Pólipos intestinales: ¿enemigos silenciosos del colon?

En muchos casos, estos permanecen asintomáticos, siendo descubiertos de manera incidental durante procedimientos de exploración intestinal.

Jhoser Bermúdez Guerrero

    Pólipos intestinales: ¿enemigos silenciosos del colon?

    Los pólipos intestinales, abultamientos anormales que surgen de la mucosa del intestino grueso, representan un problema médico común que afecta significativamente a una parte considerable de la población adulta con una prevalencia estimada entre el 15% y el 20%.

    Aunque la mayoría de los crecimientos son benignos, existe una relación establecida entre ciertos tipos de pólipos y el riesgo potencial de desarrollar cáncer en el colon o el recto.

    Manifestaciones y proceso de diagnóstico

    En muchos casos, los pólipos permanecen asintomáticos, siendo descubiertos de manera incidental durante procedimientos de exploración intestinal. Sin embargo, algunos pueden provocar sangrado, alteraciones en la función intestinal, secreción de moco o, en situaciones poco frecuentes, malestar abdominal.

    El diagnóstico de estos crecimientos intestinales se lleva a cabo mediante diversos métodos endoscópicos, como la sigmoidoscopia rígida o flexible y, más exhaustivamente, la colonoscopia. Esta última permite una evaluación completa del colon y se considera la técnica más efectiva para la detección, extracción y biopsia de pólipos, siendo fundamental para una detección temprana y precisa.

    Aunque las pruebas de detección de sangre oculta en heces son importantes, un resultado negativo en estas no es totalmente preciso para excluir la presencia de estos crecimientos. El hallazgo de un pólipo suele requerir una evaluación completa, ya que se relaciona con la probabilidad de encontrar más en el intestino.

    Enfoque terapéutico y prevención

    Debido a la incertidumbre sobre la potencial malignización de ciertos pólipos, se recomienda la extirpación completa de estos. La gran mayoría pueden ser eliminados a través de métodos no invasivos, como la resección endoscópica mediante la cauterización o el uso de un lazo de alambre que corta y extrae los pólipos.

    A pesar de su extirpación, la posibilidad de que un pólipo reaparezca es muy alta, pues aproximadamente el 30% de las personas con antecedentes experimentan su regreso. Por ello, se subraya la importancia de exámenes regulares para la detección temprana, el monitoreo continuo y el tratamiento oportuno.

    Atención y manejo de los pólipos intestinales

    Los pólipos intestinales, aunque mayormente benignos, requieren una atención y manejo adecuados debido a su potencial implicación en condiciones más serias como el cáncer.

    La identificación temprana y la extracción completa son fundamentales para minimizar el riesgo de complicaciones, así como el seguimiento médico regular y la conciencia pública son esenciales para abordar esta afección común y reducir implicaciones clínicas adversas.

    Fuente consultada: aquí.



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