En un artículo de opinión, Kennedy citó estudios que sugieren que la vitamina A puede "reducir drásticamente la mortalidad por sarampión". También mencionó el uso de aceite de hígado de bacalao y otros tratamientos como la budesonida y la claritromicina.
Ante el brote de sarampión en Texas, que ha cobrado la vida de un niño no vacunado y registrado 159 casos confirmados, el secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., ha generado controversia al recomendar tratamientos alternativos con vitaminas en lugar de enfocarse en la vacunación.
Sus declaraciones han sido criticadas por expertos en salud pública, quienes advierten que estas recomendaciones podrían distraer de los esfuerzos para controlar el brote y aumentar las tasas de vacunación.
El brote de sarampión en Texas, que comenzó a finales de enero de 2025, ha sido uno de los más graves en la última década en Estados Unidos. Según el Departamento de Servicios de Salud de Texas, hasta el 28 de febrero de 2025, se habían confirmado 146 casos, la mayoría en menores de 18 años.
De estos casos, 79 corresponden a personas no vacunadas, mientras que en 62 casos no se ha determinado el estado de vacunación. La primera víctima fatal fue un niño en edad escolar no vacunado, marcando la primera muerte por sarampión en EE.UU. en los últimos diez años.
Kennedy, conocido por su historial de activismo antivacunas, ha centrado su respuesta al brote en tratamientos alternativos, como la vitamina A, en lugar de promover la vacunación directamente.
Además, sugirió que los niños hospitalizados estaban bajo "observación preventiva", una afirmación que fue refutada por médicos locales, quienes confirmaron que los pacientes presentaban complicaciones respiratorias graves.
En un artículo de opinión publicado en Fox News, Kennedy expresó preocupación por el avance del sarampión y mencionó la importancia de la inmunización. Sin embargo, también afirmó que "la decisión de vacunarse es personal" y exhortó a los padres a "consultar con sus proveedores de salud para comprender sus opciones sobre la vacuna MMR".
Este tono ambiguo ha generado críticas, ya que contrasta con sus declaraciones previas y su historial de escepticismo hacia las vacunas
Robert F. Kennedy Jr. ha sido una figura polémica en el debate sobre las vacunas. En el pasado, fundó el grupo Children´s Health Defense, conocido por difundir información sobre presuntos riesgos de la inmunización. En un libro publicado en 2021, Kennedy sugirió que los brotes de sarampión eran utilizados para generar temor y afirmó que la aplicación de vacunas debe ser una decisión personal, no impuesta por el gobierno.
A pesar de que, al asumir su cargo, Kennedy se mostró más moderado y expresó su respaldo a las vacunas contra la polio y el sarampión, sus críticos lo acusan de difundir afirmaciones sin respaldo científico.
El funcionario insiste en que su objetivo es garantizar transparencia en los procesos de regulación y distribución de vacunas, y asegura que su trabajo está enfocado en defender el derecho a decidir sobre tratamientos médicos.
Los expertos en salud pública han rechazado las recomendaciones de Kennedy, enfatizando que la vacunación es la herramienta más efectiva para prevenir el sarampión y controlar brotes. La Dra. Megan Ranney, decana de la Escuela de Salud Pública de Yale, afirmó que "la vitamina A no sustituye a la vacunación". Por su parte, el Dr. Peter Hotez, experto en vacunas, señaló que las declaraciones de Kennedy distraen del enfoque principal: vacunar a los niños.
Además, los expertos han advertido sobre los riesgos de la desinformación. La Dra. Leslie Motheral, pediatra en Texas, explicó que "la vitamina A solo se recomienda en pacientes hospitalizados, y solo en dosis específicas", y advirtió que su uso excesivo puede ser tóxico, causando síntomas como vómitos, náuseas, visión borrosa, debilidad muscular, lesiones hepáticas y daños cerebrales.