La vacuna, que lleva el nombre técnico de ARNm-4157 (V940), y Keytruda redujeron en 62 % el riesgo de metástasis a distancia o muerte.
El melanoma es un tipo de cáncer de piel que se origina en los melanocitos. Los melanocitos son células que producen el pigmento que da color a la piel. El pigmento se conoce como melanina. El melanoma se origina habitualmente en la piel que suele estar expuesta a la luz solar. Esto incluye la piel de los brazos, la espalda, la cara y las piernas.
El melanoma también puede formarse en los ojos y en raras ocasiones, puede aparecer en el interior del cuerpo, como en la nariz o la garganta.
Desarrollada por las farmacéuticas Moderna y Merck, la primera vacuna de ARN mensajero personalizada ha mostrado resultados positivos. Combinada con el tratamiento de inmunoterapia Keytruda, ha demostrado reducir el riesgo de muerte o recaída en pacientes con melanoma en un 49 % en comparación con aquellos que solo recibieron Keytruda.
Los ensayos clínicos de fase 2b revelaron que la vacuna, denominada técnicamente ARNm-4157 (V940), junto con Keytruda, no sólo disminuyó el riesgo de recaída o muerte, sino que también redujo en un 62 % el riesgo de metástasis a distancia o muerte. La tasa de supervivencia libre de recidiva para los pacientes que recibieron la combinación de la vacuna y el tratamiento fue del 74,8 %, en comparación con el 55,6 % de aquellos que solo recibieron Keytruda.
El estudio, que duró casi tres años, incluyó a 157 pacientes con melanoma avanzado. La vacuna se diseña específicamente para cada paciente mediante la extracción de una muestra del tumor, seguida de la secuenciación del ADN y el uso de inteligencia artificial. Este proceso personalizado permite que las inyecciones instruyen al sistema inmunitario del paciente para que identifique y destruya las células cancerosas, previniendo así la reaparición de la enfermedad.
Según un comunicado de Moderna, las empresas están explorando la eficacia de esta vacuna en otros tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de pulmón de células pequeñas, el cáncer de células renales y el cáncer de vejiga.
La colaboración entre Moderna y Merck destaca la importancia de la innovación y la investigación en la búsqueda de tratamientos más efectivos y personalizados para el cáncer. La colaboración entre entidades farmacéuticas pueden lograr avances significativos en la lucha contra diversas formas de cáncer. Los resultados de este estudio podrían cambiar el paradigma del tratamiento del cáncer, proporcionando nuevas vías para la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes.
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