Dispositivos móviles para medir la frecuencia cardíaca tienen al menos un margen de 90 % de efectividad.
Los avances científicos han permitido que cada día se puedan mejorar los tratamientos y los métodos diagnósticos, para hacer frente a diferentes condiciones. Este es, por ejemplo, el caso de la cardiología, rama que actualmente cuenta con una variedad más amplia de dispositivos que permiten medir la frecuencia eléctrica del corazón para detectar anomalías en su funcionamiento.
En entrevista exclusiva para la Revista de Medicina y Salud Pública, el Dr. Gilberto Rivera Gauter, cardiólogo y ex presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología, explicó cuáles han sido los avances científicos que han permitido reducir las tasas de complicaciones que trae consigo la Fibrilación Auricular (FA).
Un claro ejemplo de esto ha sido la participación y la oferta de parte de grandes empresas líderes en tecnología, dentro de los escenarios de la salud, pues han apostado por brindar alternativas que permitan a los usuarios tener un control más eficaz y de fácil acceso a los datos sobre su bienestar.
Precisión en las medidas sin molestias
Hoy día, la tecnología nos ha permitido llegar a medir la frecuencia eléctrica del corazón, hacer monitorización de forma continua y en tiempo real, sin necesidad de calibraciones previas ni del uso de parches, como ocurre con los dispositivos especializados.
Un claro ejemplo de ello son los relojes inteligentes, las pulseras cuantitativas, e incluso parches y pinzas para el oxímetro de pulso, aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, FDA.
Asegura el experto que son funcionales y “a través de aplicaciones y programas en los dispositivos móviles, tienen la posibilidad de grabar la actividad eléctrica de por lo menos una derivación, un canal de actividad eléctrica del corazón. Nos permiten tener una especificidad y sensibilidad sobre el 90 % para detección de fibrilación atrial”, comenta.
“La gran ventaja que tenemos de los dispositivos móviles, de los relojes y las pulseras que funcionan como estos electrodos, es que nos ayudan en el diagnóstico de pacientes que tienen este tipo de arritmias y no han presentado síntomas, o no han recibido valoración cardiovascular”, dice el experto.
Explica, también, que la cantidad de pacientes asintomáticos es significativa y muchas veces, es posible que no se tenga cierto grado de sospecha. Por tal motivo, esto puede repercutir en complicaciones serias.
“Es importante identificar las señales para poder dirigir el tratamiento apropiadamente y evitar que esta persona vaya a tener un evento mayor que lo incapacite o le cause la muerte”, aclara.
Modelos especializados de alcance clínico
Coldtears: los cuales solo estaban al alcance de los profesionales de la salud y consisten en la aplicación de electrodos o parches, sobre diferentes áreas del pecho del paciente, “lo que nos permitía grabar por un período de tiempo de la frecuencia eléctrica del corazón. Inicialmente era entre 24 a 48 horas”, sostuvo.
Loop recorders y Loop recorders implantables: los cuales eran similares a los parches, pero, “nos permitía grabar un período de tiempo más prolongado (1 a 2 semanas). Luego han surgido otro tipo de dispositivos que son los implantables, los cuales se ponen debajo de la piel del paciente en una cirugía menor (pueden permanecer allí en períodos de meses, incluso años), grabando la actividad eléctrica del paciente y nos permiten, con mayor sensitividad, identificar si la persona está desarrollando arritmias como de la FA”, detalla Rivera.
Consciencia del paciente
Claro está, es importante que el paciente dimensione que estos avances son fundamentales, afirma Rivera que una de las desventajas primordiales de estas alternativas es que el paciente no hace el debido monitoreo y no sabe cómo funcionan estos dispositivos. Aunque, “la ventaja es que son mucho más accesibles a la población general”, dice.
“Si una persona comienza a sentir sus palpitaciones, etc, y tiene un dispositivo de estos, y puede entender el funcionamiento, podría hacer el monitoreo respectivo y discutir el resultado con su proveedor de salud, y si este profesional entiende que el paciente está teniendo fibrilación atrial, podría ser encaminado con un especialista en enfermedad cardiovascular y recibir el tratamiento adecuado”, concluye.
Vea la entrevista completa acá: