Asfixia erótica no es un juego y puede dejar secuelas físicas, cognitivas y psicológicas según neurólogos

Las células cerebrales comienzan a morir a los pocos minutos desde que se ha interrumpido el oxígeno, razón suficiente para establecer que la asfixia sexual no debe ser tomada a la ligera.

Katherine Ardila

    Asfixia erótica no es un juego y puede dejar secuelas físicas, cognitivas y psicológicas según neurólogos

    La asfixia erótica, que consiste en obstruir la respiración de la pareja o la propia (autoasfixia erótica) para obtener placer sexual, está ganando popularidad. Sin embargo, como señaló un funcionario judicial forense, "con demasiada frecuencia termina en consecuencias fatales". Aunque hay pocas investigaciones científicas sobre este fenómeno, algunos estudios recientes arrojan luz sobre su prevalencia en distintos países.

    Desarrollo del estudio 

    Investigadores de la Universidad de Hamburgo y la Universidad Técnica de Ilmenau publicaron en 2024 un estudio sobre prácticas de sexo violento consensuado en Alemania. Descubrieron que cerca del 40% de los adultos menores de 40 años han incorporado alguna de estas prácticas en sus relaciones sexuales, siendo los hombres quienes suelen asumir un rol activo. Asimismo, un estudio de 2023 de la Universidad de Reykjavik en Islandia encontró que el 44% de los encuestados había practicado asfixia erótica, principalmente en el grupo de 18 a 34 años. Además, un estudio de 2024 realizado por las Universidades de Melbourne y Queensland reveló que cerca del 50% de los jóvenes universitarios en Australia ha practicado la asfixia sexual.

    Estos hallazgos indican que los adultos más jóvenes son los que más practican la estrangulación erótica.

    Esta práctica pone en peligro mayoritariamente a las mujeres 

    Debby Herbenick, una de las principales investigadoras sobre comportamiento sexual en Estados Unidos, detectó un rápido aumento de esta práctica entre los jóvenes. En un estudio a nivel nacional, Herbenick y su equipo constataron que un 40% de las mujeres estadounidenses entre 18 y 24 años han sido asfixiadas durante una relación sexual. En un estudio específico con jóvenes universitarios, un 42% informó haber sido asfixiado en un encuentro sexual, y casi un 60% de las mujeres universitarias reconoció haber sido asfixiada.

    ¿Por qué esta práctica es tan riesgosa para la salud?

    Si bien es raro que la asfixia erótica provoque la muerte, sí puede dejar secuelas graves como daño cerebral, problemas cognitivos y trastornos de salud mental. La hipoxia, o falta de oxígeno en el cerebro, puede causar daños neuronales significativos, incluso si la persona permanece consciente durante la práctica. 

    Entre los síntomas más comunes se encuentran dolor de cabeza, dolor de cuello, aturdimiento, zumbido en los oídos, y en casos graves, convulsiones.

    Testimonio

    Anna, quien denunció haber sido víctima de actos de violencia no deseados durante relaciones sexuales consensuadas, contó a la BBC en 2019 que una de sus parejas la asfixió sin su consentimiento. "Me sentí extremadamente incómoda e intimidada," relató. Un estudio encargado por la BBC en 2019 mostró que más de un tercio de las mujeres de 18 a 39 años en el Reino Unido han sido sometidas a actos violentos durante relaciones sexuales consensuadas, y un 20% se sintió incómoda o atemorizada.

     El estudio también sugirió que, de aquellas mujeres que habían experimentado sexo con violencia, el 42% se sintió presionada, obligada o forzada a hacerlo.

    Opinión de los expertos

    Steven Pope, psicoterapeuta especializado en sexo y relaciones amorosas, advierte sobre el impacto negativo de estas prácticas: "Es una epidemia silenciosa. La gente lo hace porque piensa que es la norma, pero puede ser muy dañino". Pope señala que en su consulta ha visto casos donde la asfixia erótica ha llevado a consecuencias muy graves, incluyendo la aceptación de la violencia en la relación.

    La asfixia erótica, conlleva riesgos significativos para la salud física y mental. Los especialistas recomiendan evitar esta práctica debido a sus potenciales consecuencias graves. La educación y la concienciación sobre los riesgos son esenciales para proteger a los jóvenes y prevenir tragedias. 

    Fuente consultada aquí.


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