La sangre en la orina de niños y adolescentes puede ser un signo de alarma para los padres pues generalmente se piensa que es por alguna situación que reviste gravedad, sin embargo, la mayoría de las veces se trata de condiciones benignas o tratables.
Marcela Boyacá Mesa
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
La sangre en la orina de niños y adolescentes puede ser un signo de alarma para los padres pues generalmente se piensa que es por alguna situación que reviste gravedad, sin embargo, la mayoría de las veces se trata de condiciones benignas o tratables. Para hablar sobre esta consulta recurrente de padres a pediatras la Revista Medicina y Salud Pública (MSP) entrevistó a la doctora Nilka de Jesús González, nefróloga pediátrica del Centro de Trasplante Hospital Auxilio Mutuo.
“Siempre que en la orina se vea sangre es importante que un médico evalúe al paciente y determine si efectivamente lo que se ve en la orina es sangre y si es algo de preocuparse o no. La mayoría de las veces el hallazgo de la sangre en la orina es un hallazgo de una condición benigna o una condición que puede ser tratable, sin embargo. en un porcentaje pequeño de los niños o adolescentes que tienen sangre en la orina puede ser un hallazgo de un problema serio del riñón”.
La nefróloga pediátrica hizo énfasis en que sin ninguna duda es importante acudir al médico en caso de presencia de sangre en la orina, pero hay además unos signos o síntomas que deben hacer que el padre o tutor actúe de manera rápida antes de 24 horas.
“Uno de esos síntomas es dolor en el área de la espalda del costado del flanco, vómito, hinchazón en el cuerpo o dificultad respiratoria, esos síntomas que puede tener el paciente si están acompañados de sangre en la orina deben ser evaluados de forma rápida”.
Según la especialista, en la práctica de la nefrología pediátrica un 10% o 12% de casos que llegan a consulta con sangre en la orina, de estos un gran porcentaje resulta ser pacientes con condiciones benignas que se pueden diagnosticar con una prueba repetida de orina hasta verificar que ya no hay presencia de sangre hasta exámenes más exhaustivos como pruebas de sangre, estudios radiológicos o biopsia de riñón.
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La sangre en la orina de niños y adolescentes
Cuando la sangre en la orina es por causas benignas no es necesario hacer un tratamiento, en ocasiones la presencia de sangre puede ser derivada de otras causas no graves que se presenten o se estén tratando, la doctora de Jesús explicó al detalle cuales pueden ser.
“Una causa benigna puede ser cuando los niños se enferman, les da fiebre o infecciones del tracto respiratorio alto, en ese momento pueden tener sangre en la orina que se ve en un laboratorio rutinario, no es que el padre pueda ver que la orina se torna roja, pero cuando se enferma se le hace una prueba de orina y en esa prueba se identifica que hay sangre en la orina. En otro escenario que también es benigno es cuando al menor le hacen una prueba de rutina y ha estado haciendo bastante ejercicio y cuando le hacen la prueba se identifica sangre en la orina que no es visible y que se ve sólo en el laboratorio de rutina, en ese escenario lo que se hace es repetir la prueba cuando el niño deja de tener fiebre, infección del tracto respiratorio alto o le pedimos que deje de hacer ejercicio durante un par de días y le hacemos la prueba y vemos que ya no tiene sangre en la orina, en esos casos es una causa benigna que son las más frecuentes y en esos escenarios no se da ningún tratamiento”.
Estas son más frecuentes en las niñas y una de las razones principales es su anatomía, pues el tracto de la uretra es más corto, la doctora Nilka de Jesús profundizó en lo que se puede llegar a presentar en estos casos.
“Usualmente esas infecciones vienen acompañadas de otros síntomas incluyendo si es una infección de la vejiga es decir una cistitis, pueden presentar dolor encima del área de la vejiga, ardor al orinar, pueden tener mal olor en la orina, si hay dolor arriba en el riñón con sangre en la orina es una pielonefritis que viene acompañada de dolor en el costado, náuseas, vómito y fiebre”.
Para finalizar la especialista en nefrología pediátrica recalcó la importancia de que el niño o adolescente sea evaluado por un médico y agregó que tomar algún remedio casero no es recomendable en estos casos ya que puede retrasar el efecto del tratamiento de una posible condición seria.
