¿Qué es Noma? La enfermedad tropical declarada desatendida por la Organización Mundial de la Salud

Esta enfermedad se inicia como una inflamación de las encías, y si no se aborda de manera oportuna, se propaga de forma rápida, causando la destrucción de los tejidos faciales y los huesos.

Mariana Mestizo Hernández

    ¿Qué es Noma? La enfermedad tropical declarada desatendida por la Organización Mundial de la Salud

    La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció recientemente la incorporación del noma (cancrum oris o estomatitis gangrenosa) a su lista oficial de enfermedades tropicales desatendidas (ETD).

    Según la OMS, esta medida, respaldada por la 17.ª reunión del Grupo de Asesoramiento Estratégico y Técnico sobre Enfermedades Tropicales Desatendidas (STAG-NTD), refleja su compromiso de extender los servicios de salud a las comunidades más vulnerables a nivel mundial.

    ¿Qué es la Noma?

    El noma, una enfermedad grave de carácter gangrenoso que afecta la boca y la cara, tiene una incidencia predominante en niños pequeños malnutridos, específicamente en aquellos con edades comprendidas entre los 2 y 6 años, residentes en regiones de extrema pobreza. 

    Esta enfermedad se inicia como una inflamación de las encías, y si no se aborda de manera oportuna, se propaga de forma rápida, causando la destrucción de los tejidos faciales y los huesos. Con frecuencia, el noma resulta letal y los sobrevivientes enfrentan secuelas graves en términos de desfiguración.

    De acuerdo con la OMS, la precisión en la estimación del número de casos de noma presenta dificultades debido a la rápida evolución de la enfermedad y al estigma asociado, factores que contribuyen a que muchos casos no sean diagnosticados. La incidencia de noma se observa principalmente en el África subsahariana, si bien también se han documentado casos en regiones de América y Asia.

    Pruebas indicativas y diagnósticas 

    Las pruebas indican que la causa del noma radica en bacterias presentes en la cavidad bucal. Diversos factores de riesgo se asocian con esta enfermedad, como la falta de higiene bucal, desnutrición, sistemas inmunológicos debilitados, infecciones y condiciones de extrema pobreza. Aunque el noma no es contagioso, tiende a manifestarse cuando las defensas del organismo están disminuidas.

    La detección temprana es crucial, ya que la terapia resulta más efectiva en las primeras etapas de la enfermedad, cuando se manifiesta como una inflamación grave de las encías conocida como gingivitis necrotizante aguda. El tratamiento implica el uso de antibióticos, asesoramiento y apoyo para mejorar la higiene bucal mediante enjuagues desinfectantes (como agua salada o clorhexidina) y suplementos nutricionales.

    Si se diagnostica en las primeras fases de la enfermedad, el tratamiento puede conducir a una cicatrización adecuada sin consecuencias a largo plazo. Sin embargo, en casos graves puede ser necesaria la cirugía. Es probable que los niños que sobreviven a la fase gangrenosa de la enfermedad sufran graves desfiguraciones faciales, tengan dificultades para comer y hablar, se enfrenten al estigma social y al aislamiento, y necesiten cirugía reconstructiva.

    Pobreza extrema y poblaciones vulnerables a la Noma

    "El noma es más que una enfermedad, es un marcador social de pobreza extrema y malnutrición, que afecta a las poblaciones más vulnerables", manisfestó el director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

    "Al clasificar el noma como enfermedad tropical desatendida, estamos arrojando luz sobre una afección que ha afligido a comunidades marginadas durante siglos. Nos comprometemos a trabajar con los países y comunidades afectados para hacer frente a las causas del noma y aliviar el sufrimiento que provoca", agregó.

    La OMS sostiene que la designación del noma como enfermedad no transmisible tiene como objetivo elevar la conciencia global, estimular la investigación, movilizar la financiación y fomentar los esfuerzos para controlar la enfermedad mediante enfoques multisectoriales y multifacéticos. 

    Las intervenciones dirigidas a mitigar el impacto de esta devastadora enfermedad no solo contribuirán a la consecución de la cobertura sanitaria universal, sino que también se enfocarán específicamente en segmentos de la población que han sido históricamente desatendidos.



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