Puerto Rico fue uno de los primeros países del mundo que logró eliminar la transmisión del VIH de madre a hijo gracias a un tratamiento realizado por investigadores boricuas.
Cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó una ceremonia para certificar a Cuba como el primer país del mundo que se deshizo de la transmisión del VIH de madre a hijo, estaba cometiendo una equivocación. El logro cubano es digno de resaltar, pero no fue el primero en ese campo.
Hay veces que las aclaraciones son justas y necesarias. Esta es una de esas ocasiones.
No sobra aclarar, dicho sea de paso, que en Puerto Rico no ha nacido un bebé con el VIH desde el 2010. Sin fanfarria ni comparsa en las congeladas oficinas de la OMS en Washington, pero sí mucha felicidad en aquellas familias puertorriqueñas que han visto y, al mismo tiempo, se han beneficiado del conocimiento de las ciencias médicas en el país.
Tal como se ha venido publicando en exclusiva en la versión impresa de la Revista Puertorriqueña de Medicina y Salud Pública (MSP), fue la doctora Carmen Zorrilla quien comenzó a atender la condición de las mujeres embarazadas con el VIH en la isla y logró el sobresaliente avance científico de eliminar el contagio del virus de la madre al bebé, utilizando el medicamento AZT, aprobado por la Administración Federal de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés).
El primer caso en Puerto Rico
Así fue evidenciado por las declaraciones a este medio del doctor Javier Morales Ramírez, primer científico puertorriqueño que atendió el primer paciente que se diagnosticó con SIDA en Puerto Rico, en el Hospital de Veteranos, en el 1978.
“El estudio que hizo la doctora Zorrilla en conjunto con otros investigadores, sentó pauta a nivel mundial en el tratamiento de mujeres embarazadas con VIH con el tratamiento de AZT para que los niños no salieran contaminados con el virus. Eso fue antes del año 2000 y se convirtió en un “standar of care”, o sea, fue el tratamiento que se pautó a nivel mundial en esta población de mujeres embarazadas con VIH a base de ese estudio que se hizo en Puerto Rico”,
relató el doctor Morales Ramírez, también presidente Clinical Research of Puerto Rico y experto en investigaciones clínicas en VIH en la isla.
“La doctora Zorrilla fue quien logró este avance a nivel mundial en conjunto con otros investigadores. Puerto Rico fue el primero en lograr el avance y el estudio de prevenir la transmisión del VIH de las madres a los bebés se hizo desde los años 80. Todas las drogas que han salido al mercado contra el virus se han probado en Puerto Rico. Lo de la ONU no lo entiendo porque eso en Puerto Rico esto se viene haciendo desde los años 90, sin quitarle los méritos a Cuba”,
sentenció.
Diferencias entre Cuba y Puerto Rico
Son hechos certeros, bien documentados por la clase científica puertorriqueña que ha librado tal batalla desde que el monstruo llamado SIDA, acompañado de las malsonantes siglas VIH, apareció en la década de 1980. Fue en 1987 que se comenzó un programa de cernimiento prenatal para el VIH en la población cautiva del Hospital Universitario, en el Centro Médico de Puerto Rico.
“Celebramos que Cuba reporte esa información, pero lo que quiero destacar es que históricamente Puerto Rico tiene un éxito sostenido de hace muchos años evitando la transmisión del VIH de la madre a los bebés y es un dato histórico”, clarifica la doctora Carmen D. Zorrilla, una eminencia en la investigación del SIDA y quien es la directora del Centro de Estudios Materno Infantiles (CEMI) del Recinto de Ciencias Médicas (RCM), donde se han registrado resultados asombrosos.
Cero casos de transmisión de VIH perinatal
El trabajo fue ampliado a través del Centro de Estudios Materno Infantiles (CEMI) del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), el cual ha dado resultados sorprendentemente gratos: el último bebé atendido en el CEMI que nació con VIH fue en el 2002. Curiosamente, esa niña es hoy una adolescente completamente saludable. Al respecto, en ese periodo se atendieron a casi 500 mujeres embarazadas con VIH.
“Hemos hecho un trabajo de muchos años y hemos reducido la tasas de trasmisión de VIH materno-infante sostenidamente”,
recalca Parrilla en entrevista exclusiva con MSP Noticias.
Este logro se ha extendido más allá del CEMI. Un camino parecido ha tomado la clase sanitaria, ya que no se ha reportado ningún caso desde el 2010. Según datos del Programa de Vigilancia de VIH/SIDA del Departamento de Salud de Puerto Rico, a partir de ese año la tasa de transmisión de VIH perinatal en la Isla ha sido cero. Específicamente, 83 mujeres con VIH han dado a luz desde entonces y ninguna les transmitió la condición a sus hijos.
“Es un trabajo de Puerto Rico. Ha habido mucha gente involucrada, donde no solo se ha atendido a la mujer embarazada, sino a los infantes, sus familias, y otros en un manejo multidisciplinarios contra el VIH. Yo entiendo que Puerto Rico ha sido pionero y que ha estado entre los primeros países del mundo que ha logrado este éxito”,
ha destacado la Directora del CEMI y también catedrática de Obstetricia y Ginecología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
En cuanto al tratamiento hoy día de féminas embarazadas con VIH, la doctora Zorilla destacó que más allá del medicamento AZT, hoy día existen alrededor de 28 fármacos aprobados por la FDA que se usan en combinación y que han sido altamente efectivos protegiendo al bebé del contagio con el virus.
“Son cuatro drogas combinadas. Estamos tan avanzados que tenemos pastillas que combinan cuatro drogas en una. Son medicamentos seguros. Aún recomendamos a las mamás optar por la cesárea porque hay menos riesgos o que sea un parto controlado, que no se lacte al bebé y el uso de fórmula”,
explica la doctora Zorilla.
“La clave del éxito en términos de la prevención del virus de madre a infante es disminuirle con medicamentos la carga viral a la madre con VIH, lo que se denomina como carga viral no detectable”, apunta.
De vuelta al principio. En Cuba habían nacido solo dos bebés con VIH en el 2013 y la Organización Mundial de la Salud ha sonado las trompetas. Valga el elogio para la clase científica del país caribeño.