Este avance, podría marcar un hito en la batalla contra la resistencia a los antibióticos, una de las mayores amenazas para la salud global.
Un nuevo antibiótico llamado lolamicina ha demostrado ser efectivo en la lucha contra infecciones bacterianas resistentes a los antibióticos tradicionales, sin afectar el equilibrio del microbioma intestinal.
Las bacterias, con el tiempo, se adaptan a los antibióticos que se utilizan para combatirlas, volviéndose resistentes a ellos. Esta resistencia a los antibióticos es una de las principales preocupaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que la considera una de las mayores amenazas para la salud mundial. En Europa, las infecciones por bacterias multirresistentes causan alrededor de 33.000 muertes al año y generan un gasto sanitario adicional de 1.500 millones de euros.
La lolamicina funciona de manera diferente a los antibióticos tradicionales. En lugar de matar indiscriminadamente a todas las bacterias, ataca un sistema específico que solo existe en las bacterias gramnegativas, un tipo de bacteria que es responsable de muchas infecciones graves. Esto permite que la lolamicina elimine las bacterias patógenas sin afectar las bacterias beneficiosas del intestino, preservando así el equilibrio del microbioma intestinal.
En experimentos con ratones, la lolamicina ha demostrado ser eficaz para combatir infecciones por bacterias gramnegativas resistentes a múltiples fármacos, incluyendo E. coli, K. pneumoniae y E. cloacae.
En ratones con septicemia (una infección grave en la sangre), la lolamicina salvó al 100% de los animales, mientras que en ratones con neumonía resistente a los antibióticos, la tasa de supervivencia fue del 70%. Además, la lolamicina no provocó cambios drásticos en la composición del microbioma intestinal de los ratones.
Los resultados de este estudio son un avance significativo en la lucha contra la resistencia a los antibióticos. La lolamicina representa un nuevo tipo de antibiótico que podría ser eficaz contra bacterias resistentes a los antibióticos tradicionales, sin dañar la salud intestinal. Sin embargo, se necesitan más estudios en humanos para confirmar la seguridad y eficacia de la lolamicina antes de que pueda ser utilizada como tratamiento clínico.
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