El Dr. Gabriel Benítez, presidente de la sociedad Puertorriqueña de Oftalmología, explica en qué consiste esta enfermedad y a quienes afecta.
La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes y una de las causas principales de la ceguera. Ocurre cuando la diabetes daña a los pequeños vasos sanguíneos de la retina, que es el tejido sensible a la luz situado en la parte posterior del ojo y puede afectar a pacientes entre los 40 a 60 años.
Si usted tiene retinopatía diabética, al principio no notará ningún cambio en su visión. Pero con el tiempo, puede empeorar y causar una pérdida en la visión, generando afectación en ambos ojos.
Dr. Gabriel Benítez, presidente de la sociedad Puertorriqueña de Oftalmología.
¿Cuáles son las etapas de la retinopatía diabética?
La retinopatía diabética tiene cuatro etapas:
- Retinopatía no proliferativa ligera. Esta es la etapa más temprana de la enfermedad en la que aparecen los microaneurismas. Estas son pequeñas áreas de inflamación, que parecen ampollas, en los pequeños vasos sanguíneos de la retina.
- Retinopatía no proliferativa moderada. Según avanza la enfermedad, algunos vasos sanguíneos que alimentan la retina se obstruyen.
- Retinopatía no proliferativa severa. En esta etapa muchos más vasos sanguíneos se bloquean, haciendo que varias partes de la retina dejen de recibir sangre. Entonces estas áreas de la retina envían señales al cuerpo para que haga crecer nuevos vasos sanguíneos.
- Retinopatía proliferativa. En esta etapa avanzada, las señales enviadas por la retina para alimentarse causan el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos. Esto se llama la retinopatía proliferativa. Estos nuevos vasos sanguíneos son anormales y frágiles. Crecen a lo largo de la retina y de la superficie del gel vítreo, el gel incoloro que llena el interior del ojo (vea el diagrama.).
Por sí mismos, estos vasos sanguíneos no causan ningún síntoma o pérdida de la visión. Sin embargo, tienen paredes muy delgadas y frágiles. Si llegaran a gotear sangre, podría haber una pérdida severa en la visión o incluso resultar en la ceguera.
Tratamiento
Tomografía ocular: Es un estudio para tomar medidas de la retina, a través de una imagen tridimensional el especialista puede ver las capas de la retina para determinar si hay sangre o un líquido que requiere tratamiento.
Estudio diagnosticado: Se le inyecta un tinte a base de vegetales por las venas el cual pasa por el torrente sanguíneo que permite analizar cómo está la circulación dentro del ojo. De esta forma se puede saber si el paciente tiene retinopatía, determinar la cantidad y el tratamiento indicado para tratar este padecimiento.
Los tratamientos pueden ir desde la observación hasta unos más agresivos por el uso de rayos láser con inyecciones dentro del ojo.
Actualmente existen medicamentos conocidos como anti vasculares que son el tratamiento principal para la retinopatía diabética, hay un fármaco que se inyecta dentro del ojo y puede revertir los efectos de este padecimiento. Sin embargo, el efecto no es permanente y la mayoría de estos medicamentos sólo duran cuatro semanas dentro del ojo y por lo tanto, los pacientes necesitan una inyección cada mes hasta que la retinopatía se controla en cuanto a los líquidos o sangrado.
El uso del rayo láser tiene como fin evitar que el paciente pierda más visión y el medicamento busca mejorar la condición de la visión, explica el doctor.
En los casos más severos de retinopatía donde el paciente ha sufrido desprendimiento de retina es necesario la cirugía , a través de este procedimiento se busca remover toda la cicatrización que se ha pegado a la retina y restaurar la visión, indicó el especialista.
La cirugía también se puede usar para remover sangrado intraoculares, en el caso de la retinopatía proliferativa comienzan a crecer vasos sanguíneos dentro del ojo de forma descontrolada perjudicando la visión del paciente ya que no puede ver de forma clara por la formación de manchas negras.
En otros casos los pacientes pueden tener formación de cicatrización que no permite que el medicamento funcione de manera adecuada y se puede recomendar la remoción de esas telas o arrugas en la superficie de la retina para eliminar ese líquido.
“Yo trato de usar medicina láser y cirugía como una última opción”, aseguró Benítez.
El pronóstico visual es menor si al paciente se le ha desprendido la retina y es posible que necesite múltiples cirugías.
¿Cómo evitar la enfermedad?
En algunos casos puede ocurrir por genética, algunos jóvenes pueden tener diabetes debido a problemas que han tenido sus familiares. Por lo tanto, el experto recomienda llevar una buena dieta y hacer ejercicio.
En el caso de aquellas personas que padecen de diabetes y llevan mucho tiempo con insulina pero mantienen sus niveles de azúcar controlados el riesgo de desarrollar retinopatía diabética es mínima en comparación con aquellos que no se cuidan.
La dieta mediterránea es muy buena para el paciente diabetico porque son ricas en pescado, aceites de oliva, pastas integrales, resalta el especialista.
También es importante el autocuidado, consultar de forma periódica con el médico. En algunos casos el paciente que padece diabetes tipo 2 toma aproximadamente 5 años darse cuenta que sufre de esta enfermedad.
Riesgo de desarrollar comorbilidades como glaucoma
La diabetes es un factor de riesgo para desarrollar glaucoma que es una condición común entre los 50 y 60 años. La presión intraocular sube y el paciente empieza a perder visión por el daño en el nervio ocular.
En los pacientes con una diabetes descontrolados, la retinopatía diabética puede causar una glaucoma secundaria, el paciente puede sangrar mucho dentro del ojo y en frente del ojo que los vasos sanguíneos comienzan a tapar el drenaje natural del ojo.
El ojo constantemente está produciendo líquido el cual drena a través del anglo, cuando el paciente tiene retinopatía los vasos sanguíneos pueden crecer y obstruir el anglo que es como un alcantarillado del ojo, el líquido no tiene por donde salir, la presión del ojo aumenta y la persona siente mucho dolor en el ojo.