Investigadores descubren que la aspirina reduce la metástasis del cáncer en ratones

La aspirina, un medicamento de más de 125 años de historia, podría tener un papel crucial en la prevención de la metástasis cancerosa, según recientes investigaciones

Laura Guio

    Investigadores descubren que la aspirina reduce la metástasis del cáncer en ratones

    Aunque su acción como analgésico y anticoagulante es bien conocida, nuevos estudios revelan su potencial para combatir la expansión de tumores, lo que abre nuevas perspectivas en el tratamiento del cáncer.

    La aspirina se comercializó por primera vez en 1899 bajo el nombre de Bayer, tras ser derivada del ácido salicílico presente en la corteza de sauce.

     Utilizada inicialmente como analgésico, con el tiempo se descubrió su capacidad anticoagulante, que reduce la formación de trombos y el riesgo cardiovascular, lo que ha hecho de ella uno de los medicamentos más consumidos en todo el mundo, con 120.000 millones de tabletas al año.

    Un nuevo hallazgo: la aspirina y su acción contra la metástasis

    Recientemente, un estudio realizado en la Universidad de Cambridge ha identificado un mecanismo molecular por el cual la aspirina podría frenar la metástasis del cáncer.

     Los investigadores descubrieron que el tromboxano A2 (TXA2), un compuesto involucrado en la coagulación sanguínea, también juega un rol clave en la supresión de las células inmunitarias que combaten las células cancerosas.

     Al inhibir este compuesto, la aspirina podría permitir que las células T, esenciales para la respuesta inmunitaria, reactiven su capacidad para eliminar células tumorales que se propagan a otros órganos.

    Investigación prometedora en ratones

    Aunque estos descubrimientos han sido realizados en modelos de ratones, los resultados han sido prometedores. 

    En los experimentos, los ratones con tumores mamarios desarrollaron metástasis en los pulmones, pero este proceso se previno en aquellos ratones a los que se les inhibió el gen ARHGEF1, una proteína clave en la supresión de la inmunidad de las células T. Este hallazgo subraya el potencial de la aspirina para reducir la propagación tumoral.

    Los investigadores también ensayaron el uso de la aspirina en otros tipos de cáncer, como el melanoma y el cáncer de colon, obteniendo resultados similares. 

    Aunque estos estudios todavía no se han replicado en humanos, el potencial de la aspirina como tratamiento anticancerígeno está siendo estudiado con gran interés por científicos de todo el mundo.

    Beneficios y riesgos del uso prolongado

    A pesar de los avances, el uso prolongado de la aspirina no está exento de riesgos. Su acción anticoagulante, aunque beneficiosa en la prevención de enfermedades cardiovasculares, también aumenta el riesgo de sangrados, especialmente en el tracto gastrointestinal. 

    En algunos pacientes, el uso continuo de aspirina puede desencadenar efectos secundarios graves, como úlceras o hemorragias internas.

    Sin embargo, investigaciones previas y grupos como el Welsh Aspirin Group (WAG) defienden que los beneficios de la aspirina en ciertos tipos de cáncer, como los colorrectales o de mama, superan los riesgos en pacientes cuidadosamente seleccionados.

     En 2023, un meta-análisis realizado por el grupo de Peter Elwood, epidemiólogo de la Universidad de Cardiff, concluyó que el consumo regular de aspirina podría reducir la mortalidad por cáncer en un 20%. Sin embargo, los expertos advierten que este tipo de tratamiento debe ser personalizado y evaluado según el perfil de cada paciente.


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