Personas con diverticulosis son diagnosticadas incidentalmente y pueden atribuir síntomas digestivos a esta condición, pero el estudio sugiere que debe buscarse otra causa antes de asumir que los síntomas provienen de la diverticulosis.
La diverticulitis es una afección que ocurre cuando pequeñas bolsas abultadas en la pared del intestino grueso, conocidas como divertículos, se inflaman. Normalmente, la pared del colon es lisa, pero con el tiempo pueden formarse estos divertículos, especialmente después de los 50 años. La presencia de divertículos sin inflamación se denomina diverticulosis y, por sí sola, no se considera una enfermedad ni suele causar síntomas.
Cuando los divertículos se inflaman, se desarrolla la diverticulitis, un proceso en el que el sistema inmunitario responde con un aumento del flujo sanguíneo y el envío de células para combatir la inflamación.
Un nuevo estudio realizado en Suecia ha puesto en duda la creencia de que la diverticulosis no complicada causa síntomas digestivos como dolor abdominal o alteraciones en los hábitos intestinales.
Los resultados, publicados en la revista Neurogastroenterology & Motility, sugieren que la presencia de divertículos en el colon no se asocia significativamente con síntomas digestivos en personas sin antecedentes de diverticulitis aguda.
La investigación, liderada por Bjarki T. Alexandersson, del Instituto Karolinska de Estocolmo, analizó a 745 personas seleccionadas de la población general en distritos urbanos de la capital sueca.
A todas se les realizó una colonoscopia, y 258 de ellas (edad media de 56 años, 64 % mujeres) completaron un diario de síntomas durante siete días previos al procedimiento para evaluar la frecuencia, intensidad y ubicación del dolor abdominal, así como sus hábitos intestinales.
Los participantes registraron la gravedad del dolor en una escala de tres puntos, su ubicación en cuatro cuadrantes abdominales y la frecuencia de las deposiciones según la Escala de Heces de Bristol.
Durante las colonoscopias, los endoscopistas identificaron la presencia de diverticulosis y registraron la localización de los divertículos, mientras que un gastroenterólogo evaluó la presencia de síndrome de intestino irritable en los participantes.
Los hallazgos revelaron que la diverticulosis no complicada no estaba relacionada con un aumento del dolor abdominal ni con alteraciones en la frecuencia o características de las deposiciones:
- No hubo una asociación significativa entre la diverticulosis y la presencia de dolor abdominal (odds ratio [OR], 1,24; P = 0,55).
- El dolor en el cuadrante inferior izquierdo, donde suelen localizarse los divertículos, no fue más frecuente en personas con diverticulosis en comparación con aquellas sin la afección (P = 0,24).
- Cuando hubo dolor en individuos con diverticulosis, este se localizó con mayor frecuencia en el cuadrante inferior izquierdo (OR, 2,45; P = 0,045), aunque sin una mayor incidencia general en este grupo.
- La diverticulosis no afectó la frecuencia de las deposiciones, la urgencia, el esfuerzo al evacuar ni la puntuación en la Escala de Bristol.
Estos resultados contradicen la idea de que la diverticulosis no complicada puede causar síntomas en ausencia de diverticulitis aguda, una complicación inflamatoria de los divertículos.
"Nuestros resultados no respaldan que la diverticulosis no complicada cause síntomas en individuos sin antecedentes de diverticulitis aguda", escribieron los autores en el artículo.
El estudio presenta algunas limitaciones, entre ellas:
- El tamaño de la muestra fue relativamente modesto, con solo 50 de los 258 participantes presentando diverticulosis.
- No todos los participantes completaron los diarios de síntomas, lo que generó falta de datos.
- El estudio se realizó en una población específica de Estocolmo, por lo que los resultados deben ser replicados en otras regiones y grupos étnicos para confirmar su aplicabilidad a nivel global.
Estos hallazgos tienen relevancia clínica importante, ya que muchas personas con diverticulosis son diagnosticadas incidentalmente en estudios de imágenes o colonoscopias y pueden atribuir síntomas digestivos a la presencia de divertículos.
Sin embargo, este estudio sugiere que, en ausencia de diverticulitis, la diverticulosis no debería considerarse una causa primaria de dolor abdominal o trastornos del tránsito intestinal.
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