Dr. Zuluaga también enfatiza la importancia de un estilo de vida saludable para prevenir la hernia discal: "Una alimentación saludable, mantener un peso adecuado y realizar actividad física regular son esenciales. Los ejercicios para fortalecer el 'core', como abdominales y trabajo de glúteos, son clave para sostener la columna."
En cuanto a la práctica deportiva, recomienda precaución con ejercicios como el peso muerto, que pueden ser muy lesivos para la columna. "Este ejercicio aumenta la presión en los discos de la columna, lo que puede causar una hernia. Es mejor buscar alternativas que trabajen los mismos músculos de manera más segura", explica el Dr. Zuluaga.
Sobre los avances en tratamientos, menciona que la cirugía endoscópica es una opción menos invasiva y con recuperación más rápida que la microdisectomía convencional. "Aunque existen otros tratamientos con agujas, la cirugía endoscópica ofrece los mismos resultados y es mucho menos invasiva." concluye el neurocirujano.
Finalmente, para quienes deseen consultar al Dr. Zuluaga, pueden hacerlo a través de sus redes sociales, su página web doctorjulianzuluaga.com o por WhatsApp al 305-469-6989.
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